Tres ladies deambulan como autómatas por la lavandería en la que trabajan. Es una lavandería que impone sus condiciones, y no sólo las que dicta su convenio laboral, que las explota, sino otro aún más demoledor: el constante cuestionamiento sobre “¿qué es una mujer?”.
Ellas son: Rose, la lady que dice; Laurie, la lady que está siempre mirando; Monique, la lady que sueña. Pero luego nace Lucy, la cuarta lady, o la luz. Esta última se une a la danza-espectáculo a veces absurda, a veces cómica pero también aterradora de estas mujeres que, para tratar de ofrecer una respuesta, transitan los lugares aparentemente reservados para las féminas: el trabajo en serie, la maternidad (¿necesaria?), la sexualidad, el matrimonio, pero por encima de todo la capacidad generadora, la imaginación, la música y la palabra poética.
Los textos elegidos y las canciones –que han sido arregladas por Sergi Sirvent e interpretadas en directo: teclados, guitarra, percusión- funcionan como eje que hilvana estas presencias corpóreas y simbólicas, las ladies, en su búsqueda constante de la respuesta a ¿qué es una mujer? Así, los poemas de Sylvia Plath o de Alejandra Pizarnik que ellas mismas recitan (elección significativa que parece apelar a una estética suicida) encarnan y actualizan la palabra femenina, contrapuesta al silencio. La palabra transida frente a la muerte.
De este modo, circulan mujeres de todo tipo: mujeres que se sienten mujeres, mujeres que no se sienten mujeres, mujeres que ignoran qué es ser mujer, mujeres que fueron hombres… pero ¿qué es una mujer? ¿Importa la pregunta? ¿Debemos encontrar una respuesta? Parece que no, pues cuando se lanza una aproximación, una interpretación mediante cualquier lenguaje humano, la mujer cobra forma y, por ello, puede ser moldeada, modificada y sometida. Y eso es algo que no quiere una mujer. Una mujer sabe, ante todo, lo que no es, porque sabe lo que no quiere.
Como en una isla, viven apartadas en la lavandería, en la que pasan día y noche, luz y sombras. Este espacio funciona como elemento atemporal, como contrapunto a la realidad que conocemos, es decir, la que tiene un discurso ordenador. Así, la isla-lavandería es el espacio virgen y no manipulado por el hombre, es decir, por el lenguaje del hombre. Es el espacio simbólico hacia el que sueñan partir estas ladies y quedarse.
Dirigida por Xavier Martínez Soler, Landrys: laundry de ladies es la obra teatral que nació en las aulas de Interpretación Musical y Escenografía del Institut del Teatre en el 2011. Posteriormente debutó a nivel profesional en los escenarios del Teatre de l’Aurora y llega ahora al Àtic22, un espacio singular al cual recomendamos asistir por la peculiaridad del espacio y la experiencia que como público vives al quedar inmerso en la escenografía de la obra.
Las actrices, de hipnotizantes actuaciones, trabajan cual espina dorsal para construir de forma incuestionable el denso ambiente de este atípico musical; desde sus recitales a los silencios y desde sus miradas hasta los pasos de baile. Laura Pau, Mònica Portillo, Rosa Serra i Torrens y Lucía Torres, son las ladies. Las canciones que interpretan son las conocidas “My funny Valentine”, “Baby it’s cold outside”, “Moon river” o «Göttingen», y son acompañadas por el músico Marc Mateu, el único hombre presente que, además, ejerce desde la sombra.
Desde las primeras notas musicales de la obra con la tradicional canción catalana El Testament d’Amèlia, compartimos la angustia con las ladies por saber… ¿qué es una mujer?, respuesta que tratarán de encontrar mediante los textos de Virgina Woolf, María Zambrano, Federico García Lorca, Heiner Müller, Marta Galán, Letitia Ilea, y las ya citadas Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik, además de recitar pasajes originales.
Landrys: laundry de ladies se representa en el ÀTIC22 (c/ de les flors 22, Barcelona) del 31 de mayo al 6 de junio.
Horarios: todos los días excepto lunes a las 20:30 horas.
Idioma: catalán, castellano, inglès, francés e italiano.
Duración: una hora y veinticinco minutos