Cine

Saga: Underworld

¿Qué tienen en común las franquicias de Jason Bourne, Riddick y Underworld? Todas ellas se iniciaron con películas que no fueron grandes taquillazas pero sus enormes ventas en DVD animaron a los estudios a continuarlas. Igual que la saga Resident Evil tenía a Paul W. S. Anderson guiándola, la saga Underworld fue supervisada de cerca por el director Len Wiseman a lo largo de las cinco películas (y media) que conforman esta saga.

Saga: Underworld

Underworld - 2003

Underworld

(Len Wiseman, 2003)
Versión cinematográfica/extendida

Es curioso como las películas que quieren ser más modernas y actuales son las que más rápido envejecen. Underworld es claramente un producto de su época. Junta la estética post-Matrix con influencias de videojuegos y cine de acción asiático (también como el film de las hermanas Wachowski), siguiendo el estilo marcado por la oeuvre de cineastas como Paul W. S. Anderson, sin olvidar la banda sonora de rock industrial. Lo que le daba personalidad al film era su argumento de una guerra entre vampiros y licántropos, que transcurre en secreto sin que los humanos se den cuenta. Por supuesto, tampoco podemos olvidar que este film fue uno de los pioneros en desarrollar lo que sería el cine de superhéroes moderno, lo cual tiene mucho sentido teniendo en cuenta las intenciones de Len Wiseman de crear una película que fuera como una novela gráfica que hubiese cobrado vida.

El film está protagonizado por Kate Beckinsale, dando vida a la vampiresa y experta asesina Selene. Con este papel Beckinsale se convirtió en la estrella de una saga que giraba en torno a ella. Toda una sorpresa ya que, hasta entonces, la actriz británica se había especializado en comedias románticas y dramas, sin nada que indicara que podía  protagonizar una cinta de acción. Un género que tampoco ha cultivado, con la excepción de esta franquicia, Van Helsing (Stephen Sommers, 2004) y el irónicamente olvidable remake Total Recall: Desafío Total (Total Recall, Len Wiseman, 2012). La actriz precisamente se escogió por ser ajena al género, con la idea de que le daría más seriedad al proyecto de cara a los medios, indicando que no se trataba de una cinta camp. En el reparto nos encontramos nombres que empezaban a despuntar como Scott Speedman, entonces popular por la serie Felicity, Michael Sheen y el veterano Bill Nighy.

Fotograma de Underworld

Desde el inicio se lanza al espectador a este mundo de noche perpetua ofreciéndole la información necesaria entre tiroteos. El ágil ritmo y la acción constante se mezclan con una trama shakesperiana de traiciones, romances malditos y monstruos mutantes (de los que hay que admitir que no encontramos los suficientes en las obras de Shakespeare). Y el film funciona a pesar de lo derivativo que puede parecer a primera vista gracias a la manera en que mezcla todos estos ingredientes, resultando tremendamente entretenido, triunfando donde películas como la mencionada Van Helsing o Ultravioleta (Ultraviolet, Kurt Wimmer, 2006) fracasaron. El film se ve beneficiado de un tono serio que ayuda a que el espectador entre en este mundo. Un mundo que transcurre en una ciudad sin nombre en algún lugar de Europa. Una ciudad gótica que encaja con la mencionada intención de hacer un cómic en imágenes en lugar de dibujos en una página. Para lograr el efecto, Underworld se rodó en Budapest, que tenía el look necesario y ayudaba a estirar el bajo presupuesto de 23 millones de dólares. Es decir, bajo para el tipo de película que querían hacer, ya que se había calculado por los estudios que costaría entre 60 y 80 millones de dólares realizar la película en Estados Unidos o Londres (el film fue una coproducción americana-inglesa-alemana).

El bajo presupuesto también se debía, además de que los estudios no acababan de entender el atractivo del film, a que Wiseman era un director primerizo. Pero este era un proyecto creado por Danny McBride, Kevin Grevioux y Wiseman con la intención de que este último fuera el director. La larga amistad de los tres consolida la percepción de la película como un proyecto que apasionaba realmente a todos los implicados.

Los esfuerzos exigidos por el presupuesto se vieron recompensados con una emocionante cinta de acción cuya guerra entre vampiros y hombres-lobo se podía interpretar como una alegoría al esclavismo americano, con los vampiros como ricos terratenientes blancos y los hombres-lobo como esclavos liberados.

Como ya he dicho al inicio del artículo, la recaudación de taquilla fue aceptable pero su éxito se debía realmente a las ventas de DVD, lo que hizo que apareciera una versión extendida, que, como recalca Wiseman en el comentario, no es un montaje del director. Esta versión añade algunos detalles a las escenas pero sobretodo expande las relaciones de los personajes añadiendo momentos dramáticos.

