El director coreano Bong Joon-ho, responsable entre otras de la genial The Host (Gwoemul, 2006), adapta el cómic francés Rompenieves de Jacques Lob, Benjamin Legrand y Jean-Marc Rochette, recopilado en dos volúmenes en castellano por Bang Ediciones, en una producción internacional en la que participan Corea del Sur, Estados Unidos, Francia y la República Checa. El resultado final de tan exótico conjunto es Snowpiercer (Rompenieves) (Snowpiercer, 2013), un soberbio film de ciencia ficción que nos presenta una fascinante y distópica alegoría social.
Tras un desastre global, el planeta Tierra vive una nueva era glacial. Los últimos supervivientes de la humanidad viven en un ultramoderno tren que de manera ininterrumpida viaja por el helado planeta. En este tren se ha creado un estricto sistema de clases: los privilegiados viven cerca de la locomotora, los pobres se hacinan en los vagones de cola. Curtis (Chris Evans) dirige una revolución que intentará liberar a los pasajeros de cola de la tiranía de los habitantes de los primeros vagones.
El guion del director Joon-ho y Kelly Masterson, dramaturgo recordado por el guion de Antes que el diablo sepa que has muerto (Before the Devil Knows You’re Dead, Sidney Lumet, 2007), se mantiene fiel al cómic original, aunque no literalmente. El escenario es el mismo y la trama es parecida, pero cambia personajes, acciones y situaciones. Es fiel porque el mensaje de fondo es el mismo, pero en el film Joon-ho le añade un toque de optimismo y esperanza que hace que la película resulte redonda. Es decir, mantiene un buen equilibrio entre respetar la obra que adapta e imprimirle su propia personalidad.
Una de las cosas que resulta más sorprendente es saber que dura más de dos horas, porque el ritmo es constante. La revolución se inicia al poco de empezar la película e inmediatamente nos ponemos a seguir a los colistas en su odisea hacia la parte delantera del tren (aunque no se especifica en el film, en el cómic se menciona que el tren tiene unos mil vagones). Este viaje permite al director alternar escenas de acción y dramáticas con otras escenas con delirantes toques de humor negro (como una tétricamente divertida escena en el vagón escuela de los niños privilegiados). Joon-ho ya había mostrado su habilidad para mezclar tonos y situaciones en anteriores trabajos, pero en esta película le sirve para que lo que podría haber sido una obvia fábula social en la forma de una predecible y oscura película de ciencia ficción, se convierta en un gran espectáculo cinematográfico. El director logra crear un film absorbente gracias a la manera en que teje la trama, la acción y la caracterización de los personajes sin restregar en las narices del espectador su mensaje. A todo esto hay que añadirle también una interesante reflexión sobre la condición humana.
Esta película rebosa talento detrás y delante de las cámaras. Evans, conocido mundialmente por los espectadores como el Capitán América, aquí está desconocido interpretando un personaje que, en un principio, parece el héroe al que nos tiene acostumbrados pero a medida que avanza se va revelando su atormentada naturaleza, resultando en momentos interpretativos inesperados pero sin caer en el tópico héroe oscuro a lo Batman. El resto del reparto lo nutren actores como Jaime Bell, Kang-ho Song, habitual del cine de Joon-ho, y veteranos como una irreconocible Tilda Swinton, John Hurt y Ed Harris.
Rompenieves es toda una maravilla. Un film de ciencia ficción inteligente, tenso y genial que entretiene al espectador tanto como lo hace reflexionar.
Estreno en las salas españolas el 9 de mayo.