Entrevistas

Jean-Claude Van Damme

Os traemos la entrevista que el escritor Hernán Migoya realizó al actor Jean-Claude Van Damme en abril de 2002 durante su visita a Barcelona para presentar Replicant de Ringo Lam. En palabras de Hernán Migoya, «La que quizá sea la peor película del belga (y decir eso teniendo en cuenta su filmografía, es decir mucho)».

Jean-Claude Van Damme

Enseño mi culo porque estoy orgulloso de él.Jean Claude Van Damme

Publicado originalmente en la desaparecida web de La Mesa Camilla a continuación podéis leer la esplendida e imperdible entrevista.

Lugar: Hotel Arts, el más guays de Barcelona, donde suelen recalar todas las estrellas hollywodienses en tareas de promoción.

Van Damme es un cachondo, de lo más simpático (aunque algo ido) y tiene más pinta de homo que yo, pero como no haga algo pronto, su carrera puede irse al garete en menos que canta un gay.

Sus últimas películas son cada vez peores y el público está harto de Geypermanes: Schwarzenegger medio muerto a base de conatos de infarto (por más que intente hacer como si el tiempo no pasara) recalentando Comando y sirviéndolo con el título de Daño colateral -salvajemente divertidísima, por otro lado-; Stallone desconcertado y sin un éxito de taquilla desde hace años -¿por qué se estrenan tan mal todas sus últimas películas? Get Carter estaba muy bien-… así que, ¿por qué a Van Damme le tendría que ir mejor? Desde luego, no hace mucho para merecérselo, después de comprobar lo desganado y errático que se mostró en la rueda de prensa a la hora de defender sus films.

Por la tarde, pudimos hacerle una entrevista personal, aunque no en solitario, sino en grupos de tres o cuatro periodistas de diferentes medios. Los que me tocaron a mí, de lo más pintorescos -yo no era excepción, lo reconozco-: un karateca acreditado por una revista de artes marciales, un colega de la Facultad muy bregado ya en la prensa rosa, y un chaval enviado por una revista de videojuegos. Y LA MESA CAMILLA, claro. Van Damme iba vestido con unos tejanos y camiseta de fantasía, y decididamente, contradiciendo su pésima actuación a nivel físico en la película que acabábamos de ver, parecía en buena forma. Un poco loca y bastante contradictorio, pero muy majete.

El chavalote de DOJO fue el primero en lidiar, ansioso porque la estrella le reconociera: «Nos conocimos en Alemania, cuando estaba de gira. Estuve haciendo una demostración, lo que pasa es que a lo mejor no te acuerdas». Van Damme no se acordaba, pero no por ello dejó de ser cortés. Lo que sigue es la entrevista de 20 minutos, plasmada casi literalmente: las preguntas de LA MESA CAMILLA se indican con las siglas LMC.

LMC – ¿Con quién le gusta identificarse más, con el público o con sus héroes de acción?
(JC no entiende la pregunta, claro) Eeeeh… Buenooo… Identificarme… no puedo realmente identificarme… ¿Qué quieres decir con identificarme con el público?

El público tiende a compararse con los actores. Hay un proceso de identificación. Entonces, yo no sé si tú actúas para agradar a esa audiencia o sigues otros criterios.
Creo que si haces un buen trabajo como actor, y remarco ese si-si-si condicional… -cosa que yo no he hecho durante muchos años, sólo ahora estoy empezando a hacerlo-… Pero si afrontas de corazón tu papel, el público se identificará con el protagonista, sea héroe o no.

Tienes que hacer un buen trabajo como actor y seguir lo que sientas en el guión. El público te seguirá allá donde vayas. Por ejemplo, Rocky, la película donde Stallone hacía de Rocky. El público se identificaba con Rocky, no con Stallone, pero la gente le quiso después de haber hecho esa película.

Así que si tengo que elegir entre agradar al público o agradarme a mí como actor, elegiré agradarme a mí como actor, lo siento. Y ser honesto con el público.

