Es octubre, se acerca la víspera de Todos los Santos, se acerca Samhain y se acerca Michael Myers para acecharnos a todos de nuevo desde la pantalla de cine en Halloween Kills (David Gordon Green, 2021).
David Gordon Green y Danny McBride, tras muchos intentos de reboots y secuelas a lo largo de los años, dieron con la manera de que regresara a las pantallas este icono del terror creado por John Carpenter y Debra Hill, en una nueva línea temporal que también resucitaba, de nuevo, a Laurie Strode, el personaje que más ha marcado a Jamie Lee Curtis. Halloween Kills continúa la acción en el mismo punto que terminó el anterior film, siguiendo la misma historia y los mismos personajes. Esto puede hacer que aquellos que no hayan visto La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) ni tampoco hayan visto La noche de Halloween (Halloween, David Gordon Green, 2018), se sientan algo confusos y desorientados, como si empezaran a ver una serie al tercer o cuarto episodio.
Los fans de la saga, por otro lado, se verán bastante recompensados. No solo hay referencias al clásico de Carpenter, también hay un guiño a la entrega sans Michael Myers Halloween III: El día de la bruja (Halloween III: Season of the Witch, Tommy Lee Wallace, 1982) y recupera personajes que aparecieron por primera vez en el clásico original. Y si sois fans, todo esto también os resultará muy familiar.
Esta nueva trilogía de películas se presentó como continuación directa del original, desechando las distintas líneas temporales anteriores. Era una forma de presentar la saga a una nueva generación que probablemente desconocía las anteriores películas, pero principalmente era una manera de hacer borrón y cuenta nueva. Esta es la auténtica secuela y todo lo demás no vale. Un tipo de actitud que podría estar justificada si se hubiese hecho algo nuevo o diferente con los personajes y la mitología. Pero si la anterior película en el fondo repetía las intenciones y motivos de Halloween H20: 20 años después (Halloween H20, Steve Miner, 1998), en Halloween Kills se multiplica el reciclaje de anteriores entregas: tiene la misma estructura de Halloween 2: Sanguinario (Halloween II, Rick Rosenthal, 1981) con Laurie Strode repitiendo casi el mismo recorrido dramático en la nueva entrega, tiene las mismas turbas de ciudadanos que quieren acabar con Michael Myers (con semejantes resultados) que aparecen en Halloween 4: El regreso de Michael Myers (Halloween 4: The Return of Michael Myers, Dwight H. Little, 1988), la importancia de la casa Myers se repite como en las entregas 5 y 8 y, finalmente, recupera personajes como se hiciera en Halloween: La maldición de Michael Myers (Halloween: The Curse of Michael Myers, Joe Chapelle, 1995), Halloween H20 y Halloween: Resurrection (Rick Rosenthal, 2002). En definitiva, Halloween Kills no aporta nada nuevo.
No aporta nada nuevo, pero en este caso no es algo enteramente negativo. Aprovecha muchos elementos de las entregas que pretende borrar de la continuidad, pero los explota de forma más efectiva en la mayoría de los casos. El film empieza a la carrera y no para hasta el final; lo que, como he dicho antes, para alguien que no esté familiarizado con la saga puede resultar desorientador, pero para alguien que sí lo está resulta excitante y entretenido. Es una entrega también inusitadamente brutal y sangrienta, recuerda a una secuela de Viernes 13 ya que también se introducen personajes cuya única función es ser asesinados, aunque la siguiente entrega (Halloween Ends) apunta a que volverá al estilo más de inquietud y suspense habitual de esta franquicia.
Halloween Kills no es una película para todo el mundo y tampoco es que sea muy original precisamente, pero insufla grandes cantidades de energía y nueva vida a una franquicia que parecía agotada.