Las chicas y los chicos que actúan de manera diabólica con otras chicas y chicos es porque tienen envidia. No importa dónde estés. Estoy escribiendo y la secadora lleva 5 horas y 47 minutos en marcha y huele a chamusquina. Yo no sé ya qué hacer, pero lo importante es, recuerdes lo que recuerdes, si algo sale como no esperabas o tu camino se ha torcido por culpa de algún hijo puta, lo sabio es afrontarlo y pasar del tema a máxima potencia, a otra cosa mariposa. Y sí, las mariposas volaban de noche, ¿quién dijo que no? Oíamos las ranas en la oscuridad del bosque mientras los niñatos se drogaban y bailaban ska barato de fondo en la casa. Los gnomos nos protegían en la distancia, pero más bien creo que era yo y mi poder de ángel protector. Desde Renton a vete a saber dónde.
Sonríe, no tienes caries, decía y dice la Barbie dentista, ¿alguien se acuerda? Los dinosaurios gigantes de las cunetas ya no se avistaban. El estado de Washington está lleno de pinos hermosísimos, ríos, lagos, cascadas y nada más interesante. En Seattle lo único que merece la pena es Fantagraphics y robar pañales con tiras de blanqueantes dentales para restregárselos por la cara a quién se atreva a juzgaros con su cerebro chamuscado lleno de pedantería corrosiva. Vaya, la secadora justo ha parado ahora y el silencio es lo más parecido a la sensación de estar en el cielo nevado. En Oregon la gente no tiene alma, sólo tocan violines medio desnudos en bares caros.
Un huracán acecha mi melena. Me toco el pelo y se me queda graso. Adéu. Todo empieza y todo acaba. Creo que volveremos a comunicarnos en otro momento interestelar, pero ahora tengo que acabar de redactar mis archivos secretos para el Pentágono. Lo siento chicas y chicos, las ranas ya me dijeron que esto acabaría así. Las paredes podrían tener un color de pintura más bonito y la gente podría dejar de consumir tanto entretenimiento vacío y mainstream vomitivo. Arco iris por todos lados. Me preguntan si tengo amigos dispuestos a colaborar. La respuesta es sí. Aquí dicen «I heard…» porque no saben ni por dónde empezar.
Las despedidas no existen. Lo siento, tengo que irme. OK, bye.
Two hearts that beat as one
qué bonito es compartir
¡sí! localizaciones de la serie twin peaks
Portland vs Seattle
¡No olvidéis sintonizar Highland Park TV!
Más vale sola que mal acompañada
La vida es así
Cosas que no entiendo