Hunter (Haley Bennett) es una mujer afortunada porque se acaba de casar con Richie (Austin Stowell), quien tiene un futuro prometedor en la empresa familiar, y se han mudado a su nueva casa de varios pisos y piscina propia, ubicado en las afueras. Pero hay algo que no está bien y comienza a tragarse pequeños objetos, primero es una canica pero pronto probará otros más peligrosos y punzantes.
Swallow, escrito y dirigido por Carlo Mirabella-Davis, tiene un arranque perturbador, ¿quién podría, en su sano juicio, ingerir una chincheta, una pila o cualquiera de los muchos objetos que Hunter hace? enseguida somos conscientes que no es lo único extraño en ella, además de no pertenecer previamente a esta nueva clase social en la que no parece ser bien aceptada, la soledad y su inadecuada sumisión en esta relación esconde algo más.
Con una fotografía y ambientación fría que podría inspirar paz y tranquilidad, el director logra transformarla en una atmósfera quebradiza y enfermiza. Resulta hipnótica y sientes más que curiosidad por el comportamiento de la protagonista. Por fortuna, Swallow va más allá del «chiste» y profundiza sobre la identidad de la protagonista, la inestabilidad de su felicidad en un entorno fuera de su zona de confort, así hasta dar con las verdaderas razones de su trastorno.
Acabar destacando el trabajo de interpretación de Haley Bennett que transmite cada pequeña variación en la evolución de su personaje, que en contraste, Hunter parece distintas personas entre su primera y última aparición en pantalla.
Difícilmente clasificable, Swallow trata temas tan diferentes que es mejor verla sin saber mucho más de ella.
Proyectada en el Americana Film Fest 2020. Hay un nuevo pase de Swallow el domingo 8 de marzo a las 16:15.