El «mundo» del cómic tiene esas cosas, mientras nuestra protagonista de hoy ya cuenta con una trayectoria dentro de la industria como guionista y dibujante es ahora, con la publicación de Contrapaso. Los hijos de los otros por parte de Norma Editorial, su primer cómic como autora completa, que estamos conociéndola como es debido. Lo hace además con una obra espectacular con una factura envidiable y una historia que atrapa. Hablamos de Teresa Valero, que además es una profesional con una larga trayectoria en el mundo de la animación.
Actualmente está realizando un pequeño tour de presentación del cómic por España y aprovechamos su paso por Barcelona para realizar esta entrevista en persona en la que desentrañamos un poco sobre el proceso de creación del cómic, así cómo qué elementos hacen una historia de género negro buena, entre otros temas que puedes ver a continuación.
Has trabajado como guionista (Curiosity Shop, Brujeando), incluso como dibujante (We are family) ¿Cómo es que decides ahora dar el salto como autora completa y no antes?
Siempre había querido contar mis propias historias. Durante mucho tiempo trabajé haciendo dibujos animados pero era algo que siempre había querido hacer auqnue es muy difícil hacerlas en dibujos animados, necesitas una financiación muy grande. Entonces me pareció que hacer el cómic me daba el vehículo ideal para poder contar una historia, desde el guion, también la estética la luz del color y la escenografía.
Siempre había querido irme formando como autora de cómic y empezar a hacer guiones para otras personas me dio esa oportunidad. También dibujar aunque el álbum que hice como dibujante era un poco de gags pero también me ayudó un poco a ir cambiando esa gramática del audiovisual que yo traía al cómic y no lo he hecho antes pues porque he pasado unos cuantos años de mi vida criando en niños. Era muy complicado. Además tenía trabajos de animación. El tener tres niños que ya se han hecho un poco mayores y el ir haciendo algunos trabajos de animación… no conseguía el tiempo porque hacer cómic es muy laborioso. Es que es te hinchas a trabajar. No tenía el tiempo de enfrentarme a algo tan ambicioso como Contrapaso hasta ahora.
¿Escribiste el guion teniendo en mente que también serías la dibujante?
Sí, tenía claro que esto lo iba a hacer yo. Es verdad que siempre, cuando he escrito para otros autores, siempre han sido ideas que también según voy escribiendo, como eres guionista pero también dibujante, lo vas visualizando y, de hecho, cuando te llegan las páginas del dibujante siempre te extrañas un poco porque es inevitable que tú, en tu cabeza, te has hecho una imagen. Pero este ya sabía que quería hacerlo entero.
Cuando tú eres tu propio guionista es mucho más fácil porque tomas las decisiones y no afectas a nadie más. Cuando estoy en la faceta de dibujante miro y digo «ay qué rollo este diálogo voy a mirar» y puedo cortar eso. Es más difícil que un dibujante al que tú le has dado el guion, aunque se dé cuenta, te puede hacer ciertas observaciones pero no es tan dinámico el proceso como cuando eres tú sola. Es mucho más vivo, tomas decisiones muy rápidas, como no tienes que consultarlas con nadie puedes pulir más.
Comentas en los extras sobre tu interés en El caso aunque finalmente lo dejas a un lado y hablas de una publicación clandestina realizada por mujeres en la cárcel, ¿es este el punto de partida de creación del cómic?
No, realmente cuando abandoné lo de El caso porque salió la serie de televisión y no tiene mucho sentido que intente hacer lo mismo en cómic, ya empecé a darle vueltas a cómo hacer otra historia. Y fue exactamente eso, el tratar de hablar más de las publicaciones clandestinas cuando la libertad de expresión está secuestrada en un régimen totalitario. Quería tirar más por ahí ya que me pareció fascinante, además es verdad que en la cárcel de Málaga no había la publicación que sale en el cómic, está inventada para para el álbum. Pero sí que pude ver periódicos que habían hecho a las mujeres de la cárcel de ventas en Madrid y me fascinó mucho también la que habían hecho los brigadistas de San Pedro de Cardeña ‘daily news’. No sabía que ellos llevaban una paginita. Pues todo eso me pareció muy evocador para que fuera uno de los temas que argumentan toda la obra: las publicaciones clandestinas, como la gente no se resigna al no expresarse cuando cuando el poder no te deja.
También abordas otros temas como los niños robados, los tratamientos de prevención homosexual, la «libertad» de la mujer, … ¿fueron surgiendo o partiste de aestos temas para hacer la historia?
Había algunas cosas que yo quería tratar absolutamente, por ejemplo lo de Vallejo-Nájera, de los niños robados y el gen rojo, que era algo que me parecía muy fascinante. Cómo lleva a personas muy cultivadas e inteligentes pensar que es razonable decir que el machismo solamente cala en personas que son seres imperfectos que tienen algún problema mental y además hacen todo un estudio para poder justificar eso a un nivel teórico. Al irlo investigando al final te van saliendo unas cosas te van llevando a otras, después de investigar a Vallejo-Nájera pues llegas a López Ibor, llegas a esos tratamientos que se hicieron para tratar de curar la homosexualidad que era considerada una enfermedad mental, también una desviación sexual que había que erradicar y como se daba por bueno que precisamente para medio curar eso pues podías intervenir el cerebro de una persona. Hacer que ya tuviera problemas de memoria, problemas de comportamiento y todo tipo de problemas porque como individuo perdía su esencia pero ya parecía que no le desagradaba tanto el sexo opuesto. Todo eso era realmente muy fascinante como llegamos a veces a dar por buenas algunas ideas que acaban en pesadillas y, además, también a veces con un gran apoyo popular como los fascismos. Al final todo estaba bastante relacionado, quieras o no, porque es el carácter de una época, cómo es la gente, como el pensamiento se va modificando y están permeando ciertas cosas que te sorprenden un montón.
