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Los Mercenarios 2

Los Mercenarios me pareció una película correcta, con un gran concepto inicial que nunca acababa de explotar. Reunir a viejas glorias del músculo, gatillo fácil y frases contundentes de nuevo me pareció una gran propuesta, pero que con la dirección simplista del propio Stallone acabó convirtiéndose en un film rutinario sin épica alguna. Pese a mi humilde opinión, la película acabó recaudando 266 millones de dólares, con todos los varones con más de treinta años aplaudiéndola. Una secuela quedaba confirmada.

Los Mercenarios 2

Y llega Los Mercenarios 2. Stallone, Statham y compañía reciben una nueva misión, esta vez en Europa. El objetivo es recuperar una caja que, en caso de caer en malas manos, puede traer consecuencias fatales para la humanidad. Aunque aparentemente era una misión de lo más sencilla (oh, sorpresa) la cosa se empantana con la aparición de un malvado villano que convierte el encargo en algo personal.

El film con la frase de “más y mejor” de pe a pa. En la dirección Simon West (Con air) que, consciente de lo que tiene entre manos, se emplea a fondo. Esta vez todo es grande, todo es épico, todo es un KABOOM-frase tronchante-KABOOM. Empezamos con una secuencia de entrada espectacular donde la sangre se mezcla con la pólvora sin miramientos. Tal festín de acción debería sonrojar a caballeros oscuros que no pueden llegarle a la suela de los zapatos en lo que se refiere a acción. Ya con las expectativas por las nubes, les dan un revés a nuestros protagonistas y es hora de valerse. Acaba convirtiéndose en una montaña rusa que acelera su velocidad a cada minuto, que no espera a que te recuperes para darte otro empujoncito más, y de la que no querrías bajarte nunca. Todo gracias a su director, que mima el producto sacándole el máximo juego a cada escena, dotándole de ritmo y tensión constante.

El reparto cumple de sobras, de nuevo con Stallone a los mandos, acompañado de un Statham que reduce su protagonismo, aunque momento que le brindan lo aprovecha al máximo. ¿Y las nuevas incorporaciones? Los jóvenes Liam Hemsworth i Nan Yu que cumplen sin más. Lo atractivo y mejor, sin duda, son las viejas glorias: Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis desprenden socarronería en cada frase y talante sosteniendo las armas tamaño XXL. Por su parte, Van Damme, encarna el villano con contención y bouquet europeo. Pero el que come aparte, que merece reverencias a cada fotograma que llena, es Chuck Norris. El tejano se convierte en un deidad, ojo a la música que le acompaña en cada aparición, demostrando que todo el género de acción al que se homenajea parte de su tupida barba. Recibe su merecido homenaje, convirtiéndose en uno de los mejores atractivos de la cinta.

Chuck Norris en Los mercenarios 2

Y a estas alturas, algún crítico finolis me apunta con el dedo mientras me pregunta “¿Y la trama? ¿Y la lógica interna? ¿Las motivaciones de los personajes?”. Pues mire usted, no existe, esto no es séptimo arte, es una fiesta loca de ex-alumnos que se ajuntan de nuevo para recordar sus buenos tiempos. Es un desmadre sin lógica alguna y que no pretende nada más que entretenerte y volverte a finales de los ochenta y principios de los noventa. Una máquina del tiempo, grande y ruidosa.

La verdad es que salí de la sala con una sonrisa de oreja a oreja. Todo lo prometido en el entrante que era Los Mercenarios se ha convertido en un plato contundente de testosterona, un gran filete de violencia sin sentido, consciente de la broma/homenaje que es, y adornado con frases delirantes que te hacen aplaudir hasta sangrar. Pensar lo que nos espera en una rumoreada tercera parte con Clint Estwood, Harrison Ford i Wesley Snipes convierte la espera en una tortura, que solo se podrá calmar con repetidos visionados de Los Mercenarios 2.

Su estreno en salas españolas es el 24 de Agosto del 2012.

© Imagen: Aurum