No sería verano sin una película de tiburones acechando en la cartelera. Para llenar el hueco llega A 47 metros 2 (47 Meters Down: Uncaged, Johannes Roberts, 2019), una mezcla de cine de aventuras y terror para el público adolescente.
Mia (Sophie Nélisse) y Jennifer (Nia Long), acompañadas de sus amigas Alexa (Brianne Tju) y Nicole (Sistine Rose Stallone), deciden explorar las ruinas de una ciudad sumergida, descubierta por su padre/padrastro, respectivamente, Grant (John Corbett). Pero lo hacen sin decírselo a nadie, ya que se supone que nadie debe estar ahí. Por ello, cuando se quedan atrapadas dentro de la ciudad perseguidas por un tiburón, no tienen quién las ayude.
Es extraño que la distribución en España haya optado por el título numeral, cuando el original es más adecuado. Esta entrega no es una continuación de la primera A 47 metros (47 Meters Down, Johannes Roberts, 2017), sino una variación sobre el mismo concepto con distintos personajes. Roberts repite como director y coguionista junto a Ernest Riera, para ofrecernos una versión más espectacular y más compleja, variando la localización y aumentando el número de personajes. Y habría sido fantástico si A 47 metros 2 hubiese funcionado.
La primera entrega funciona por su simpleza y su verosimilitud. Es decir, da la sensación de que “podría pasar”. La segunda entrega introduce muchos más elementos de fantasía, como una especie de tiburones albinos ciegos que han habitado en la ciudad sumergida durante siglos. El problema es que, al estar pensada para poder ser vista por el público adolescente, no se hace nada demasiado intenso o realmente espectacular con estos elementos más fantásticos. Tampoco se transmite de forma efectiva la claustrofobia que debería sentir el espectador, sobretodo si lo comparamos con la brutal angustia de películas como The Descent (Neil Marshall, 2005). Entre ambas 47 metros, Johannes Roberts dirigió Los Extraños: Cacería Nocturna (The Strangers: Prey at Night, 2018), así que puede que sea por eso que, en su segunda mitad, A 47 metros 2 casi parece un slasher submarino, con el tiburón ejerciendo de asesino enmascarado, pero los sustos son demasiado repetitivos y previsibles como para resultar efectivos.
No todo es negativo. Si el final de A 47 metros resultaba algo decepcionante y hacía que la película en parte se desmontara, en A 47 metros 2 sucede justo lo contrario: mientras que el grueso del film es bastante mediocre, la secuencia final sí que es bastante efectiva y entretenida. Y como dato curioso, en la cinta debutan como actrices hijas de los conocidos actores Jamie Foxx y Sylvester Stallone.
Es posible que el público adolescente al que va dirigida pase un rato entretenido con esta película. Pero aquellos que busquen algo que tenga más sustancia y que sea menos predecible esta no sería la mejor opción.