Tras sorprender con su debut en el largometraje, Amer (2009), Hélène Cattet y Bruno Forzani regresan con The Strange Colour of Your Body’s Tears (L’étrange couleur des larmes de ton corps, 2013). En este film continúan explorando y homenajeando el giallo.
Para entender el lenguaje visual que se utiliza en esta película es necesario saber qué era el giallo, ya que en esta película se toman elementos visuales y narrativos de películas de este género como La perversa señora Ward (Lo strano vizio della Signora Wardh, Sergio Martino, 1971), Huellas de pisadas en la luna (Le orme, Luigi Bazzoni, 1975) o Inferno (Dario Argento, 1980). En Italia, giallo –amarillo en italiano- es el término utilizado para denominar a las películas de suspense y misterio, por el color de las portadas de los libros de este estilo que se publicaban allí. Fuera de Italia, giallo es usado para referirse a un tipo específico de película de misterio y suspense italiana: las ultraestilizadas películas del género estrenadas en la década de los 70, en ocasiones en régimen de coproducción con otros países europeos, que empezaron a dominar las carteleras de Europa tras el gran éxito del film iniciador de este estilo El pájaro de las plumas de cristal (L’uccello dalle piume di cristallo, Dario Argento, 1970).
Aunque dentro del giallo se incluyen filmes pioneros de Mario Bava como Seis mujeres para el asesino (Sei donne per l’assassino, 1964), es el film de Argento el que marca las pautas de las películas del género que se estrenarán a partir de 1970 y que están presentes en prácticamente todas las películas de suspense italianas estrenadas durante este periodo. Entre estos elementos nos encontramos: un misterioso asesino con la cara cubierta (que en las películas de Argento suele ir vestido con guantes negros, gabardina negra y sombrero negro), uso de la cámara subjetiva, fetichistas primeros planos de objetos, obsesión por el ojo y el voyeurismo, sangrientos asesinatos, estilización de la violencia, argumentos enrevesados (en ocasiones sin mucha lógica) y bandas sonoras experimentales y new wave. A todo esto se le suman los hallazgos visuales y artísticos de cada director.
Esta manera de entender las películas de suspense finalizó al término de la década de los 70, aunque Argento siguió estrenando giallos durante los 80, el último en 1987: Terror en la ópera (Opera), y nunca ha abandonado su estilo elaborado de rodar películas de suspense.
El giallo se considera, además, el origen del slasher americano (películas de terror en la que un asesino enmascarado mata uno a uno a un grupo de personajes, normalmente adolescentes, hasta que el último superviviente, tradicionalmente una chica: la Final Girl, acaba con él). En este aspecto se considera esencial el film Bahía de sangre (Reazione a catena, Mario Bava, 1971). Y durante la última década, el giallo de los 70 ha sido reivindicado por diversos directores, como Darren Aronofsky y Peter Strickland, como fuente de inspiración y por sus valores artísticos. Curiosamente, en la película de Cattet y Forzani hay un efecto sonoro grabado para ellos por Strickland durante la filmación del homenaje de este director al giallo Berberian Sound Studio (2012).
Lo interesante del trabajo de Cattet y Forzani es que utilizaban los códigos visuales del giallo para contar una historia que no tenía nada que ver con el giallo. Así, en Amer lo utilizan para narrar la evolución sexual y sentimental de una mujer, resultando en un film casi experimental. Sin embargo, en The Strange Colour utilizan el lenguaje del giallo para contar una historia propia del giallo.
Porque el nuevo film de Cattet y Forzani es en ocasiones críptico y onírico, pero no deja de ser una película de suspense. Un suspense en ocasiones existencial, pero film de suspense al fin y al cabo. Lo cual le resta algo de interés, ya que si se es aficionado al giallo o se ha visto la anterior película de esta pareja de directores, resulta todo bastante familiar.
Eso no quiere decir que el film carezca completamente de interés. Contiene diversos hallazgos visuales muy interesantes (otros están directamente sacados de películas del género como la anteriormente mencionada La perversa señora Ward) y los directores se esfuerzan en ofrecer al espectador toda una experiencia sensorial. Más allá de simplemente ver la película, hay una voluntad para que el espectador la sienta.
Si el espectador entra en el juego y se sumerge en el film, puede resultar en una experiencia interesante, aunque no particularmente original. En caso contrario, puede resultar demasiado y acabar aburriendo al incauto.
Podréis encontrar esta película disponible hasta el 27 de abril en Atlántida Film Fest 2014 (+ info)