Se tiende a pensar que las historias con personajes animales tendrán un tono infantil, de festividad y caricatura pero ya son muchas las veces que esto no es así pero no lo tenemos tan presente. Una historia de perros viejos es un claro ejemplo, este es un cómic maduro con aires de novela negra guionizado por Manuel H. Martín y dibujado por Juanma Espinosa en el que los personajes son perros y están envueltos en tristeza y violencia.
En casa de Munny las cosas han cambiado por lo que decide marcharse y vagar por las calles de la ciudad. En su travesía hasta un sitio tranquilo en que pasar sus últimos días se cruzará con Chica, una perrita que está siendo perseguida por una bandada de perros callejeros a la que decidirá ayudar. Viejos amigos y nuevos peligros serán otros compañeros de viaje del perro protagonista.
En la línea de la película animada The Plague dogs (por tono y protagonistas perrunos que no por historia), Munny, Chica y el resto de personajes serán muy cercanos para el lector a pesar de que su caracterización animal no sufre ningún tipo de licencia antropomórfica. Son perros y se comportan como tal.
Una historia de perros viejos encantará a los amantes de las buenas tramas de género negro, de personajes solitarios en las últimas en búsqueda de su redención y de enfrentamientos contra clanes mafiosos… es también un pseudo western con protagonistas atípicos ambientado en la actualidad.
Manuel H. Martín escribe un guion magnífico que nada tiene que envidiar de Sergio Leone, Clint Eastwood o Sam Peckimpah, sus confesadas influencias cinematográficas. Juanma Espinosa ilustra con acierto en un blanco y negro potente y con un realismo trasladando al lector todo el miedo y dolor que sus personajes protagonistas viven.
Sin duda es un gran cómic que más allá de ser un gran debut de sus autores y de recibir con grata sorpresa su decisión de contar la historia con canes… te topas con una trama que te atrapa enseguida y que finalmente te sobrecoge el corazón. Para leer, releer y recomendar de forma constante. Reclamamos que este sea ya un clásico instantáneo de la historieta española.
