Ruby es la nueva incorporación al panteón de personajes de DreamWorks, tras Shrek, Po y los dragones de la saga Cómo entrenar a tu dragón. Se trata de la protagonista de Ruby, aventuras de una kraken adolescente (Ruby Gillman, Teenage Kraken, Kirk DeMicco, Faryn Pearl, 2023) La nueva heroína es una adolescente, además de una criatura marina de la mitología nórdica, ¿Alguien propone algo mejor?
Los Gillman son una familia de krakens que vive infiltrada entre humanos. Los Gillman desvían las sospechas de los humanos que los rodean afirmando que son canadienses, la misma estrategia que utilizaban los caraconos, aunque ellos aseguraban ser europeos (¿alguien se acuerda de Los caraconos [Coneheads, Steve Barron, 1993]?). La plácida existencia como típica adolescente de Ruby se desmonta cuando descubre que, en contacto con el agua, se transforma en una kraken gigante. Pero, lejos de ser un monstruo terrible, Ruby descubre que ser una kraken gigante trae consigo la responsabilidad de enfrentarse a las terribles amenazas marinas que buscan conquistar el mundo, como las temibles sirenas.
Esta película de animación muestra, como ninguna, la antagónica relación de DreamWorks con Disney. Las películas de DreamWorks encontraron su nicho cuando decidieron buscar el éxito desmarcándose de las películas de Disney, para ello se presentaban como mucho más irreverentes y modernas. Así que no debe ser casualidad que la enemiga de Ruby en esta película sea Chelsea Van Der Zee, una sirena pelirroja tan popular como egocéntrica, que en su forma adolescente recuerda bastante a una versión juvenil de la Ariel animada de Disney. Pero este toque irreverente no evita que sean más que obvias las similitudes entre Ruby y la excelente Red (Turning Red, Domee Shi, 2022). Ambas tienen como protagonistas a chicas que descubren que se transforman en criaturas gigantescas al llegar a la adolescencia, lo que provoca tensión en la relación de las protagonistas con sus respectivas madres. Cierto es que el uso de la transformación en criaturas como alegoría de los cambios de la adolescencia no lo inventó Red, se lleva usando desde hace décadas, sobre todo a partir del estreno de Yo fui un hombre lobo adolescente (I Was a Teenage Werewolf, Gene Fowler Jr., 1957).
Por suerte para el espectador, Ruby, aventuras de una kraken adolescente tiene suficiente personalidad como para que sea fácil dejar de lado las similitudes entre ambas películas. El frenético ritmo del film ofrece suficiente comedia y acción para mantener entretenido al espectador de principio a fin. También ayuda el diseño de los personajes y de la producción en general, que utiliza el motivo marino de forma original en un territorio que también ha sido muy explotado.
En definitiva, es dudoso que con esta película DreamWorks destrone a Disney, pero es ideal para ir a ver en la temporada veraniega, ofreciendo 90 ajustados minutos de entretenimiento.
Ruby: Aventuras de una kraken adolescente
La dulce y algo torpe Ruby Gillman, de 16 años, solo quiere encajar con sus compañeros del instituto Oceanside High, pero siente que es invisible. No puede juntarse con las chicas y los chicos guay en la playa porque su sobreprotectora madre, le tiene terminantemente prohibido meterse en el agua. Pero cuando por fin se salta la prohibición nº 1 de su madre, Ruby descubre que desciende de las grandes reinas guerreras de los Kraken y que está destinada a heredar el trono de su imponente abuela, la Reina Guerrera de los Siete Mares.
Guion: Pam Brady, Kirk DeMicco, Elliott DiGuiseppi y Brian C. Brown (Historia de Pam Brady)
Reparto principal: Jane Fonda, Lana Condor, Toni Collette, Colman Domingo, Blue Chapman, Will Forte
