El director hispano-chileno Alejandro Amenábar deja de lado los cortometrajes publicitarios o videoclips para centrarse en una historia de intriga y ritos satánicos.
Ambientado en el año 1990 en la ciudad de Minnesota, la acusación de la joven Angela hacia su padre de haber cometido un crimen inconfesable destapa un alud de secretos en la ciudad. El detective Bruce Kenner junto al psicólogo Dr. Raines investigarán el caso tratando a todos los implicados con la técnica de la regresión, pronto descubren una siniestra conspiración que implica la adoración al diablo.
En Regresión (Regression, 2015) participan los actores de primera línea como Emma Watson (Hermione en la saga Harry Potter), Ethan Hawke o David Thewlis, secundario de lujo. Lo que a muchos nos puede sorprender ya que recordamos a Amenábar como ese joven director que hizo Tesis (1996) o Abre los ojos (1997), pero el cuál ya ha realizado otras como Los otros (2001) con Nicole Kidman o Ágora (2009) con Rachel Weisz. Pero la memoria es selectiva y tenemos en mente ese director de mirada personal que sorprendió a todos con actores patrios: Fele Martínez, Eduardo noeriga, Penelope Cruz…
Tras este primer shock, cabe recordar que Alejandro Amenábar cambió de tercio tras las películas de intriga y lo que vino fue Mar adentro (2004) y ahí se fue su sello personal. Con Regresión retoma ese género que tantas alegrías le dio en el pasado, siempre siendo director y guionista en todas sus producciones, aquí no parece haber perdido ni pizca en crear ambientaciones tensas; pero flojea cuando estas escenas pretende el susto como si de una película de terror americana tradicional se tratase, aunque por fortuna no son más que un par de secuencias.
Regresión cuenta con un trabajo técnico impoluto goza (es evidente) de una gran factura, aunque sin alma, además no solo consiguen recrear una ambientación de los 90 sino una película de entonces, con un ritmo paulatino en que nada parece suceder y todo acabe precipitándose en los últimos minutos (pero sin ninguna gran explosión ni plano aéreo).
La temática es interesante, sectas satánicas, el enfoque que se le quiere dar también pero resulta mal llevado, las pocas pistas que aparecen a lo largo del film destapan «la sorpresa» resultando predecible desde entonces; otras películas de «corte» similar me resultaron mucho más atractivas, personales y vibrantes como Red State (2011) de Kevin Smith.
Su estreno en las salas españolas es el 2 de octubre.