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Normcore, más allá del Hipster

Los del colectivo K-Hole de Nueva York fueron los primeros en profetizar y bautizar un fenómeno que definieron como: ”La decisión de adoptar lo común como una nueva manera de ser cool”. Un fenómeno que dentro de poco podría destronar al hipster de su presumible eterno reinado. Estamos hablando de un concepto, de una palabra, que desde hace tiempo, forma parte de cualquier diccionario fashion que se precie. Normcore, esa es la palabra, una palabra formada a su vez por las palabras (Normal & Hardcore), algo así como el más hardcore de los normales ¿Qué significa todo esto?, pues que en un futuro no muy lejano, las camisas estampadas, las macrobarbas, los vestidos vintage y las NewBalance podrían ser pasto de la historia.

Normcore, más allá del Hipster

Gracias a un móvil con muchos megapíxeles y conexión a Internet, los quehaceres de nuestro día a día han dejado de ser parte de nuestra privacidad para convertirse en un Boom de ciber exhibicionismo. La cotidianidad ha alcanzado un potencial mediático sin precedentes y lo más normal, lo más liviano de nuestras vidas, puede aspirar a ser lo más atractivo y seductor de nuestras vidas, todo dependerá de cómo lo vendamos. Parte de la esencia del Normcore es precisamente ésa, es decir, volver a “La Normalidad”, a que “Lo Normal” se ponga de moda.

Y es precisamente de eso de lo que estamos hablando, de moda, de tendencia. Lo que el Normcore propone es algo así como una especie de anti-look, ir a la moda sin ir a la moda, un intento de no ser moderno como catarsis de una nueva modernidad. Pero no estamos hablando sólo de ropa, el Normcore, al igual que el Hipster, pretende ser un estilo de vida. Lejos quedan aquellos años cuarenta en los que los Hipsters eran jóvenes estadounidenses amantes del jazz y lectores de Ginsberg y Kerouac. Jóvenes estandartes de la contacultura americana. Chicos y chicas cuyas ideas resultaron demasiado amorales, demasiado dadaístas, demasiado provocadoras para el establishment yanqui. Poco o nada tienen que ver aquellos Hipsters con sus parientes del Siglo XXI.

A nivel histórico, el Normcore lleva ya unas cuantas temporadas conviviendo con nosotros, no es algo tan nuevo, tiene su historia, sus referentes. De hecho, tanto K-Hole, como otros colectivos, agencias, bloggers, etc, bautizaron hace ya tiempo a sus iconos Normcore, a sus Rockstar: Seinfeld, Obama, Cloe Sevigny, Mark Zuckerberg, Kristen Stewart, y por encima de todos, Steve Jobs, quien se erige como uno de los Mesías del Normcore. Jobs, con sus zapatillas normales, sus jeans normales y su jersey negro de cuello vuelto normal, representa todo lo opuesto al rigor y a la opulencia del Hipster, pese a que ambas tendencias compartan su amor por la manzana mordida.

Steve Jobs como máximo expositor del Normcore

Esto no quiere decir que todos los que visten normal visten Normcore. Aunque a simple vista parezca un canto a lo casual, una de las claves para entenderlo es precisamente lo estratégico de esas, supuestamente aleatorias, elecciones de outfit. Basta con navegar un poco por la red para comprobar cuáles son las prendas imprescindibles del Normcore. Las chanclas, sandalias o cualquier otro tipo de ugly shoes, los vaqueros boyfriend, el chándal, las sudaderas, los jerseys oversize, las camisetas básicas de algodón… a priori no resulta muy complicado, parece un fondo de armario sencillo y manejable, pero nada más lejos de la realidad. Para sus ideólogos, la clave del Normcore no está en el look sino en la actitud.

La actitud trasciende su aparente simplicidad. La cosa no va de ir las veinticuatro horas del día con looks effortless (espontáneo), va mucho más allá. Si queremos ser los más cool, no basta con hacer shopping en las tiendas de ropa de los centros comerciales y grandes almacenes. Siempre sucede lo mismo, la historia se repite, cuando una moda deja de ser exclusiva se buscan nuevas excusas, nuevas formas de buscar la diferencia. Siguiendo este razonamiento, es fácil llegar a la conclusión de que el Normcore podría ser una reacción al Hipster, una contraposición, una Némesis.

Para muchos, los verdaderos normcorers son los millones de personas que jamás han oído hablar de esto. Gente sin demasiado interés por la ropa cuyo concepto del shopping se reduce a palabras como comodidad o funcionalidad. Estamos hablando de una moda en ascenso, de una moda en armonía con unos tiempos dominados por la austeridad económica y por el low cost. La búsqueda de la autenticidad dentro de la igualdad será lo que impondrá la moda a seguir. Para Simon Doonan, columnista de la revista Slate y creativo de Barneys. el Normcore es: “Vestirse como un apacible enfermo mental o como un desorientado estudiante islandés de intercambio en 1984”. Los intelectuales que jamás se preocuparon por su estética, los guiris de chancla y calcetín, los fans de los años 90… Dentro de poco, todos ellos pueden llegar a convertirse en los nuevos Trending Topic del mundo de la moda.

Escrito por: Pedro Mateo