Porque si sólo intento agradarles a ellos, y me limito a repetir lo que he hecho en las últimas dos o tres películas, intentaré complacerles con el mismo tipo de film, en vez de cambiar.

Y si no puedo cambiar, entonces lo mejor será que haga la maleta y me vuelva a Bélgica.

LMC – ¿Por qué entonces no abandonas por una vez tu rol de héroe de acción y abordas un papel dramático o al menos otro tipo de personaje, ahora que la gente parece más cansada de esa fórmula de cine?
Yo no creo que la gente esté cansada de las películas de acción. No voy a cambiar, porque uno no puede cambiar. Soy lo que soy. En la vida real, me encanta hablar demasiado y reír todo el tiempo. Así que no soy el tipo de tío que ves en las películas.

En las películas actúo, actúo para ser silencioso y mostrarme contenido. Pero yo no soy así. La gente puede decir: ¡Qué actor! Pero ése no soy yo en la vida real. Por eso para mí es difícil actuar, cuando realmente quiero comunicar algo. Hay mucho dinero por medio, los estudios no quieren arriesgar su dinero por un proyecto donde pueda hacer algo distinto. ¿Por qué habría de arriesgar yo el mío? ¿Entiendes?

LMC – Tú hiciste Street fighter, y ahora se ha estrenado Tomb Raider. ¿Qué piensas de los videojuegos de películas y podrías decirnos si eres fan de los videojuegos?
Cualquier cosa que tenga éxito en la red terminará convertida en película. También podemos revertir el proceso: crear primero la película. Porque (menciona el nombre de un videojuego) creó Street fighter sin saberlo. Esos imbéciles -con perdón-, esos imbéciles crearon ese juego, que es Street fighter o Mortal Kombat. Ese juego se basa en un combate en un recinto, y eso es Street fighter. De ahí su éxito. Street fighter hizo 100 millones de pavos, pero… (se interrumpe y tose) Sí, lo que sea, será para bien.

¿Te gustan los videojuegos?
No especialmente. Me encantan, pero no soy bueno jugando. Mi hijo es el mejor. Pero voy a hacer algo en Internet, porque cualquier cosa que hagas allí, lo haces creando tus propias reglas. Así que puedo acceder a un mundo sin reglas, y crear allí mi propio castillo, mi propia casa, mis propias verduras y frutas (?), mi propia gente, y eso será parte del futuro.

¿Qué nos espera del próximo Van Damme, el Van Damme del 2000, qué nos va a traer?
Del 2002, querrás decir. Finalizada Replicant, ahora estoy terminando The Order, ese tipo de film que gustará al público. A mí también me gusta, ¿eh? Pero le cortamos metraje, porque era demasiado espiritual, así que le quitamos lo espiritual y la dejamos convertida en una película Van Damme pura, sin espiritualidad. Por propósitos comerciales. Cosa que necesito para que el estudio me respete, ¿entiendes? El estudio es muy poderoso, y a veces hay que complacerle. Después de The Order, haré mi propia película, titulada One Choice o One Answer, y luego me voy a hacer The Monk, con Ringo Lam. Ahora mismo está en proceso de escritura y documentación, ya que se trata de un guión muy atípico. Es una película de acción con monjes.

LMC – ¿Crees que hay mucha inseguridad en Hollywood por la mala carrera comercial de las películas? Últimamente vemos que lo que están realmente promocionando son los romances de las estrellas, como el de Tom Cruise y Penélope Cruz, quizá por la inseguridad de la propia industria respecto a sus productos.
Todas las grandes películas son de acción. Armageddon, Titanic… Tienen algo de romance, pero en el fondo no son más que acción, acción, acción… Spiderman, esas cosas. (Inesperadamente airado) Así que no me hables de melodramas: intentas tener una conversación conmigo, pero no funciona. Conozco Hollywood mejor que tú. No, volvamos a una conversación normal. Es bueno mezclar elementos: acción y comedia al mismo tiempo, ésa es una buena combinación; con melodrama, con lo que sea. Pero siempre necesitas tener acción. Pura acción. Porque la acción es muy internacional. Si hago una comedia con estilo español, no la entenderán en los Estados Unidos, creerán que estoy siendo cínico. Y si hago un chiste yanqui, alguna gente reirá, quienes lo entiendan, pero para los demás sólo seré yo con un acento raro. Mientras que con la acción, esto (pega una rápida y sonora palmada) es lo mismo en Japón, (otra) en Bélgica, (otra) en Estados Unidos… será siempre un puñetazo en la cara. Así que, ¿me he explicado bien, crees que tengo razón?

