Llega a las pantallas la nueva incorporación al Universo Cinematográfico Marvel: Black Panther (Ryan Coogler, 2018), después de su presentación en Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War, Anthony y Joe Russo, 2016).
Pantera Negra fue creado por Stan Lee y Jack Kirby a mediados de los años 60. Fue el primer superhéroe africano en aparecer en las páginas de los cómics Marvel, que a finales de los 60 y primeros 70 incorporaría a los afroamericanos Halcón y Luke Cage (por cierto, ¿por qué no se ha traducido su nombre en la película cuando se le conoce como Pantera Negra en nuestro país?) en lo que serían los primeros pasos para incorporar la diversidad social en los cómics. Ahora, Chadwick Boseman da vida al príncipe T’Challa, la personalidad “civil” de Pantera Negra, en una película que demuestra una vez más la superior calidad de las películas UCM.
Marvel domina el género de superhéroes en la actualidad por su habilidad a la hora de reinventar el género y adaptarse a las necesidades de cada personaje. Mientras sus competidores (aunque con la compra de Fox por parte de Disney ya solo le queda un competidor) ofrecen más o menos la misma historia protagonizada por distintos personajes, Marvel mezcla géneros y estilos continuamente. En el caso de Black Panther, el film de Ryan Coogler es parte James Bond, parte drama shakespeariano, sin que falte la épica Marvel. El film cuenta como T’Challa es coronado rey de Wakanda y empieza su gobierno con todo a favor. Sin embargo, la aparición de Ulysses Klaue (Andy Serkis) pondrá en marcha una serie de eventos que hará que todo se le ponga en contra a T’Challa. Contar más sería arruinar la película a los espectadores, baste decir que su desarrollo se aparta de lo que el espectador medio entiende como “una típica peli de superhéroes”.
Por supuesto, la estructura de la película sí que resultará familiar a los lectores de cómics, en el sentido que sigue el esquema del arco Born Again que protagonizó en los 80 Daredevil, un tipo de arco por el que tarde o temprano pasan todos los grandes héroes, ya sea como en El demonio en la botella de Iron Man o como en el Knightfall de Batman.
Dicho esto, he de admitir que no conozco a Pantera Negra como otros héroes de Marvel. Me resulta familiar principalmente por sus apariciones en otras colecciones. De modo que disfruté esta película desde el desconocimiento. Este hecho me permitió valorar la película por sí misma sin tener en cuenta el material en que se basa. Una valoración muy positiva, he de añadir.
El tono del film mezcla drama, acción y humor, sabiendo cuándo hacer reír y cuándo mantener la seriedad. El film transcurre en Wakanda, así que no es necesario haber visto ninguna de las anteriores películas del UCM, ya que no afectan a la trama más allá del accidente en las Naciones Unidas de Civil War, suceso que se explica detalladamente en Black Panther. Sí hay referencias al futuro del UCM, pero aparecen en las consabidas escenas post-créditos (y atentos que he dicho “escenas”).
La mejor manera de describir lo disfrutable que es esta película es que sería uno de los títulos que pondría a alguien que me dijera “bah, todas las pelis de superhéroes son iguales”. Solo las malas lo son, Black Panther se encuentra entre las mejores aportaciones del UCM. Muy recomendada.
Estreno en las salas españolas el 16 de febrero.