Conocido hasta ahora por sus divisivas películas de terror para adultos, Eli Roth dirige La casa del reloj en la pared (The House with a Clock in Its Walls, 2018), una película de fantasía y terror para toda la familia.
Tras la muerte de sus padres en un accidente, Lewis Barnavelt (Owen Vaccaro), un tímido niño de diez años, se va a vivir con su peculiar tío Jonathan Barnavelt (Jack Black). Lewis pronto conoce a la vecina y amiga de Jonathan Florence Zimmerman (Cate Blanchett), cuyo comportamiento es tan extraño como el de su tío. Más extraña aún que Jonathan y Florence es la casa en la que viven Lewis y su tío. Una mansión gótica que oculta muchos secretos y en la que se esconde una maldad que pondrá en peligro la existencia de toda la humanidad.
Cuando he mencionado que es una película para toda la familia, quería decir exactamente eso: la pueden disfrutar tanto niños como adultos. El film adapta la novela infantil de John Bellairs, publicada por primera vez en 1973, expandiendo y añadiendo material que la hace más interesante y sólida que si fuera solo para niños, sin tratar con condescendencia a su público. Roth nos ofrece, en la que sea posiblemente su mejor película como director, una entretenida aventura gótica que bebe del espíritu del cine juvenil de los 80. Esta influencia se nota especialmente cuando se cuenta el pasado de Florence Zimmerman, utilizando un recurso que está sacado directamente de Una pandilla alucinante (The Monster Squad, Fred Dekker, 1987); estoy seguro de ello porque el pasado de Florence es inventado para la película y no aparece en el libro de Bellairs.
Enriqueciendo de esta forma la historia, es posible que el espectador adulto se sumerja en la aventura que vive Lewis. También contribuye el look del film, ambientado a mediados de los 50, con su enorme y misteriosa casa, sus muñecos inquietantes y las escenas en cementerios cubiertos de niebla. En el diseño del film sin duda influyeron las ilustraciones del gran Edward Gorey, cuyos dibujos daban vida a todas las novelas de Bellairs dedicadas a las aventuras de Lewis Barnavelt y al que se hace homenaje en los títulos de crédito. Incomprensiblemente, la edición española del libro La casa del reloj en la pared no contiene ninguna de estas ilustraciones, optando por dejar las páginas en blanco.
Volviendo al film, además del fantástico diseño de producción, esta cuenta con las interpretaciones de Jack Black, más contenido y efectivo que de costumbre, y de una siempre estupenda Cate Blanchett. Kyle MacLachlan interpreta al villano, exprimiendo al máximo su escaso tiempo en pantalla.
Eli Roth maneja muy bien todos los elementos a su disposición, creando una aventura gótica llena de magia que podéis disfrutar aunque no tengáis diez años.