¿Qué es lo más importante en una historia de género negro?
Tener buenos personajes, yo creo que eso es lo fundamental porque los personajes son los vehículos con los que tú te vas a identificar y tienen que llevarte de un lado a otro.
¿Y cómo fue el proceso de creación de tus tres personajes principales?
Tenía todo el tiempo muy claro el crear contraste. Doy clase en la universidad, de creación de personajes precisamente y entonces lo trabajamos también mucho a todos los niveles. No sólo la apariencia sino también que los personajes tengan dimensión, que tengan mucho contraste entre ellos mismos, los aspectos diferentes que les conforman y que contraste entre sí, o sea, que si tú tienes tres personajes y hay dos que se parecen un montón… Pues los juntas en uno que no tengas solo medios personajes. Es verdad que ya con oficio pues te va saltando a la vista y te va siendo más fácil, que si este personaje en este momento está siendo más villano, al otro le haces que sea más heroico. Y a ambos le potencias esas características y que tengan debilidades, por supuesto, por ejemplo con León a mí me daba mucho miedo hacer el clásico chico guapo porque yo quería que fuera un chico, además de guapo, con la moda de los 50, que fuera elegante… Entonces tenía que hacer a alguien que a ese nivel fuera un hombre bastante débil, un hombre que no fuera el arquetipo de masculinidad sino un tipo al que la vida le viene verdaderamente grande. Tiene muchas cosas con las que está muy rayado y tiene un pasado que que no consigue asumir y entonces todo eso le va dando forma, además también vas dejando que salga la experiencia que tú tienes de observar a la humanidad, que es algo que yo creo que cuando te interesa un poco la ficción es algo que debes hacer. No sólo ver ficción sino interesarte también porqué me gusta tanto este personaje, porqué es tan maravilloso … Los personajes de The wire, de Mad men, … ¿porqué me gusta? y puedes realmente llegar a una conclusión pero también ver cuando tú estás en sociedad, como es la gente. porqué alguien que te cae muy bien y hoy es maravilloso, mañana te traiciona o le ves una debilidad pero pasado sigue siendo alguien encantador… Al final todo eso te va saliendo, lo vas manteniendo casi de forma inconsciente en la memoria y luego de buenas a primeras pues surge.
¿Cómo ha influido tu experiencia en la animación durante la creación de Contrapaso?
Una de las cosas buenas que me dio la animación, haciendo story board, era que tenía que bregar con cómo contar un guion que te viene dado. Te dan un guion para media hora de episodio y tú tienes que dividir eso en planos. Tienes que ver cómo lo quieres contar, movimientos de cámara, qué información vas a dar en cada plano… eso es muy parecido a lo que vas a hacer luego en cómic aunque, por supuesto, en cómic la unidad de tiempo es diferente, el espacio de la página debe funcionar como un todo, cuando acabas también el giro de página tiene su porqué… Entonces hay ciertas particularidades del cómic que no es lo mismo para nada que el cine pero sí tienen muchas cosas en común. Que si tienes una buena experiencia en narrativa de cine te va a dar mucho oficio para enfrentar un cómic y ya, ese nivel, a mí es que me gusta mucho eso. Cuando releo, por ejemplo, o veo una película dos veces me gusta siempre poder descubrir cosas que enriquecen. Tengo muy claro lo que estoy contando en cuanto a la línea de acción principal en mi historia, como la estoy narrando en el cómic, pero luego me gusta que en los entornos siempre haya pequeños detalles que te van a dar información extra. Entonces para el lector que es cuidadoso, que está leyendo despacio, o para el que quiere releer siempre me parece que está bien que el libro siga vivo un tiempo después y que con la relectura siempre descubras nuevas cosas y el relato se haga mayor.
¿Qué futuro les depara a nuestros protagonistas tras Contrapaso? ¿habrá una continuación?
Sí, estoy trabajando ya en el segundo episodio. En el guion que está ya firmado y en producción. Quiero que hable un poco del cine de los años 50 en España, de la censura de cine sobre todo, además en la censura de carteles de cine que es como una cosa así ya específica. Del desembarco de los estudios americanos, de los grandes estudios, para hacer súper producciones que empezó más o menos por entonces. La lucha cultural y artística entre los que apoyaban el neorrealismo y los partidarios del cine más patriótico, de exaltación nacional y de entretenimiento… Entonces todo eso es un ambiente que me interesa mucho, que lo estaba investigando. Está lleno de posibilidades y, por supuesto, seguir avanzando con la historia de los personajes: su historia personal, de porqué Sanz abrazó el fascismo, porqué ahora está tan decepcionado… también qué historia personal tiene detrás. Seguir con la historia de León y cómo va a encontrar la manera de seguir conviviendo con su prima con todo lo que arrastran… y un nuevo caso de thriller, un caso negro que tendrán que descubrir.