Literatura

Persons non grata

Un detective que se enfrenta a horrores cósmicos para pagar el alquiler protagoniza las dos novelas cortas (o relatos largos) que incluye el libro Persons non grata de Cassandra Khaw, publicado por la editorial Mai més.

Persons non grata

Con la llegada del siglo XXI, el terror cósmico y la obra de H. P. Lovecraft han estado más presentes que nunca. El horror existencial y la impotencia ante terrores que van más allá de la comprensión humana son las bases del género perfeccionado por Lovecraft. Elementos que encajan perfectamente con la angustiante y crispada actualidad que se vive en todo el mundo. Lamentablemente, vivimos en un caldo social perfecto para que este género fructifique.

Sin embargo, las incorporaciones contemporáneas al género se diferencian de las producidas hasta los años 90 del siglo XX, que simplemente trabajaban con el terror cósmico y el horror lovecraftiano desde una perspectiva moderna, en que también reinterpretan la obra de Lovecraft. Por ejemplo, los guiones de Alan Moore en Neonomicon y Providence se dedican a hacer explícitos y poner en primer plano temas que en Lovecraft se encuentran soterrados, como el sexo. Matt Ruff en su novela Territorio Lovecraft contrasta el terror cósmico con el opresivo racismo bajo el que viven los protagonistas de la novela.

Lo que nos lleva a Cassandra Khaw y Persons non grata. Khaw también introduce dosis de alegoría social en sus historias. En el primer relato, Cops de martell, ossos trencats, Persons es contratado por el joven Abel para que mate a su padrastro para que deje de maltratarlos. El padrastro es algo más que un simple maltratador, su naturaleza abominable no es del todo humana, como rápidamente deduce Persons. Presentando así la naturaleza inhumana del maltratador de forma alegórica y literal al mismo tiempo. Con una prosa cortante, llena de alusiones sensoriales y texturas descritas de forma breve pero contundente, este primer relato es un híbrido de noir y terror, que recuerda a las aventuras del John Constantine de los cómics o las de Harry D’Amour en los cuentos y novelas de Clive Barker. Aunque la prosa de tipo duro en ocasiones suena algo forzada, Cops de martell sumerge al espectador en una atmósfera brutal con éxito.

En el segundo relato, Una cançó de quietud, Persons tiene un papel secundario, pero igualmente importante. Igual que hizo Matt Ruff, Khaw le da la vuelta al racismo presente en algunas historias de Lovecraft, para denunciarlo a través de su protagonista, un saxofonista que guarda dentro de sí una terrible canción. El músico con habilidades sobrenaturales es un tema clásico que Khaw mezcla con elementos lovecraftianos, como hiciera el propio Lovecraft en el cuento La música de Erich Zann. El resultado es una novelette angustiante y efectiva, aunque el final resulte algo predecible.

En conjunto, el libro de Cassandra Khaw ofrece una interesante mezcla de temas clásicos con perspectiva moderna que puede servir como introducción al terror cósmico, así como satisfacer a los fans del género.


Portada de Persons non grata
John Persons és un investigador privat amb experiència en l’ocultisme, ja que ell mateix és una intel·ligència antiga i màgica. Durant el curs de la seva existència ha caçat déus i dimonis, i els ha esmicolat entre les dents.
Formato: 212 págs. B/N Rústica con solapas. 12,5 X 19,5 cm.
ISBN: 978-84-120576-2-1
Editorial: Mai Més

© Imágenes: Mai Més & Xulia Vicente