Hablamos con la autora de Persépolis, Marjane Satrapi (Irán, 1969), un cómic autobiográfico en que narra su infancia y como vivió la revolución iraní de 1979, que dio lugar a un gobierno islámico. El éxito de la obra la llevó a adaptarla a una película de animación en el 2007 que alcanzó éxito internacional e incluso estuvo nominada a mejor película de animación en los oscars. Después de Persépolis dibujó dos obras más (Bordados y Pollo con ciruelas) antes de volcarse por completo como realizadora de cine.
En su nueva faceta ha realizado, tras la adaptación a animación de Persépolis, otra adaptación de su obra, pero esta vez en imagen real (con actores), Pollo con ciruelas (2011). Lo siguiente fue una road-movie La bande des Jotas (2012) y lo más reciente es The Voices, por primera vez sin ser sobre un guion propio y en tierras hollywoonienses.
Aprovechamos su visita a España, como jurado del festival de cine de San Sebastián, para tener un breve encuentro con ella y hablar de todo un poco.
¿Cuál es tu experiencia como jurado en festivales de cine?
He sido jurado en otros certámenes, es un trabajo muy demandado. No se trata solo de ir al cine, tienes que estar muy concentrado y saber argumentar muy bien por qué te gusta o no una película. Es un encargo difícil y con mucha responsabilidad. Puedes ver 3 películas al día y es necesario prestar mucha atención a cada una.
¿Cómo valoras el nivel de las películas que estás viendo en San Sebastián?
Como siempre, hay de todo: muy buenas, buenas y muy malas. Es muy fácil valorar quién gana una carrera porque es quien llega antes a la meta pero en el caso de una película es muy difícil porque es algo muy subjetivo.
¿Crees que hay diferencia entre la opinión de la crítica y la del público?
Puede ser, a mí me ha pasado como público, pero al mismo tiempo a veces la palabra mayoría también es sinónimo a mediocridad. Gran parte del público no tiene muy buen gusto: si en un rango de más a menos calidad cortas por la mitad, ¿Qué tienes?, algo normal. Cuando algo tiene un consenso normalmente no es muy bueno, esa es la realidad. Lo que hace el jurado y el festival es proponer las películas que ellos consideran que son buenas e invitan a la gente a abrir sus mentes.
Tú has sido dibujante de cómics (Persépolis) y directora. ¿Crees que son dos formas de hacer llegar un mismo mensaje?
Yo no quiero enviar un mensaje, sino más bien contar una historia. Durante un tiempo, el cómic fue un medio muy buen porque disfrutaba estando sola en mi estudio, por mi cuenta y sin recibir el dinero de las producciones cinematográficas. En el cine tú no estás sola, cuentas con todo tu equipo y es algo mucho más grande en el que se suma la imaginación de muchas personas. Ahora mismo disfruto más haciendo películas.
¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
No te lo puedo decir porque soy muy supersticiosa. Cuando sea una realidad hablaré de ello pero de momento prefiero no hacerlo.
¿Con qué actores te gustaría trabajar?
Con muchos actores. Me encantaría trabajar con Javier Bardem, es un gran actor y también con su esposa Penélope Cruz.
¿Cómo fue la experiencia de rodar Voices?
Voices fue un proyecto que Hollywood me encargó. Yo nunca pensé que dirigiría una película con una historia de otra persona, pero al final fue una muy buena experiencia. Cuando te dan el guion llega un momento que lo haces tuyo, te abre un nuevo horizonte. Hacer una película es algo muy complejo y solo la dirección comporta mucho trabajo, Ahora estoy abierta a trabajar con otros guionistas .
¿Cuáles son tus referentes en dirección de cine? ¿A quién te gustaría parecerte?
No me gustaría parecerme a nadie. Yo quiero tener mi propio estilo y no copiar a nadie. Igualmente, hay directores que me encantan como los hermanos Coen, siempre que hacen una nueva película estoy deseado ir a verla. Lo cierto es que cuando veo una película mala se me van las ganas de hacer nada y cuando veo algo bien hecho me da energía para hacer algo bueno.
¿Qué opinas que un tribunal iraní condenara a seis jóvenes por hacer un vídeo con la famosa canción Happy?
Ellos al final no irán a la cárcel, así que creo que se ha dado un pequeño paso, creo que se está evolucionando y me hace feliz que al final no cumplan la pena de prisión.