El pequeño pueblo Rose Creek se encuentra en serias dificultades. El malvado Bartholomew Bogue (Peter Sarsgaard) pretende hacerse con las tierras de los granjeros para seguir minando la zona. Tras el asesinato a sangre fría de su esposo, Emma Cullen (Haley Bennett) decide poner fin a las tropelías de Bogue y para ello logra contratar a siete pistoleros. Sam Chisolm (Denzel Washington), Josh Faraday (Chris Pratt), Goodnight Robicheaux (Ethan Hawke), Jack Horne (Vincent D’Onofrio), Billy Rocks (Byun-hun Lee), Vasquez (Manuel Garcia-Rulfo) y Red Harvest (Martin Sensmeier) son los siete pistoleros que ayudarán a la gente del pueblo a deshacerse de Bogue y su ejército.
Los siete magníficos (The magnificent Seven, John Sturges, 1960) fue un gran éxito de crítica y público que generó tres secuelas y una serie de televisión de corta vida. Con el tiempo, esta adaptación del film de Akira Kurosawa Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954), se ha convertido en todo un clásico del cine y uno de los filmes imprescindibles del western al que se han hecho multitud de referencias y homenajes. Desde la aparición de Yul Brynner recordando al personaje que interpretó en el clásico de Sturges como cowboy robot en Almas de metal (Westworld, Michael Crichton, 1973) (papel que ahora retoma Ed Harris en la serie de la HBO basada en esta película), hasta la fantástica producción de Roger Corman Los 7 magníficos del espacio (Battle Beyond the Stars, Jimmy T. Murakami, 1980), en la que también Robert Vaughn parece retomar el papel que encarnó en el film de Sturges (curiosamente, la banda sonora de esta película fue de las primeras que compuso James Horner y la última que compuso fue la de esta nueva versión de Los siete magníficos).
Teniendo en cuenta el peso que tiene la película de Sturges en la historia del cine, parece que la nueva Los siete magníficos (The Magnificent Seven, Antoine Fuqua, 2016) lo tiene bastante complicado para salir ganando. Es por eso, tal vez, que el film de Fuqua no pretende competir con el de Sturges y trata de ser un homenaje al clásico y al género al que pertenece.
Basándose en el guion que escribieron Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni tanto como el que escribiera William Roberts para la película de Sturges (de hecho, algunas líneas de diálogo de la versión 2016 están sacadas directamente de la versión 1960); los guionistas de esta nueva versión, Richard Wenk y Nic Pizzolatto (el cual obtuvo una inesperada fama como creador y guionista de la serie True Detective), construyen una historia que reúne muchos de los elementos clásicos del género y los junta de modo parecido a como hiciera Lawrence Kasdan en Silverado (1985), aunque aplicando una sensibilidad más moderna. Es cierto que todo resulta muy familiar, la historia es básicamente la misma que la del film de 1960, historia que, como ya hemos dicho, ha sido también muy imitada y copiada a lo largo de los años.
Como sobre el papel todo resulta muy familiar, este film adquiere su personalidad mediante el director y el reparto. Antoine Fuqua aplica su saber hacer en el campo de la acción para ofrecer extensos tiroteos y secuencias de acción que metan al espectador en la historia. Mezclando tanto referencias al western clásico de John Ford como al moderno de Sam Peckinpah y Sergio Leone, el director crea un film visualmente moderno pero con regusto clásico.
Pero el punto realmente fuerte del film es su reparto, en el que cada actor se aplica para crear un “magnífico” memorable. Denzel Washington, Chris Pratt y Ethan Hawke son el trío principal, cuyos personajes parecen modelados según los puntos fuertes de cada actor. Byung-hun Lee aporta una pequeña dosis de artes marciales, mientras que Manuel Garcia-Rulfo y Martin Sensmeier logran que uno sepa quiénes son sus personajes aunque el guion no les dé mucho que hacer. Vincent D’Onofrio (doble exacto de Orson Welles) crea el personaje más extravagante, alterando su voz y apariencia de modo que no parece ser el mismo actor que vimos hace poco interpretando a Kingpin en la serie de Netflix Daredevil. Pero también destaca Haley Bennett, que casi se convierte a lo largo del film en una octava magnífica.
Esta nueva Los siete magníficos es exactamente la misma película que la original cuando esta se estrenó en 1960. Es decir, un film cargado de acción que solo pretende entretener al público durante un par de horas. No está carente de defectos, en especial, teniendo en cuenta su duración, que no hay un desarrollo equitativo de los personajes principales y no conocemos el pueblo por el que van a luchar los protagonistas. Pero si uno deja de lado los antecedentes y mira la película por si misma, el resultado es un film que no decepciona en su objetivo de ofrecer un gran espectáculo. Seguramente habría disfrutado más con el mismo equipo y los mismos actores realizando un western original, pero eso se debe a que no puedo escapar de conocer los filmes en que se basa. Aún así, la nueva Los siete magníficos es una película recomendable por su reparto y su explosivo tramo final.
Estreno en las salas españolas el 23 de septiembre