Atomic Monster, la compañía de James Wan, el cocreador de la saga Saw y responsable del éxito de la saga Expediente Warren, y Blumhouse, la compañía de Jason Blum que ha producido la reciente trilogía dentro de la saga Halloween y éxitos como Déjame salir (Get Out, Jordan Peele, 2017) y M3gan (Gerard Johnstone, 2022), juntos y previo a su reciente fusión empresarial, son las productoras de La piscina (Night Swim, Bryce McGuire, 2024), con la esperanza de aterrar a los espectadores.
Los Waller se instalan en una nueva casa con piscina, atraídos por la idea de que la hidroterapia pueda ayudar a Ray Waller (Wyatt Russell) con la esclerosis múltiple que empieza a afectarle. Al principio, todo va bien e incluso Ray empieza a mejorar, pero extraños sucesos empezarán a afectar a Eve (Kerry Condon) y a los hijos de Eve y Ray Elliot (Gavin Warren) e Izzy (Amélie Hoeferle), que harán que se den cuenta de que algo terrible se esconde en la piscina de su casa.
El mar, el océano, es fácil de convertir en algo peligroso y amenazante, al fin y al cabo bajo sus aguas se pueden esconder medusas, tiburones o Cthulhu. Las piscinas parecen más seguras a primera vista, es fácil ver si algo se esconde en el fondo, por eso han tenido un papel destacado en el cine de terror, ya que es muy efectivo convertir un lugar normal y corriente en amenazador para inquietar al espectador. Por ejemplo, la piscina llena de cadáveres de Poltergeist (Fenómenos extraños) (Poltergeist, Tobe Hooper, 1982) o el asesinato en la piscina de El asesino de Rosemary (The Prowler, Joseph Zito, 1981), son ejemplos de cómo lugares que eran considerados seguros se convertían en lugares de pesadilla. Sin embargo, es dudoso que La piscina pase a recordarse como un clásico del género.
Los sustos y las secuencias inquietantes de La piscina resultan mucho más efectivas en un cortometraje, que es lo primero que hizo el director Bryce McGuire con esta historia, pero en un formato largo acaba perdiendo efectividad debido a lo repetitivo de la fórmula, lo que sumado a la clasificación para mayores de 13 años hace que no sea una película que vaya a impresionar a los aficionados al género. Tampoco ayuda que las mejores secuencias fueran destripadas en el tráiler.
El desarrollo del film tampoco es muy innovador. Tópicos como el animal que siente el mal antes que sus dueños al acercarse a la piscina o la inevitable secuencia en la que se descubre el pasado de la propiedad, resultan ya muy familiares y no ayudan a que el espectador se sienta más “sumergido” en la historia.
Dicho esto, es muy posible que la película sí funcione con el público adolescente, a partir de 12 años más o menos, los cuales es más fáciles que se sorprendan con los sustos que el director ha diseñado con el objetivo de hacer saltar al espectador. Ya sea vista en pareja o con un grupo de amigos, este es el público que puede verse impresionado con esta película. Alguien que haya visto las películas por las que James Wan es más conocido o la mayoría de las producciones de Jason Blum encontrará más aburrimiento que miedo nadando en La piscina.
La piscina
Ray Waller, una estrella del béisbol obligada a retirarse prematuramente a causa de una enfermedad degenerativa que se muda a una nueva casa con su esposa Eve, su hija adolescente Izzy y su hijo pequeño Elliot. Con la esperanza secreta de recuperarse y volver al deporte profesional, Ray convence a Eve de que la fabulosa piscina del jardín de su nuevo hogar será divertida para los niños y le servirá a él como terapia física. Pero un oscuro secreto del pasado de la casa desatará una fuerza malévola que arrastrará a toda la familia a las insondables profundidades del terror más asfixiante.
Guion: Bryce McGuire
Reparto principal: Wyatt Russell, Kerry Condon, Gavin Warren, Amélie Hoeferle, Jodi Long, Nancy Lenehan