Olvídate de las fiestas de borracheras, de perder la virginidad antes del fin de curso o de conocer la madre de sus futuros hijos… En Chicos buenos (Good Boys, Gene Stupnitsky, 2019) la prioridad es otra, son niños de 11-12 años que solo piensan en dar su primer beso, en cantar en la tele o con cumplir las reglas.
A Max (interpretado por Jacob Tremblay y que pudimos ver en Predator) le han invitado a una fiesta de darse besos y acudirá la chica que le gusta. Logra colar a sus dos amigos de la panda del puff aunque estos tengan otros intereses, se ayudarán. En la investigación de cómo besar a una chica, los niños acabarán por meterse en más jaleos de los que puedas imaginar. Comedia para adolescentes y adultos interpretada por críos, una mezcla extraña que funciona a pesar de lo desfasada de algunas escenas.
Chicos buenos es el debut cinematográfico de Gene Stupnitsky, un experimentado guionista y director televisivo (The Office) así que domina con estilo el ritmo de la comedia, siendo lo más destacable de una producción que juega con el contraste (infantil-adulto), sus reacciones y sorpresas. Ahí, los expresivos niños protagonistas hacen de la propuesta su mejor baza, comportándose como adolescentes la consecución de situaciones surrealistas hará que los adores sin importar si odias o no a los niños.
También me gustaría destacar la contrapartida adulta, las adolescentes que harán que los niños suden más de la cuenta interpretadas por Molly Gordon y Midori Francis, bien merecerían otorgarles su propio spin-off en algún momento.
Max, Lucas y Thor, Chicos buenos, harán olvidarte del mundo por unas horas siendo la comedia del verano con la que reirás a carcajadas.