Tras unos años de ausencia, la directora Sally Potter, famosa principalmente por Orlando (1992), regresa a nuestras pantallas con una ácida comedia llena de humor negro: The Party (2017).
La fiesta a la que hace referencia el título es la que da Janet (Kristin Scott Thomas). El motivo: celebrar que ha sido nombrada ministra de sanidad de la oposición. Una fiesta selecta a la que solo están invitados amigos íntimos de Janet y su esposo Bill (Timothy Spall). Todo va bien hasta que Bill hace un terrible anuncio. A partir de entonces todo degenera rápidamente, saliendo a la luz secretos del pasado y soterrados sentimientos.
Sería bastante fácil trazar paralelismos entre The Party y Un dios salvaje (Carnage, 2011), la adaptación cinematográfica de la obra de teatro de Yasmina Reza que dirigió Roman Polanski. Ambas tienen el mismo tono que mezcla humor negro y sátira de la clase media alta progre. Sin embargo, el nuevo trabajo de Sally Potter también me hizo pensar en el excelente film de terror La invitación (The Invitation, Karyn Kusama, 2015), con su tensión soterrada y su aire de perpetua amenaza.
Potter inicia su película con un plano en el que una nerviosa Kristin Scott Thomas apunta con una pistola al espectador. A partir de ahí retrocedemos al inicio de la fiesta, para ver cómo se llega hasta ese punto. Con una crudeza y una cercanía propia de una obra de teatro, los en un principio amables, correctos y cariñosos amigos empezarán a sacar los puñales para disfrute del espectador. A medida que la situación se va haciendo más tensa, el humor negro va cogiendo las riendas de la narración, sustituyendo a la sátira de los progres de clase alta. Como si fuera el lado oscuro de los intelectuales pijos que aparecen en las películas de Woody Allen.
En una película como esta es esencial un buen reparto que transmita la realidad de los personajes, algo que no falta en esta fiesta. Además de Kristin Scott Thomas y el siempre estupendo Timothy Spall, nos encontramos como invitados a Patricia Clarkson, Bruno Ganz, Cherry Jones, Emily Mortimer y Cillian Murphy. Todos ellos aportan cierta realidad a unos personajes que no dejan de ser caricaturescos arquetipos.
Aunque el film es muy divertido, si uno disfruta con este tipo de comedia negra, resulta también un poco inquietante lo cercano que resulta el retrato de estos ingleses del tipo de personajes y mentalidad que nos encontramos en nuestra sociedad. ¿La maldición de la globalización?
Sea como sea, The Party es una excelente comedia negra que permite al espectador pasárselo bien viendo a gente pasarlo muy mal.
Estreno en las salas españolas el 16 de febrero