Primera palabra, primer trabajo, primer encuentro sexual, primera novela… Las primeras veces están sobrevaloradas, sin embargo, pueden marcar el porvenir de una persona. La escritora Emilia da Silva debuta con fuerza con la novela «Plan Z» (editado por Aristas Martínez), una cínica mirada sin adornos de lo que es la vida de una persona treintañera en los tiempos que corren y su vinculación con el supuesto placer del sexo.
El desencanto generacional va a muchos niveles, incluso en el sexual, una paja rápida contra el brazo del sillón a veces parece mejor que cualquier otra cosa, pero aun así, no es suficiente para matar el rato. La protagonista, frustrada de que su relación de folla-amigo (amigovio según la RAE) se haya ido a Vietnam dejándola sola y rayándose la cabeza, ve porno, se abre una cuenta en Tinder, se imagina nuevos pretendientes… tampoco vayamos a ignorar que follar siempre apetece.
La situación casi fuerza a la protagonista salir de un caparazón que desconocía habitar, por lo que comienza a vivir un despertar sexual tardío y, en un momento dado, saborea la aventura al irse a otra ciudad, apuntarse junto a un grupo de desconocidos para pasar la noche bebiendo de bar en bar e imaginando con quién podría acostarse esa noche de entre todos ellos. Pero la cabeza no para de ir a la suya y la vuelta a la normalidad tampoco ayuda.
«Plan Z» es la relación que la protagonista tiene con su abuela, con la que convive, con su hermana/amiga, a la que tiene como un paradigma de lo que en parte le gustaría tener, pero que también rechaza, la de su camello, … Y un presente sin futuro donde gozar de una evasión satisfactoria es el santo grial. Una novela que narrativamente está más próximo a un cúmulo de textos y pensamientos que nos muestra cómo avanza sus situaciones, entre paródicas e incómodamente realistas, las cuales tienen gracia porque es verdad.
A estas alturas no debería haber espacio para la idealización de las primeras veces y/o la imperiosa necesidad de hacer que el sexo siempre sea precioso y único, para ello, esta novela ayuda a desmitificarlo y mostrarlo como un «algo más» del día a día, con la naturalidad de ser una necesidad fisiológica, aunque cae, una vez más porque la vida es así, en dotarlo de vital importancia al usarlo como la base piramidal del resto de problemas cuando se carece de ello. Pero los treinta con o sin sexo (como cualquiera de las otras décadas) siempre son muy malos, para qué vamos a engañarnos.
En definitiva, Emilia da Silva nos habla de forma emocional y visceral sobre una vida en continua lucha contra la desilusión, con un texto muy gamberro, entretenido y con sentimientos punks más cercanos y sinceros al «Me gusta ser una zorra» de Vulpess, que no al de postín de «Zorra» de Nebulossa.
La autora estará presentando la novela el viernes 9 de febrero a las 19h en Llibreria Calders (Passatge de Pere Calders, 9. Barcelona) junto a Víctor G. Antón, ambos forman parte de Cómete la sopa, Kafka (canal de divulgación literaria en YouTube).
Actualización: Imágenes de la mencionada presentación.
Plan Z
La protagonista de Plan Z es una treintañera que comparte piso con su abuela, disfruta leyendo historias de superhéroes y estudia algo que no sabe muy bien para qué sirve. Apenas ha tenido sexo y a veces queda con un amigo al que en realidad desea. Todo cambiará cuando, aburrida de la situación, decide abrirse un perfil en Tinder y hacer una escapada a la playa en busca de un buen polvo o quizás del amor, pero la problemática relación entre el dictado de su cuerpo y su cabeza la llevará a vivir en una permanente y agotadora sensación de fracaso.
208 págs. Rústica con solapas. 15 x 21,5 cm.
978-84-19550-08-8
Aristas Martínez
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