LMC – Mi película favorita de tu carrera es probablemente Sin escape (Nowhere to Run), de Robert Harmon.
Era muy joven. La volví a ver hace dos, cinco días, en Montreal, y me dije: «Guau, es una buena película».

LMC – Sí, bastante clásica. Y la más loca es Double Team con Mickey Rourke y Dennis Rodman. ¿De quién fue la afortunada idea de reunir a semejante trío? El resultado es un delirio total, me encanta.
Lo que me cabrea es que había encontrado un gran guión, titulado The Colony, no Double Team. Se desarrollaba en una isla adonde iban a parar todos los espías, cuando éstos se retiraban, porque sabían demasiado. Y allí juegan al ajedrez, son muy inteligentes, tienen todo tipo de entretenimientos.

Todo lo que necesitan. Pero yo estoy inquieto por un problema familiar. Y entonces todos los espías son responsables de rastrear a un tipo, de localizarle y matarle. Así que era un guión sin respiro, muy elegante, con una gran historia de espías. Pero claro, en cuanto ves a un espía de dos metros y medio y el pelo verde, como Dennis Rodman, todo cambia. Y comento esto porque pagamos por el guión un millón y medio de dólares.

Lo que hizo especial la película y le dio esa locura que mencionas, fue Tsui Hark, un buen director. Pero no tenía un guión completo, porque otro cineasta previsto se lo había cambiado, e iba a empezar a rodarla sin saber que había un contrato con Dennis Rodman. Y como la película no dio nada de dinero, Rodman hizo una peli más… (Parece hartarse) ¡Todo basura! Todo negocios, ¿entiendes? Tú piensas en la película, pero detrás hay todo un… ¡que está bien, los negocios son así! Pero en este caso no respetaron el guión, y eso me entristeció mucho.

LMC -Allí trabajaste con Mickey Rourke, y en The Order al lado de Charlton Heston. ¿Puedes contarme qué ha significado para ti trabajar con dos actores de esa talla?
Con Mickey fue genial trabajar, porque para él era como un retorno a la industria, ya que es uno de los mejores actores de Hollywood, y todos estos años durante los que se mostró tan confuso, perdió gran parte de su potencial. No, nunca perdió su potencial, pero sí la orientación. Mickey es muy especial.

En cuanto a Charlton Heston, es una persona muy profesional. Un día pudimos charlar tranquilamente. Le pregunté por Ben-Hur, mi película favorita; por Los Diez Mandamientos; por El Planeta de los Simios, por todas ésas. Y todos sus comentarios eran del tipo: «Oh, fui tan afortunado de que me escogieran en ésta…». O, «esta otra es muy buena, porque estaba este gran actor, que lo hizo tan bien…». Siempre así. Nunca era mérito suyo. Un tipo que es una gran estrella de cine como él, con tantos Oscar… y tan humilde. Él SABE que es el número 1, pero aun así se considera una persona muy muy afortunada. Ésa es una cualidad fantástica en una estrella. Y muy rara.

Me encantan los cómics. Y las mujeres. Y los hombres.Jean Claude Van Damme

He leído en algún sitio que aprendiste inglés leyendo cómics.
Me encantan los cómics. Y las mujeres. (Susurrando) Y los hombres. (Risas, alguna nerviosa) No importa, chicas, chicos, no tengo nada contra las leyes de la naturaleza. A algunos les gustan las mujeres, a otros los hombres. Miro a los animales en busca de una respuesta, a Dios cuando creó la Tierra.

