Cuando una polémica ley, que quiere regular la facilidad con que se compran armas en Estados Unidos, inicia su recorrido para ser votada, todos esperan que Elizabeth Sloane (Jessica Chastain), una experta creadora de opinión que trabaja para un poderoso lobby, consiga que se apruebe con facilidad. Pero todos se sorprenden cuando Sloane decide asociarse a un humilde lobby progresista con pocos medios e inicie una batalla contra el poderoso lobby de las armas. Sloane puede que ahora se enfrente a la primera derrota de su carrera.
El caso Sloane (Miss Sloane, John Madden, 2016) es un thriller político que busca recuperar el estilo que en los años setenta nos dio grandes clásicos como Todos los hombres del presidente (All the President’s Men, Alan J. Pakula, 1976), sin dejar de lado la nueva era digital. John Madden es un director sin personalidad marcada, un artesano que se dedica a narrar de forma efectiva, lo cual es una ventaja en una película como esta que cuenta con un potente guion del debutante Jonathan Perera. Madden mantiene un continuo ritmo trepidante y ágil, que mete de lleno al espectador en esta batalla por ganar la opinión pública. Igual que sucedía en los títulos del género de los años setenta, además de entretener, el film contiene mensajes de reflexión política y social. Estos mensajes están integrados en la trama y muchas veces proporcionan las escenas más tensas y logradas, por lo que nunca se tiene la sensación de que se quiere predicar o soltarle un discurso al espectador.
Esta eficacia narrativa tapa que su estructura es bastante clásica y, por ello, algunos de sus giros son predecibles si uno ha visto algún otro título del género. Por otro lado, no podemos olvidar que el título original de la película es Miss Sloane: el film es también el estudio de un personaje, en este caso el implacable personaje interpretado por Jessica Chastain. Un personaje que parece representar lo peor pero también lo mejor de los lobby, enlazando así su estudio dramático con su trama política.
Un film de estas características, centrado en las interpretaciones, necesita un fuerte reparto que aguante sin problemas el peso de la película y que mantenga enganchado al espectador. Algo que El caso Sloane cumple de sobras, ya que tiene un sólido reparto de actores y actrices de carácter. Obviamente, destaca Chastain, ya que todo gira alrededor de su personaje, pero entre los secundarios encontramos artistas de talento como Alison Pill, Mark Strong, Sam Waterston y el gran John Lithgow.
Con un sólido guion, un sólido reparto y un director artesanal que une ambos de forma eficiente, El caso Sloane resulta en un entretenido thriller político que puede hacernos reflexionar sobre cómo, en ocasiones, nos dejamos manipular sin que nos demos cuenta.
Estreno en las salas españolas el 19 de mayo