El éxito del film también trajo consigo la realización de secuelas, algo que los cineastas esperaban conseguir y que tenían, más o menos, planeadas.

Underworld: Evolution

Underworld: Evolution

(Len Wiseman, 2006)

La secuela, tras un prólogo en el pasado, arranca poco después del final de la primera entrega. Gran parte de la trama de Evolution se había desarrollado cuando Len Wiseman, Danny McBride y Kevin Grevioux trabajaban en el guion de la primera Underworld, principalmente lo que tiene que ver con el pasado, pero no habían podido incluir en la película.

La secuela contó con un presupuesto algo más elevado que la primera entrega, trasladando el rodaje a Canadá. Si bien la acción en la historia transcurre en Europa, una Europa inventada no muy distinta de los pueblos de fantasía que aparecían en los clásicos de terror de la Universal. Selene y Michael, de nuevo interpretados por Kate Beckinsale y Scott Speedman, se encuentran a la fuga de los clanes vampíricos cuando ambos son atacados por Marcus (Tony Curran), el primer vampiro.

Marcus es ejemplo de cómo, para explotar mejor los recursos a su alcance, se mezclaban distintas técnicas para dar vida a la ambiciosa historia. El cuerpo de este primer vampiro se creó utilizando maquillaje y prótesis, mientras sus alas se crearon mediante CGI. Que no fuera una creación informática por completo ayudó enormemente a darle verosimilitud a las escenas de acción en que aparece.

Bill Nighy en Underworld: Evolution

Underworld: Evolution es más violenta y tiene escenas de acción espectaculares, pero eso no quiere decir que sea mejor que la primera entrega. El efecto sorpresa de la primera ayudaba a mantener el interés. Aquí la historia se desarrolla extendiendo los sucesos del pasado, haciendo nuevas revelaciones, todo ello destinado a darle una mayor profundidad a los personajes. Pero eso significa que si no te interesan los personajes el film solo ofrece algunas escenas de acción muy logradas. Es claramente una secuela pensada para los fans de este mundo, como sucederá con todas ellas a partir de aquí, hilvanando una complicada historia en la que es necesario haber visto todas las películas para poder seguir.

Pero que no se interprete el anterior comentario como negativo. Creo que el film funciona, sobre todo gracias a la incorporación de actores como Sir Derek Jacobi al reparto y el regreso de Bill Nighy, ofreciendo un espectáculo bastante entretenido al espectador.

Underworld: La rebelión de los licántropos - 2009

Underworld: La rebelión de los licántropos

(Underworld: Rise of the Lycans, Patrick Tatopoulos, 2009)

Esta entrega es una precuela que se centra en el origen de la guerra entre vampiros y licántropos. Fue dirigida por Patrick Tatopoulos, conocido principalmente como diseñador de criaturas y maquillaje de efectos especiales, tarea que había llevado a cabo en las dos primeras entregas de la saga. El background de Tatopoulos hace que esta precuela tenga un aspecto fantástico, pero no está claro que su look justifique su existencia a pesar de ser concebida desde el inicio de la saga.

El problema del film es que los sucesos principales ya se habían explicado (y mostrado) en la primera Underworld. Habría sido más interesante si mostrara cómo empieza y se desarrolla el romance entre Sonja y Lucian, el centro del conflicto, pero cuando arranca la historia ya hace tiempo que son amantes. El film contiene entretenidas escenas de acción, pero no añade nada nuevo a lo conocido ni ninguna perspectiva desconocida.

El reparto está bastante bien, en especial el trío protagonista que forman Bill Nighy, Michael Sheen y Rhona Mitra. Nighy y Sheen, obviamente, retoman sus personajes y Mitra es la mencionada Sonja, la vampiresa que se enamora de un hombre lobo.

La precuela fue recibida con algo de indiferencia cuando se estrenó, pero no se puede decir que fuese un fracaso de taquilla. No olvidemos que eran los fans los que mantuvieron la saga viva durante estos años.

Underworld: Endless War

Underworld: Endless War

(Juno John Lee, 2011)

Cortometraje de animación, dividido en tres partes. Originalmente se editó en DVD junto a las tres primeras películas como forma de promocionar el próximo estreno de la cuarta parte. La historia arranca antes de los sucesos de la primera Underworld y concluye poco antes del inicio de la cuarta entrega.

Fotograma de Underworld: Endless War

Dirigido por Juno John Lee, este corto de 18 minutos es mucho más violento y hay una mayor cantidad de erotismo que en las películas, aunque tal vez sea por el estilo anime. Se encuentra en DVD en packs de cuando la película era todavía una trilogía o como extra en el Blu-ray de Underworld: El despertar.

