Desde que M. Night Shyamalan diese la sorpresa con El sexto sentido (The Sixth Sense, 1999) no ha habido nueva producción a su cargo que no crease expectación. Tanto es así, que la fórmula Shyamalan cosechó grandes éxitos en los años siguientes… hasta gastarlo. Sin embargo, las campañas promocionales junto a los avances de sus nuevas películas siempre logra hacernos olvidar esas decepciones y despertar ese gusanillo interior de ilusión por verla cuanto antes. El director lo vuelve a hacer con Llaman a la puerta (Knock at the Cabin, 2023), su nueva película protagonizada por algunos rostros conocidos como Dave Bautista, Rupert Grint o Jonathan Groff, de la serie Mindhunter (2017-2019).
Adaptando la novela de terror «La cabaña del fin del mundo» de Paul Tremblay, M. Night Shyamalan coescribe el guion junto a Steve Desmond y Michael Sherman.
Llaman a la puerta comienza con Wen (Kristen Cui), una niña pequeña que está capturando saltamontes en un frasco de cristal cuando se le presenta Leonard (el personaje interpretado por Dave Bautista). Detrás de él aparecen otros tres personajes armados. Alertada, Wen corre de vuelta a casa para avisar a sus padres adoptivos (Jonathan Groff y Ben Aldridge). La familia se cuando los visitantes llaman a la puerta, vienen con la intención de parar el apocalipsis, pero para lograrlo alguien tendrá que morir.
Si la mencionada fórmula de Shyamalan nos preparaba en sus primeras películas de éxito con un giro final inesperado o sorprendente, esta fórmula ha ido transformándose a otra en la que se destripa todo lo mejor en los avances, haciéndonos creer que habrá algo más que nos deje con el culo torcido cuando la veamos. Por eso nuestra esperanza como espectadores está ahí siempre, y más con esas premisas tan locas como curiosas y, de vez en cuando, tiene aciertos como fue el caso de su anterior película, Tiempo (Old, 2021).
No querría destripar mucho del argumento, pero para esclarecer a quienes no han visto nada y quieren saberlo todo antes de verla, este párrafo será explícito. Llaman a la puerta presenta la llegada de cuatro desconocidos, que como los cuatro jinetes del apocalipsis, traen malas noticias. Han tenido visiones de que el mundo se acabará y afirman que el único modo de evitarlo es que un miembro de la familia alojada en la cabaña se sacrifique. La razón detrás de la elección de esta casa o familia y cómo los desconocidos se enteraron de ella es un misterio. Por cada negativa de la familia, se libera un mal como si de una plaga bíblica se tratase, pero hay una cuenta regresiva y solo son cuatro «elegidos». Por lo tanto, la historia avanza sin muchas explicaciones de por qué esos desconocidos y de cómo se conocieron (se menciona Internet y foros, pero esto es insuficiente). La forma de convencer a la familia es insustancial, pero logran hacerlo. Así acaba todo, la conclusión es ridícula, sin misterio alguno.
Finalmente, Llaman a la puerta es una película totalmente decepcionante, una home invasion mal. Desde el inicio, se plantea lo que ya se sabe gracias a los trailers y ahí se queda, sin ofrecer nada nuevo. La trama es plana y deja una sensación de incertidumbre sobre lo que se quiere contar. Aunque tiene pequeños intentos de salvar la película en algún momento, estos son olvidados y no se desarrollan, como cuando plantean ¿es todo parte de una broma? Un sentimiento que hubiese sido muy interesante transmitir al espectador para llegar a otro punto final. Una película fallida que parece más un panfleto religioso leído entre líneas.
Del frasco de cristal con los saltamontes en su interior, olvídate, no volvemos a saber nada de ellos.
Llaman a la puerta
Durante unas vacaciones en una cabaña alejada de todo, una chica y sus padres se convierten en rehenes de cuatro desconocidos armados que obligan a la familia a tomar una decisión imposible para evitar el apocalipsis.
Guion: M. Night Shyamalan, Steve Desmond y Michael Sherman (basado en el libro «La cabaña del fin del mundo» escrito por Paul Tremblay)
Reparto principal: Dave Bautista, Jonathan Groff, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird, Rupert Grint