La plataforma de streaming Netflix ha apostado últimamente por las series de anime. De hecho se ha convertido en el espacio televisivo ideal para los amantes de este popular género de animación japonés. A la larga lista ya disponible ha añadido recientemente la continuación de la serie Kakegurui.
La trama de esta serie de anime tiene lugar en la Academia Privada Hyakkaou. Un centro de estudios de gran prestigio reservado únicamente a los hijos de las personas más poderosas e influyentes de la alta sociedad japonesa.
En esta escuela de élite el coeficiente de sus alumnos no se mide por su nivel cultural ni por su rendimiento académico, sino por sus habilidades en el juego. Los juegos de azar están legalmente reconocidos por el consejo estudiantil, por lo que no sería raro ver a sus alumnos jugando en Jackpot City Casino.
En este sentido, es tal el nivel de juego permitido que, los alumnos adquieren grandes deudas llegando a perder incluso hasta su propia autoestima y dignidad. Este hecho convierte a los perdedores en mascotas, propiedad de los ganadores; sus amos.
Una estrategia que de alguna manera identifica esta serie y la hace competir con otras muchas de su misma categoría. Asimismo, cabe destacar que el significado del título de la serie, Kakegurui, se puede traducir al castellano como «locos por las apuestas».
Netflix alberga un amplia cartelera de este género de animación con títulos como: Aggretsuko, B: The Beginning o El Bosque del Piano, entre muchos otros. Las series de anime japonesas disfrutan de un restaurado éxito a nivel mundial debido a la incursión de las plataformas de streaming como Netflix. Este género producido en Japón dispone de diversas categorías y para diferentes públicos. En tal contexto podemos encontrar series de drama, gore e incluso de contenido para adultos. Esta diversidad de contenidos ha hecho posible que este tipo de dibujos animados sea en la actualidad un auténtico boom a nivel mundial.
Asimismo, otro factor determinante por el que Netflix, y otras plataformas, ha apostado por este género es el coste de sus derechos de presentación. Estos resultan mucho más económicos que los derechos de una serie con actores reales, principalmente las de ciencia ficción o fantasiosas. No obstante, aunque este género japonés se encuentra en una clara línea ascendente a nivel internacional, en España le ha surgido un serio problema.
Este problema se ve reflejado en la mala fe de la piratería; mientras que en países como Alemania, Francia o el mismo Japón esta actividad es totalmente secundaria. Estos países poseen una legislación mucho más severa en este sentido y su población tiene un concepto más arraigado de la gravedad que supone este acto.