Underworld: El despertar

Underworld: El despertar

(Underworld: Awakening, Måns Mårlind, Björn Stein, 2012)

Originalmente planeada como trilogía, se decidió continuar la saga con Kate Beckinsale de nuevo como protagonista. La entrega es lo que hoy se conoce como soft reboot, no empieza de cero sino que cambia de tramas y objetivos. Los humanos han descubierto la existencia de hombres-lobo y vampiros, provocando una purga que lleva a las dos especies a esconderse para evitar la extinción. Selene es capturada y no despierta hasta al cabo de 12 años, con Michael desaparecido y una hija de la que no sabía nada.

El cambio de foco de la relación Selene-Michael a Selene-Eve (su hija, interpretada por India Eisley) hizo que el personaje de Michael prácticamente desapareciera y de ahí la ausencia de Scott Speedman, que ya no regresaría a la saga.

Fotograma de Underworld: El despertar

Como decía, este soft reboot trajo consigo un nuevo escenario, una nueva ambientación y nuevos personajes. Además de India Eisley como Eve, que en el film es nombrada solo como Sujeto 2, se incorporaron Theo James como David y Charles Dance como Thomas, vampiros aliados de Selene. Esta entrega también es mucho más violenta y frenética que las anteriores películas, aprovechando el 3D en el diseño de las escenas de acción. Porque esta fue la primera entrega de la saga filmada en 3D, lo que ayudó a la recaudación ya que las entradas para este formato eran más caras. La táctica funcionó, recaudando una generosa cantidad de dinero a pesar de las malas críticas.

Estas malas críticas aducen que el film no tiene argumento y que no se desarrollan los personajes. Pero gran parte del argumento y los personajes ya se habían desarrollado en anteriores entregas. De ahí que el film se centre en la acción, al tiempo que expande el universo de la franquicia. Con solo 88 minutos de duración, y de esos diez son títulos de crédito, El despertar se pasa muy rápido, ofreciendo grandes dosis de entretenimiento, siempre que consideres entretenido ver a Selene matar a mucha, mucha gente. Por otro lado, el objetivo era presentar tramas para futuras entregas, por ello acaba un poco en el aire. A pesar de eso, personalmente creo que es mejor que la precuela y la colocaría, en cuanto a calidad, detrás de la segunda entrega.

Underworld: Guerras de sangre

Underworld: Guerras de sangre

(Underworld: Blood Wars, Anna Foerster, 2016)

Cuando se estrenó en cines, escribí una crítica de Underworld: Guerras de sangre para Underbrain. Una crítica no excesivamente positiva pero tampoco negativa. Asumí que la película sería disfrutada por los fans y que mi desconocimiento de la saga tal vez era responsable de que no la abrazara por completo. Es decir, cuando hice esa crítica solo tenía un recuerdo vago de la primera entrega, que no había vuelto a ver desde que se había estrenado en cines, y no había visto ninguna de las secuelas. ¿Cómo cambia mi opinión de esta película una vez me he sumergido a fondo en el world de Underworld?

Pues mi opinión de Guerras de sangre ha empeorado al verla después de El despertar. De la anterior secuela me gustó el añadido de los humanos exterminando vampiros y hombres-lobo, forzándolos a la clandestinidad y creando un nuevo enemigo. La aparición de la hija y adónde podía llevar la relación con Selene también pensé que podía ser interesante, sobre todo si la hija es mucho más poderosa que la madre. Y la búsqueda de Michael me parecía vital teniendo en cuenta que las anteriores secuelas se habían basado en la relación entre Selene y Michael.

Pero todas las tramas abiertas en El despertar son desechadas en esta entrega. ¿Los humanos? Desaparecidos, de regreso a un escenario en el que solo importan vampiros y hombres-lobo. ¿La hija? Convenientemente desaparecida también. ¿Y Michael? Teniendo en cuenta la importancia del personaje, es muy torpe la manera en que se deshacen de él. Guerras de sangre regresa al inicio, un conflicto entre vampiros y hombres-lobo pero sin el beneficio de la historia pasada que compartían los villanos originales Viktor y Lucian. Las escenas de acción siguen estando bien hechas, pero pierden efectividad tras la brutalidad de la cuarta entrega.

Kate Beckinsale en Underworld: Guerras de sangre

En definitiva, es un final bastante pobre para la saga, que es dudoso se arregle en una sexta entrega, ya que Kate Beckinsale ha declarado que ya no interpretaría a Selene más, además de que tampoco está claro sobre qué trataría una posible sexta entrega. Len Wiseman ha jugado con la idea de crear una serie de televisión, pero nada ha ido más allá de los rumores.

Guerras de sangre y la tercera entrega se quedan como los momentos menos inspirados de la saga. Las otras tres entregas se quedan como entretenidas cintas de acción, con toques de ciencia ficción, fantasía y culebrón.