La película de J.A. Bayona es un cocktail de sentimientos que te hará sentir miedo, impotencia, tristeza y felicidad. Tan solo deseo que no te toque un nervioso como a mí al lado y que esté todo el metraje expresando su malestar haciendo temblar la pierna, y por consiguiente su asiento, y como no, los contiguos también.
Lo imposible, tal y como afirman al inicio, es la verdadera historia de una familia española que se vio afectada por el mayor Tsunami que se ha conocido en Tailandia en el 2004. Una historia que vivieron una madre, un padre y tres niños que conforman la familia Belón, que un día contaron en la radio y que ahora, años después es trasladado a la gran pantalla.
Casi todo el peso de la historia en la película recae en (una impresionante) Naomi Watts y sobretodo en (un increíble) Tom Holland que interpreta al hijo mayor, el límite de la situación hace que esta relación se pueda asemejar a grandes rasgos con lo que se vio en La carretera de John Hillcoat, en la que un padre con su hijo deambulan a la deriva en un mundo desértico. Ewan McGregor interpreta al padre de familia y aunque cuesta (por alguna razón) sentir empatía con él, su interpretación gana fuerza con el pasar de los minutos.
Es innegable que Lo imposible es una película espectacular, que J.A.Bayona cambia el registro de su anterior película (El orfanato) con una facilidad pasmosa y que los más débiles soltarán alguna lágrima. El hecho de estar basado en una historia real y rodada con una veracidad que asusta, ayuda y mucho al espectador a creer que todo lo que sucede en pantalla es real. Rodado en los parajes donde sucedieron los hechos, contar con más de 5.000 extras que además vivieron los hechos, hace de Lo imposible una gran producción que arrasará en los premios Goya y si le dejan en los Oscars.
Su estreno en salas españolas es el 11 de Octubre del 2012.