¿Te gustan los manga?
Los cómics, sí, sí, me encantan. No sé si los de Estados Unidos, pero me encantan en general. Y aquí tenéis un diseño genial, genial, GENIAL, y no lo digo porque esté en (pronuncia en español) Barcelona. Ayer estuve en el estadio de fútbol (se refiere al Camp Nou, donde se hizo unas fotos promocionales). ¿Quién era ese famoso artista barcelonés…?
(Todos) -¿Gaudí? ¿Mariscal?
No,no…
(Alguien) ¿Moebius?
(Risas) Tú no sabes una mierda, tío. El tipo que hizo los primeros carteles del Fútbol Club Barcelona. Viejos posters con un tipo corriendo y chutando así con fuerza. Tengo un libro suyo en mi habitación. Me gustan los cómics de estilo añejo. No me gustan algunos manga ñoños, me gustan los cómics de línea dinámica y sencilla, que den sensación de velocidad y limpieza. Nací en Bélgica, ¿entendéis?

Allí no tenemos ni sol ni playa como en Barcelona. Así que me quedaba en casa, leyendo (imita a su padre): «¡Jean Claude!». «Sí, papá». «¿Estás bien?». «Sí, papá».

Así me pasaba el día, leyendo Tintín en América, Tintín en China, Tintín en Sudamérica, Tintín en Nueva Jersey (risas)… (en español) …»Loco»….

Y los leía y releía una y otra vez. Hasta que me volví Tintín. Por eso mi productora se llama 777. Porque en las tapas de sus tebeos podías leer: «Tintín es para niños de 7 a 77 años». Por eso mi productora se llama así.

¿Harás algún día de Tintín en el cine? (Risas)
Demasiado viejo ya.

LMC -Quizás puedas hacer entonces de Haddock.
¡Del Capitán Haddock! ¡Exacto, exacto, exacto! (Se pone a imitarlo, con voz ronca. Aprovecho la complicidad ganada para lanzar a bocajarro la siguiente pregunta, la última que tenía seleccionada).

LMC – ¿Por qué siempre enseñas el culo en tus películas?
¿Mi culo o mi trasero?
LMC – (Algo cortado) Tu trasero. (Risas).
Porque quieren que lo haga. Verás, todo en la vida es muy importante. (Empieza a divagar de nuevo). Cuando creces, primero piensas en lo físico, en la carne que te toca. Porque todo en la vida está encarnado con una cierta velocidad, ¿me sigues? Y el movimiento de tu velocidad, a una cierta velocidad, es lo que llamamos carne.

La pared se mueve mucho más rápido, porque está hecha de piedra, ladrillo, etc. Necesitaría un taladro para traspasarla. Entre tú y yo sólo estamos los dos, y somos casi todo líquido, así que es mucho más fácil traspasarnos, porque la velocidad de nuestras moléculas es mucho más lenta.

En un momento dado de nuestra vida, estamos muy integrados con la velocidad de nuestro cuerpo, que llamamos carne. Con la edad, te vuelves más inteligente, más mental. Así que lo que hiciste y dijiste antes, lo sustituyes por un 50 % de mente y un 50 % de físico juntos.

De esta forma, cuando hablo, aporto un mayor elemento de equilibrio. Y entonces damos paso al espíritu, que es el último nivel. Si puedes conseguirlo en esta vida, ser capaz de hablar contigo mismo y obtener la respuesta tú solo, no preguntándole a uno de tus amigos: ¿debería hacer esto? ¿debería hacer lo otro? ¿qué debo hacer? No. No más preguntas. Sabes lo que quieres, y entonces te vuelves muy perfecto, te vuelves un hombre. Eso es lo que intento hacer con mi vida. Aun así, necesito el error, para saber qué es lo bueno. Pero no buscar en la tele. Eso implica ser sencillo, no complicado, y poder llegar a ser un hombre sabio.

LMC (Preguntándome si se me ha insinuado descaradamente) -¿Y por eso enseñas el culo en tus películas?
No, lo enseño porque estoy orgulloso de él.