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Lobezno inmortal

Lobezno Inmortal (The Wolverine, James Mangold, 2013) es una gran mejora tras la regular X-Men Orígenes: Lobezno (X-Men Origins: Wolverine, Gavin Hood, 2009), película que no me disgustó del todo gracias al carisma de su protagonista. El film está inspirado (vagamente) en las aventuras japonesas de Lobezno que imaginaron Chris Claremont y Frank Miller (más un toque de Larry Hama) que en un principio Hugh Jackman quería llevar al cine, pero el estudio prefirió hacer lo que vimos.

Lobezno inmortal

Lobezno Inmortal está ambientada poco después de los eventos de X-Men: La decisión final (X-Men: The Last Stand, Brett Ratner, 2006). Logan (Jackman) intenta alejarse de todo y de todos pero, como le sucede al pobre John Rambo, no tardará en verse arrastrado de vuelta a la acción. En esta ocasión cuando un viejo conocido de Logan le pide que vaya a Japón. Allí se verá envuelto en la lucha que mantiene el clan Yashida con la yakuza y consigo mismo.

Como decía al principio, esta película es mucho mejor que la anterior aventura en solitario del personaje. Eso no quiere decir que sea una obra maestra a la altura de Iron Man 3 (Shane Black, 2013) o los Batman de Christopher Nolan. Pero eso tampoco es algo malo.

Actualmente parece que cada film de superhéroes ha de deconstruir por enésima vez al héroe (de eso ya tuve bastante en los cómics de los 80, muchas gracias) o ser una épica de proporciones cósmicas. Por ello resulta agradable encontrarse con un film que no reinventa la rueda y solo pretende ser una entretenida película de acción. Y en ese sentido el film es un éxito.

Las secuencias de acción no siguen el mareante estilo postmoderno, es decir: se sabe lo que sucede en todo momento. El guion es refrescantemente directo y sencillo (admito que estoy algo cansado de los blockbusters veraniegos que confunden la complicación con la complejidad. Es decir, que tu película sea complicada no quiere decir que sea compleja). La historia del film no es muy original, pero es una de esas ocasiones en la que no es tanto el destino como el viaje. Quién sabe como habría sido Lobezno Inmortal si la hubiese dirigido Darren Aronofsky como estaba planeado en un principio (Aronofsky se dio el piro cuando El cisne negro [Black Swan, 2010] se convirtió en un éxito), pero Mangold hace un buen trabajo con lo que tiene, el resto lo proporciona el carisma de Lobezno y una villana que es una auténtica mala víbora.

fotograma de LOBEZNO INMORTAL

En pocas palabras, Lobezno Inmortal es un entretenido y divertido film de acción superheroíca, sin pretensiones de ningún tipo. Algo que hoy en día es una rareza. Además, alimenta las ganas de ver X-Men: Días del futuro pasado, mi saga favorita de las vividas por la Patrulla X.

Una aclaración sobre una escena que aparece a mitad de los títulos de crédito: aquellos que encuentren confusa o extraña la aparición de cierto personaje harían bien en repasar el final de X-Men: La decisión final, particularmente la escena que hay al final de los títulos de crédito. Y, venga, no es algo que los cómics de superhéroes no hayan hecho cientos de veces.

Estreno en las salas españolas el 24 de julio.

© Imágenes: Fox