Literatura

Lizzie: la estudiante que vendió sus bragas y acabó convertida en obra de arte

La última novela de Patricia Muñiz (Play Room, Corriente sanguínea) tiene un título que no deja indiferente, Lizzie: la estudiante que vendió sus bragas y acabó convertida en obra de arte. Podría tirar de tópico, que está fresco y de oferta, y deciros que no estamos ante una novela erótica más. Pero mentiría. No porque Lizzie no se lo merezca sino porque yo no tengo suficiente bagaje en novela erótica para poder dictaminar con ese desparpajo. Así que, en lugar de usar un eslogan manido, os contaré porque creo que Lizzie es mucho más.

Lizzie: la estudiante que vendió sus bragas y acabó convertida en obra de arte

Lizzie es un caleidoscopio de testimonios que recoge una periodista, Chloé, que investiga sobre la última exposición de un artista transgresor, Turner Davies. De este modo, la novela nos narra cómo vive y siente Lizzie sus primeros pasos en la venta de ropa usada a través de internet, pero también cómo vive y siente Sylvain que la acompaña en esta aventura y cómo vive y siente Brigitte, una diva de la ropa usada que se cruza física y metafóricamente en el camino de Lizzie: una estrella nace mientras otra empieza a apagarse.

Con retazos de entradas en blogs, transcripciones de grabaciones de voz y diarios personales, la historia va conformándose a partir de la visión y reflexiones de cada uno de esos tres personajes protagonistas, jóvenes buscando su lugar en el mundo. Estamos ante una novela de personajes, donde ellos son el motor y el sentido de todo: sus aciertos, sus errores, sus dudas, sus miedos, sus sueños. Patricia consigue meterse en la piel de cada uno de ellos y ofrecernos una novela coral en que la sensualidad y el erotismo impregnan sus páginas.

A través de un argumento que atrapa, Patricia nos va desgranando situaciones que, al menos a mí, me han hecho darle vueltas en la cabeza a muchos temas subyacentes ¿dónde están los límites del arte? ¿Los tiene? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar para encontrarnos a nosotros mismos? ¿Necesitamos cada vez estímulos más fuertes? ¿Qué papel juega en nuestras vidas la tecnología moderna, esa que permite que nuestros pensamientos queden en una cinta de audio o una página de internet mucho tiempo después de que nos hayamos extinguido?

Lizzie huele a París, a Jim Morrison, a habitaciones en penumbra donde se desdibujan artificio y placer, deseo y dinero, comprensión y juicio, control y libertad.

Considero que Lizzie ha sido una de mis lecturas más interesantes de este 2015 porque es un libro que nos cuenta una historia interesante y muy visual, porque en su aparente sencillez esconde muchos substratos en que ahondar y porque es un libro que no da respuestas sino preguntas.

Lizzie: la estudiante que vendió sus bragas y acabó convertida en obra de arte. Rústica. 328 páginas. Tamaño 12,5 x 20,5 cm. ISBN: 978-1516913923

Escrito por: Ignacio J. Borraz

Lizzie: la estudiante que vendió sus bragas y acabó convertida en obra de arte
Chloé, una joven periodista intentando sobrevivir en un mundo de hombres. Brigitte, una estrella perdida en el laberinto de internet. Y Lizzie, la estudiante que vendió sus bragas y acabó convertida en obra de arte. Tres mujeres que iniciarán un viaje por el lado más salvaje de internet para encontrarse a sí mismas. Tres mujeres que vivirán triángulos amorosos y obsesiones fetichistas. Una odisea donde la frontera entre pasiones ocultas, tecnología y arte, se difumina.

Basada en testimonios reales

ISBN: 978-1516913923
Available in Paperback