La nueva película de Drew Goddard cuenta con un reparto coral en el que nos encontramos estrellas como Jeff Bridges, Dakota Johnson, Jon Hamm y Chris Hemwsworth, y nuevos talentos como Cynthia Erivo.
Malos tiempos en El Royale (Bad Times at the El Royale, 2018) se sitúa a finales de los 60. El Royale es un motel situado en la frontera entre California y Nevada. Cuatro extraños llegan para pasar la noche, cada uno con un secreto propio. A medida que avance la historia, sus destinos quedarán unidos en una noche de pesadilla.
Antes de nada, aclarar que Malos tiempos en El Royale no es una película de historias entrecruzadas que tienen algún punto en común al estilo Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994). Sí que tiene en común con el cine de Tarantino el hecho de utilizar un estilo narrativo de toques literarios, como cuando en algún momento se nos muestra el pasado de los personajes para entender su presencia en El Royale o una escena vista desde distintos puntos de vista, así como adoptar el punto de vista de un personaje en concreto en distintas secuencias. También tiene en común con el cine de Tarantino y de Martin Scorsese, uno de los primeros en explotar este recurso, la utilización de la banda sonora como contrapunto a la acción.
Si en La cabaña en el bosque (The Cabin in the Woods, 2012) Goddard hacia una exploración meta del cine de terror, aquí hace algo parecido con el thriller y el cine criminal, sin meta. La trama mezcla distintos tipos de historia utilizando el pasado de los personajes, confluyendo en una única narrativa. También juega un papel clave la ambientación de finales de los sesenta por como utiliza elementos propios de la época: los crímenes de la Familia de Charles Manson, las escuchas ilegales, el mito de los Kennedy, etc.
Todo confluye en una sólida estructura narrativa que se traduce en una absorbente experiencia sin que se haga pesada o confusa. No hay giros sorpresa que de repente invaliden todo lo anterior, todas las sorpresas van encaminadas a darle sentido a la historia y que todo tenga más lógica. Y, tampoco lo podemos dejar de lado, mantener al espectador entretenido de principio a fin. Aunque, claro, esta es una impresión subjetiva. Me pareció un film entretenido que me mantuvo enganchado porque trata temáticas que me encantan, desde las mencionadas sesenteras al hecho de tener a un grupo de personajes atrapados en una localización.
Mientras es cierto que aguardan muy malos tiempos a los clientes de El Royale, el espectador disfrutará de muy buenos tiempos en El Royale.
