Cine

Midsommar

Tras el gran éxito que supuso, tanto dentro como fuera del género, Hereditary (2018), el director Ari Aster presenta su segunda película Midsommar (2019). Otro ejercicio de terror para adultos que introduce al espectador en una extraña comunidad.

Midsommar

La historia del film resulta bastante familiar: un grupo de amigos americanos que, invitados por una reciente amistad, viaja a una remota localidad europea donde son introducidos en un extraño culto ancestral. También os podéis imaginar qué les pasa a los personajes una vez llegan allí. Pero aquí radica la inteligencia del film de Aster que juega precisamente con la familiaridad con este tipo de argumentos, que el espectador ya sabe lo que va a pasar, y se centra en crear una impactante y profunda experiencia emocional para el espectador.

Protagonistas de Midsommar

Midsommar y Hereditary tienen diversos puntos en común. Ambas tratan con cultos religiosos y ambas tienen como protagonistas personajes femeninos en pleno duelo por la pérdida de seres queridos, lo que proporciona a sus actrices principales la oportunidad de ofrecer potentes interpretaciones. En el caso de Midsommar Florence Pugh lo da todo para transmitir el dolor y la pérdida que experimenta su personaje, Dani. Sin embargo, mientras que su primer film gira en torno al dolor y la pérdida, en esta ocasión Aster nos sumerge de lleno en el folk horror, combinando elementos de El hombre de mimbre (The Wicker Man, Robin Hardy, 1973) con otras influencias como La matanza de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, Tobe Hooper, 1974).

Precisamente ha sido el estreno de Midsommar el que ha vuelto a poner de actualidad el folk horror, una rama del terror que ha sido codificada hace relativamente poco tiempo. No es este el momento para hacer comenzar un análisis de este subgénero, baste decir que la película de Ari Aster no oculta la influencia ejercida por los títulos más populares del género: la mencionada El hombre de mimbre y La garra de Satán (The Blood on Satan’s Claw, Piers Haggard, 1971). Comparte con estos títulos presentar comunidades aisladas, que se han mantenido libres de la contaminación del mundo moderno. El conflicto entre lo moderno y lo primitivo es la base del folk horror, algo también presente en Midsommar, donde hay varias escenas que se basan en la reacción de los “ignorantes” americanos ante rituales y costumbres que se les hacen extraños, intrusos que estudian la comunidad pagana con sensibilidad colonialista. Pero el film de Aster va más allá, siendo uno de los temas que trata las relaciones tóxicas. El fallecimiento de los padres y la hermana de la protagonista al inicio del film, y las circunstancias en que sucede, sirve para que una situación extrema lo sea aún más debido al frágil estado en que se encuentra la protagonista. La relación entre Dani y Christian, interpretado por Jack Reynor, se convierte en el elemento clave para que se desarrolle el horror.

Sorpresas en Midsommar

Aster, más allá de subtextos y subgéneros, sumerge al espectador en una pesadilla de terror que al finalizar lo deja aturdido e impresionado, emocionalmente exhausto. Un agradable contraste a películas como la reciente Annabelle vuelve a casa (Annabelle Comes Home, Gary Dauberman, 2019), que son divertidas pero inofensivas. Midsommar no es inofensiva, tiene dientes poderosos y una vez hace presa ya no te suelta. Por mi parte, espero impaciente la versión extendida de tres horas en la que está trabajando Ari Aster.


póster de Midsommar
Midsommar
Una pareja americana que no está pasando por su mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una remota aldea de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en una oscura pesadilla cuando los misteriosos aldeanos los invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.
Director: Ari Aster
Reparto principal: Florence Pugh, Jack Reynor, Will Poulter, William Jackson Harper

© Imágenes: DeAPlaneta