El pasado 25 de mayo presentaba el cómic El método Gemini de Magius en la librería Fatbottom de Barcelona, momento que aproveché para realizarle una pequeña entrevista ante el público para saber más acerca de la concepción de una de las mejores obras de cómic del año. A continuación extractos de lo que dio de sí el encuentro.
El método Gemini es una novela gráfica editada por Autsaider ambientada en los años 60 y 70, que comienza con un protagonista regordete al que le pegan la paliza madre y se caga encima. Con sed de venganza, el tipo cuando crece se hace el más chulo del barrio y comienza a ascender en la pirámide criminal de Nueva York. Todo gracias, también, a que su apellido coincide con uno de los capos de la mafia por lo que se hace pasar por su sobrino para comenzar a conseguir tratos favorables. Gracias a su experiencia previa como carnicero tiene un sistema propio (el método Gemini) para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas. 30 años de Nueva York, de mafias, de familias que se joden unos a otros…
Magius concreta que es una historia del crimen organizado de la mafia italoamericana de los 60 hasta comienzos de los 80. La historia de un tipo que comienza un negocio turbio, porque es un empresario, pero su sueño desde la infancia de formar parte de la mafia persiste y no se detiene hasta entrar en un club selecto que controla la ciudad desde la oscuridad.
¿En qué momento surge que quieras contar la historia de El método Gemini?
Tengo gran interés por la historia de la mafia, de películas como las de Scorsese, sobre todo, y series como Los Soprano, aunque es normal porque estos beben de Scorsese. Pero El método Gemini encaja más con las películas de Scorsese ya que Malas calles o Uno de los nuestros son de la misma época del cómic. Incluso películas como Taxi Driver o Fiebre del sábado noche sin ser de gangsters entra en mis intereses porque tienen el submundo de Brooklyn de esa época.
Entiendo, de los barrios bajos de Nueva York, más que de las altas esferas.
¿Y cómo es que te centras en mafiosos más cercanos que no, por ejemplo, en Al Capone que hubiese sido una historia de mafia más fácil de contar.
Porque suele ser lo típico, por ejemplo Torpedo es un gangster más de los años 20, es el típico que verías de películas como Scarface de 1932 o películas antiguas de la época. Me interesaba hacer algo más que lo típico, metiéndome de lleno en la mafia pero más sobre sus rituales de iniciación, sus mecánicas… realmente en cómic nunca se había tratado.
¿Acudiste a la búsqueda de documentación e información antes de lanzarte a crear el guion del cómic o partiste de una forma más impulsiva partiendo ya de tus conocimientos previos.
Partía de un conocimiento de lo que era la mafia, pero realmente sí que estuve investigando y documentándome ya que me gusta mucho este mundo.
Considerarías entonces El método Gemini como una historia estrictamente verídica o, de lo contrario, hay algo de interpretación libre.
Al principio es mucho más complicado meterse en una historia con datos reales pero cuando ya llevas un buen número de páginas realizadas, y ya es tuya la historia, el guion está en tu cabeza, pues lo vas sacando fácilmente. Desde el vestuario que has visto en películas, los coches, … por lo que tiene un poco de todo.
¿Qué ha sido lo más difícil de enfrentarte a realizar tu primera novela gráfica de más de 200 páginas? O no estaba previsto que fuese tan larga
Lo imaginé como un cómic de 100 páginas, pero la historia necesitaba más porque si no quedaba mucho por contar. Toda la primera parte es más de introducción de los personajes y al final es todo acción.
Por lo que partiste con un inicio y un final ¿pero ha habido algún tipo de recorte de lo que tenías preparado?
Sí, algún recorte hubo ya que te planteas una fecha para publicar el cómic y según se acerca el día pues miras si algo sobra para definir mejor la historia y llegar a tiempo.
El estilo gráfico es el personal con el que te has presentado ya en tus fanzines y que mantienes en El método Gemini pero lo que es curioso es la elección de colores. Has elegido los cuatro colores primarios (rojo, azul, amarillo y negro) ¿Ha sido de forma premeditada, tiene algún sentido oculto o fue mientras comenzaste a colorearlo?
Sí, son los colores primarios con la idea de darle un toque infantil al cómic, de un niño que quiere ser gangster. Los colores primarios son primitivos y también provoca un ambiente muy delirante, de locura, de atmósferas opresivas… el cielo de color amarillo resulta muy opresivo y da mal rollo. También son unos colores que juntos quedan muy terroríficos…
La verdad es que es un punto fuerte del cómic, la mezcla de colores de forma no aparentemente lógica y que queda muy bien. ¿Te costó darle una coherencia interna con estos colores?
Fue buscar y probar hasta dar con una profundidad idónea. Los colores te van hablando «esto queda mejor así», «esto tiene un significado más profundo de esta forma» y tú vas haciendo caso hasta que todo encaja. Pero es difícil con tres colores combinar todo tipo de situaciones.
Funciona y lo mejor es que con tanta sangre en el cómic y no empleas el rojo como uno de sus colores.
En otros trabajos tuyos como el fanzine Witchcraft o América te basas en personajes reales como Frank Sinatra o Marilyn Monroe, o historias centradas en Estados Unidos turbulentas, de trapicheos, … ¿te atrae Estados Unidos o ese tipo de historias, o ha sido todo un poco casualidad?
Estados Unidos no me había atraído mucho pero el tema de la mafia, luego con Hollywood, el satanismo, el crimen organizado y estos temas sí que me atraía. De hecho fue un poco el germen de El método Gemini. América es un fanzine que hice hace años y se basa en una peli de Scorsese (Gangs of NY).
Hay violencia, sangre, sexo… ¿Cómo fue tu relación con la editorial Autsaider cómics?
No hubo problema, les mostré el trabajo, les gustó y simplemente fueron revisando el trabajo según avanzaba y si veía algo raro me avisaban. Pero realmente no ha sufrido muchos cambios.
¿Y cómo se interesa Autsaider por el proyecto?
Les presenté el proyecto, ya que había trabajado con ellos en las cajas de mini-cómics. Primero fue uno que era totalmente diferente y no les encajó así que lo saqué en fanzine. Después les presenté este y ya fue «pues venga, adelante».
Después de haber tratado la mafia americana, no te animarás a hacer una de nuestros mafiosos, los políticos españoles?
Lo he pensado, je, je