Es posible que el nombre de Armando Iannucci no le diga nada a muchos. Pero si os digo que es el director y guionista de In the Loop (2009) y el creador de la serie Veep (2012), la cosa ya cambia. O tal vez no. En todo caso, su talento para la sátira política brilla en esta adaptación del cómic francés La muerte de Stalin de Fabien Nury, y el dibujante Thierry Robin.
La película La muerte de Stalin (The Death of Stalin, 2017) nos sitúa en el último día de la época del terror de Josef Stalin y Lavrentiy Beria. Con la muerte de Stalin (Adrian McLoughlin), se inicia una lucha por el poder entre una facción dominada por Beria (Simon Russell Beale) y otra encabezada por Nikita Khrushchev (Steve Buscemi). Esta lucha es el centro de la película, presentada como una cómica farsa inspirada en la historia real.
Los sucesos reales podrían haber dado para un drama histórico en forma de brutal thriller, pero la decisión de narrar estos hechos a través de la comedia negra es muy acertada ya que permite reflejar mejor el absurdo de lo que sucedió. Aunque el hecho de ser una comedia no implica que se aleje de los elementos más brutales e inquietantes del régimen de Stalin, por mucho que el revisionismo histórico de la actual Rusia intente disimular el hecho de que Stalin fue un dictador que mandó ejecutar a millones de personas. Por eso en Rusia esta película ha sido prohibida.
Este equilibrio es uno de los grandes aciertos del film, capaz de provocar carcajadas y horror en el espectador casi al mismo tiempo. El otro gran acierto del film es su numeroso y fantástico reparto. Destaca en primer lugar Steve Buscemi como Khruschev, ansioso por reformar el país creando distintas tramas para conseguirlo. También tenemos un gran Michael Palin, cuyo pasado como Monty Python resulta muy útil, especialmente en escenas como la de la votación del comité, que recuerda a las discusiones del Frente Popular de Judea en La vida de Brian (Life of Brian, Terry Jones, 1979). Papeles secundarios como el de Jason Isaacs y Paddy Considine acaban de redondear el genial reparto.
Puede que a primera vista, por su argumento, no parece que sea una película muy atractiva, pero La muerte de Stalin es una comedia negra como el carbón que divierte de principio a fin, sin dejar de ilustrar al espectador sobre terribles hechos históricos.
Estreno en las salas españolas el 9 marzo