Agente Morillas, es una ilustradora con sello personal, auto-retratada con una máscara de Hockey a lo Jason Vorhees de Viernes 13, publica una tira de humor de forma regular en la revista H Magazine, ha realizado varias cartelerías para salas de conciertos como La [2] de Apolo, Club Q. Zurich de Suiza, … Como parte de la emergente nueva ola de artistas dados a conocer por Internet, participa brevemente en la película Ingrid que se estrena esta misma semana en España, un experimento que mezcla a diferentes artistas en un lugar para que emerga la sinfonía perfecta entre músicos, ilustradores, performances, …
Eres bastante misteriosa pero sin embargo has trabajado y participado en muchas publicaciones, carteles, exposiciones… ¿Como lo haces, vas siempre cuchillo en mano a ver a los clientes?
Lo cierto es que no, que en el cara cara soy bastante más amigable de lo que al parecer la gente piensa que soy a través de mi obra y supongo que la clave de que a lo largo de todo este tiempo mi trabajo esté más o menos presente, es porque pese a las dificultades, me gusta mucho lo que hago e intento sobre todo trabajar y moverme.
Cuando y como nace tu identidad visual, ¿Fue con las viñetas en HMagazine?
No, realmente nació antes. Digamos que fue en Hmagazine donde me di a conocer, pero mi identidad visual nació un poco antes, casi sin darme cuenta. Por aquel entonces ya hacía mucho tiempo que yo era agentemorillas, había terminado de estudiar y mi futuro no existía. Me creé un fotolog, con la excusa y la obligación de poder ir dibujando casi diariamente, y allí fui colgando poco a poco pequeñas historias y ejercicios que me mantenían con la mente en activo y sin darme cuenta mi universo interior estaba ya tomando forma para los ojos de los demás.
Un encuentro de Agente Morillas con Jason Vorhees de Viernes 13, como sería. Acabarían con una sangrienta batalla o ¿surgiría el flechazo que necesita la melancólica niña-adulta?
Una batalla sería impensable, porque siempre he pensado en Jason como en una especia de padre o mentor. No es mi ejemplo a seguir, porque sus circunstancias y las mías son muy diferentes, pero sí que creo que somos dos incomprendidos que se esconden tras su máscara, y como referente mío que es siempre le he tenido mucho cariño, aunque si en lugar de en mi terreno me lo cruzara en el suyo, es probable que corriera como alma que lleva el diablo.
¿Sangre rosa? y eso…
Cuando era pequeña odiaba el color rosa, creo que fui la niña menos cursi de este mundo, pero conforme fui creciendo me fui dando cuenta de que el mundo adulto no era del todo el lugar que me gustaba, y que una parte de mí era y seguiría siendo niña para siempre, así que sin llegar a ser lo cursi que no fui nunca, incorporé a mi universo aquellos pequeños detalles que podían hacer que todo fuera un poco más dulce y en cierta manera menos agresivo. Lo cierto es, por otro lado, que el color rojo me perturba demasiado y a no ser que por exigencias del encargo haya de utilizarlo es otro de los tantos colores que no tienen cabida por ahora mismo en mi universo. manías, costumbres, simbología… en el fondo es una manera de dulcificar mi mundo, mi entorno, y convertir la sangre en chicle o en algodón de azúcar.
Trabajas mucho en digital, y has realizado grandes murales artesanales (como para el CCCB o el piso de Ingrid), ¿y el lápiz, lo usas? ¿Cual es tú método de trabajo?
El lápiz para mí es la herramienta fundamental. Todo cuanto dibujo ha sido previamente abocetado a lápiz, no sé trabajar directamente en digital, el primer paso a la hora de trabajar es empezar a plasmar con un portaminas y una hoja en blanco. Aunque lo cierto, es que este ejercicio se suele acabar ahí. Trabajo mucho digitalmente porque soy una persona muy pulcra en el arte final, muy detallista en cuanto a las formas, las manchas… y el ordenador me proporciona una comodidad y un resultado estético, casi matemático, que me llevaría mucho tiempo conseguir de otra manera y que para según que tipo de trabajos, como el que yo realizo dentro del mundo de la ilustración, no me sería posible. Pero en cuanto tengo la oportunidad y me salgo de estos parámetros me gusta mucho trabajar con rotuladores, acrícilos y lápices de grafito. La técnica depende sobre todo de la finalidad del proyecto, y por circustancias ahora no puedo dedicar todo el tiempo que me gustaría a pintar y/o experimentar, pero sin lugar a dudas es lo que más me gusta, me hace sentir un poco más libre.
Como surge la participación en la película «Ingrid».
Mi participación en Ingrid vino directamente de la mano de Eduard Cortés, el director, fue el quién ahondando en la historia empezó a navegar por la red en búsqueda de artistas, fotógrafos, músicos nacionales, que tuvieran presencia y actividad en el ciberespacio para participaran en la peli como ellos mismos y dieran veracidad a la historia. y así dio conmigo, a través de myspace, la red social del aquel momento.
¿Como llevas lo de intentar arrancar motos ajenas?
Jajajajajajajajajajaja!!! En fin qué puedo decir? Pues lo cierto es que no se me da tan bien como arrancar mía, por suerte no hay muchas del mismo color que la morimoto y no tengo que verme a menudo en la situación, porque como soy un desastre, todavía no me he aprendido la matrícula… jajajaja!!!!!
Si Agente Morillas pudiese clavarle el cuchillo a una persona real para sacarle todo lo rosa que tiene dentro, ¿Quien sería?
Hombre, podría tener a mucha gente en mi punto de mira, porque no soporto la intolerancia, la mala educación, la falta de honestidad y respeto hacia los demás, la soberbia, y todo lo que tenga que ver con un concepto estético de lo que la gente piensa que significa ser moderno, amén de la falta de sentido del humor, pero como, a tenor de la repulsión que todo esto me provoca, procuro ser una persona bastante comprensiva con el ser humano y sus circunstancias, procuro reprimir mis instintos asesinos como buenamente puedo, así que voy a dar nombres por si acaso no consigo contenerme algún día, poder seguir gozando de coartada.
Tras clavarle el cuchillo a la persona de antes ¿Que película escogería para relajarse en el sofá de su casa?
Cualquiera de mis películas favoritas siempre es un buen plan, pero supongo que una matanza debe estresar lo suficiente como para no volver a las andadas, así que lo más correcto creo que sería matar a alguien para ver lo que me apetece luego, y como por ahora no lo voy a hacer… en lo primero que he pensado ha sido en “Willow” y en “Totoro”.
Para acabar, Agente Morillas que hoy cumple años (¡Felicidades!), es ella a contracorriente quién nos regala una fantástica ilustración dedicada 🙂 gracias.
