Tras coincidir en la grabación de una escena coral de muchos hombres desconocidos corriéndose sobre una sola mujer, la estrella del asunto, dos tipos (un negro y un chino) establecen una amistad. Ambos se ilusionarán con ser estrellas del cine para adultos y comenzarán a preparar diferentes fases para triunfar en la industria. Contratados por una pequeña productora de cine X de calidad ínfima que produce deuvedés, Steve Driver (Nathan Stewart-Jarrett) y Tom Dong (Kelly Sry) descubrirán que todo va a ser más difícil de lo previsto aunque pronto se les mencionará como el Jackie Chan y Chris Tucker del porno.
Mope de Lucas Heyne es una película basada en hechos reales de la que posiblemente desconozcamos todo, y mejor, así la expectativa a lo largo de todo el metraje por conocer cómo estos dos tipos bastante raros han logrado destacar en la industria del cine para adultos se mantiene. (Y aquí tampoco lo vamos a desvelar.)
«Mope» es el mote con el que son conocidos en Estados Unidos los artistas porno de baja estofa, ese gesto de fregar el suelo, de limpiar o participar en las escenas más sucias con gente anónima. Y así son incriminados nuestros protagonistas a lo largo del filme en cada uno de sus pasos en falso.
Presentada como una comedia negra, no le falta razón al principio, ya que es un buen acercamiento al tema en cuestión pero pronto Mope acaba por ser una patada en el estómago del espectador al mostrarnos como estos dos emprendedores se sumergen en un mundo de víboras donde el glamour no está presente para todos.
Seguramente estemos demasiado cerca del sudor de sus frentes como para apreciar el humor en una industria que no se presenta, para nada, amable. El porno, que ya sufre estigma precisamente por situaciones como las que se reflejan en la película, da para mucho más. Cierto es que Mope da pequeñas pinceladas de lo que es, a fin de cuentas, este «gran» desconocido trabajo (ilusión, arte, empleo, producción, distribución …) aunque recabando en el peor de los ejemplos.
El casting ha contado con actrices de cine para adultos para algunos papeles muy secundarios, también encontramos a David Arquette (Saga: Scream) desempeñando a un director de renombre que aparece en uno de los momentos más hilarantes y desconcertantes de la película al vislumbrarse que Steve y Tom están lejos de conectar con el sector.
La película se aproxima a la morbosa historia sin demasiado atino, ya que mientras se da poco a poco detalles de que algo más gordo va a pasar, se echa en falta no afrontar con más decisión un lado u otro de la cuestión: la industria como engullidora de ilusiones y personas o las consecuencias por el pasado de uno de los personajes. Con más humor, esta cuestión desaparecería porque sería el entretenimiento y las risas quien nos acompañase todo el rato pero al tomarse demasiado en serio a sí misma, esta cae en una situación de comedia a medio gas incómoda.
Sin ser una película para todos los gustos, Mope llamará la atención de quienes sienten curiosidad por ver una pequeña y ficcionada parte de la industria del cine para adultos en Estados Unidos, lógicamente también gustará a espectadores que al juntar «porno» y «basado en hechos reales» les cree suficiente interés. Chicha no le falta y las casi dos horas se asumen con facilidad.
Estreno en Filmin el 8 de octubre.