Tras 27 años y seis películas, la saga Misión imposible, en su vertiente cinematográfica, encara su conclusión con una última misión para Ethan Hunt, de nuevo encarnado por Tom Cruise, que se ha dividido en dos películas. El final empieza con Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 (Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One, Christopher McQuarrie, 2023).
Para concluir la franquicia, Tom Cruise y Christopher McQuarrie han creado una historia mucho más ambiciosa que las vistas hasta ahora. Una historia que tiene toques de ciencia ficción, aunque no tan increíble como pueda parecer a primera vista. El enemigo a abatir en esta ocasión es la Entidad, una I.A. creada como arma perfecta que, antes de que puedas decir “proyecto Forbin”, ha adquirido conciencia propia y amenaza con hacerse con el control del mundo. Teniendo en cuenta su poder, las potencias mundiales esperan hacerse con ella para intentar controlarla y dominar así el resto del planeta. Ethan Hunt, acompañado de Benji (Simon Pegg), Luther (Ving Rhames) e Ilsa (Rebecca Ferguson), intentará hacerse con la llave que puede ser la forma de destruir la Entidad. Sin embargo, la llave se encuentra en manos de Grace (Hayley Atwell), una ladrona que no es consciente de lo que acaba de robar.
El argumento bebe de las noticias sobre el desarrollo de la I.A. y la preocupación de cómo esto puede afectar a nuestra civilización, lo que no deja de ser un argumento clásico de la ciencia ficción. Pero este flirteo con la ciencia ficción no quiere decir que esta entrega de Misión: Imposible sea otra cosa que intrigas de espionaje cargadas de acción. Tenemos todos los elementos habituales: operaciones encubiertas que salen mal, traiciones, secretos peligrosos, enemigos implacables… Lo que inserta en el film un interesante comentario social y político, es por la manera en que presenta a todas las potencias mundiales en una carrera desesperada para hacerse con la Entidad. Y mucha, mucha acción, claro.
Viéndola, cobran sentido todas las noticias sobre el complicado y difícil rodaje que sufrieron los cineastas. La razón por la que el metraje de Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 sobrepasa las dos horas y media no es por la complejidad de la historia, sino por las elaboradas y largas secuencias de acción. No se trata de peleas y tiroteos como en el caso de la saga John Wick (aunque también hay) sino intrincadas persecuciones y huidas que le dan a Tom Cruise diversas oportunidades para arriesgar su vida para placer de los espectadores, con algunos guiños al clásico cine de acción de Hong Kong. Hayley Atwell tampoco se queda atrás, recordemos que Atwell fue la agente Carter para Marvel. También podemos ver a otra actriz que trabajó para Marvel como la guardiana de la galaxia Mantis, Pom Klementieff, que aquí interpreta a una asesina implacable que pone contra las cuerdas a Ethan Hunt.
Ver esta película es el equivalente a montar en una larga y monstruosa montaña rusa. Hay gente que disfrutará cada minuto, hay gente que no soportará los continuos chutes de adrenalina. Por supuesto, es imprescindible para los fans de la franquicia y el cine de acción.
Misión imposible: Sentencia mortal - Parte 1
Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo del FMI, se embarcan en su misión más peligrosa hasta la fecha: localizar, antes de que caiga en las manos equivocadas, una nueva y terrorífica arma que amenaza a toda la humanidad. En esta tesitura, y con unas fuerzas oscuras del pasado de Ethan acechando, comienza una carrera mortal alrededor del mundo en la que está en juego el control del futuro y el destino del planeta. Enfrentado a un enemigo misterioso y todopoderoso, Ethan se ve obligado a considerar que nada puede anteponerse a su misión, ni siquiera las vidas de aquellos que más le importan.
Guion: Christopher McQuarrie, Erik Jendresen (basado en la serie de televisión creada por Bruce Gelle)
Reparto principal: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson