Juanma Bajo Ulloa regresa a la comedia gamberra con Rey Gitano (2015) casi dos décadas después de la clásica Airbag (1997), con la que las (odiosas) comparaciones serán inevitables.
Gaje (Arturo Valls) es un golfo gitano que descubre que es hijo del rey. Para verificarlo contratará a dos detectives perdedores en las últimas: Jose Mari (Karra Elejalde) y Primitivo (Manuel Manquiña). Pero en sus intentos de llevar a cabo la misión que se les ha encomendado, las cosas se irán complicando cada vez más, amenazando no solo a la monarquía, también el orden mundial que nos maneja a todos en la sombra.
Cuando Bajo Ulloa estrenó Airbag a finales de los 90, la crítica se lo tomó casi como una traición. Cómo era posible que el director de La madre muerta (1993) y Alas de mariposa (1991) dejara el cine “serio” para ponerse a rodar una comedia sobre unos borrachos en busca de un anillo perdido en el trasero de una prostituta. Obviamente, la machacaron, pero fue un gran (y merecido) éxito de público (que a veces también acierta) y Airbag se ha acabado convirtiendo en un clásico de la comedia. Algo que, irónicamente, perjudicará bastante a Rey Gitano.
Porque es cierto que Rey Gitano no es tan buena como Airbag, película que el director no deja que olvidemos ya que Rey Gitano tiene la misma estructura de road movie llena de personajes esperpénticos, situaciones absurdas, cameos y dardos generalizados al establishment. Pero tampoco podemos olvidar otra cosa: que Rey Gitano no sea tan buena como Airbag no significa que sea una mala película o una mala comedia.
Karra Elejalde y Manuel Manquiña encabezan un gran (por numeroso) reparto, logrando hacer que te rías aunque el guion no sea excesivamente ingenioso. Y es esa capacidad de los actores y actrices de jugar con el guion y los gags lo que salva Rey Gitano, un reparto que cubre algunas carencias como querer esforzarse demasiado en ser rompedor y punk. Rosa María Sarda tiene también sus momentos brillantes encarnando a un andrógino personaje corrupto. Arturo Valls y María León cumplen con su cometido, pero quedan eclipsados en cualquier escena que comparten con Elejalde y Manquiña.
La sombra de Airbag es alargada y puede acabar perjudicando a la película, pero, valorada por si misma, Rey Gitano es una divertida comedia que cual moderno Ramón del Valle-Inclán hace un retrato esperpéntico y satírico de la sociedad que hemos (des)creado.
Estreno en las salas españolas el 17 de julio.
