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Terminator: Destino oscuro

La nueva entrega de la saga Terminator cuenta con el regreso de su creador James Cameron, además de Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton y una aparición, propia del siglo XXI, de Edward Furlong. Terminator: Destino oscuro (Terminator: Dark Fate, Tim Miller, 2019) apuesta fuerte en su intención de convertirse en la auténtica continuación de Terminator 2: El juicio final (Terminator 2: Judgment Day, James Cameron, 1991). ¿Lo consigue? La respuesta es sí, pero leed el resto para saber cómo lo hace.

Terminator: Destino oscuro

He de ser sincero, cuando se anunció, después que los derechos de la franquicia hubiesen retornado a James Cameron, que la nueva entrega significaría el regreso de Cameron y Hamilton, después de años apartados de la franquicia, y que sería una continuación directa de las películas de Cameron, ignorando completamente todo lo demás, me temí que fuera una entrega nostálgica/remake encubierto como Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza (Star Wars: Episode VII – The Force Awakens, J.J. Abrams, 2015). Y el inicio, mostrando fragmentos de la escena en el psiquiátrico de Terminator 2, parecía cimentar esa sospecha. Pero muy rápido, la película de Tim Miller se encarga de reventar cualquier aspiración nostálgica y nos lanza hacia nuevos personajes y situaciones. Sarah Connor y el T-800 regresan, sí, interpretados de nuevo por Hamilton y Schwarzenegger, sí, pero sus personajes han evolucionado y han cambiado. Aprecio enormemente la valentía de esta elección, aunque se asegure la ira de fans recalcitrantes, que dentro de unos años puede que demanden una nueva entrega que borre lo que no les gusta, como la afortunadamente abortada Alien 5 que ideó Neill Blomkamp y que buscaba continuar el Aliens (1986) de James Cameron.

Mackenzie Davis en Terminator: Destino oscuro

Este inicio marca el tono del film, más oscuro y violento que las anteriores entregas. Hay toques de humor, claro, que funcionan mucho mejor que en el pasado, pero este es un film, tal vez por su regreso a la clasificación para adultos, más visceral, más tenso. Lo cual no oculta que el argumento sea el mismo que hemos visto en el pasado: un nuevo modelo de Terminator, el Rev-9 interpretado por Gabriel Luna, viaja al pasado, nuestro presente, para acabar con la última esperanza de la humanidad, Dani Ramos, a la que da vida Natalia Reyes. Una soldado del futuro, Grace interpretada por Mackenzie Davis, llega para salvar a Dani, con la ayuda de Sarah Connor. Pero su ejecución es lo que hace que sea un film tremendamente entretenido y potente. Posiblemente porque ha tenido en cuenta errores del pasado. Como comenté en el artículo dedicado a la saga Terminator, debo ser de los pocos defensores de Terminator: Génesis (Terminator Genisys, Alan Taylor, 2015) que hay en el planeta, pero es obvio que algunos de los conceptos que estaban en el fondo de esa película están mejor manejados en Terminator: Destino oscuro, especialmente la manera en que se justifica la presencia de Schwarzenegger.

Otro elemento muy presente en este film, que no se encuentra en otras secuelas, es el político. No es casualidad la elección de Dani, una inmigrante mexicana, como esperanza de la humanidad, ni tampoco es casualidad la potente presencia femenina y su papel protagonista. Unas elecciones que aplaudo y añaden interés al espectáculo que se despliega ante el espectador, aunque procuro no mezclar política y cine siempre es satisfactorio cuando la visión de los cineastas coincide con la propia. Unas reivindicaciones que, junto a la manera en que se elimina cualquier factor nostálgico, le otorgan al film una actitud iconoclasta que contrasta con la porno-nostalgia que domina actualmente.

Arnold Schwarzenegger es T-800

Igual que actualmente domina la obsesión con crear franquicias y construir universos. Por fortuna, otra razón por la que aplaudo esta entrega, es que tiene un principio, un medio y un final. No se dejan pistas ni alusiones ni hilos abiertos para ser explorados en posibles trilogías. Se deja cierta ambigüedad en la conclusión para poder continuar si el film tiene éxito, pero se ha concebido como una película completa, no como media historia para ser continuada en dos películas más.

Terminator: Destino oscuro es una secuela valiente con un toque de actitud punk. Cargada de contundente acción y escenas espectaculares, queda en manos del público si será el inicio de una nueva y brillante era para la saga, como lo fue la reciente La noche de Halloween (Halloween, David Gordon Green, 2018), o será otro intento fracasado de continuar un clásico.


póster de Terminator: Destino oscuro
Terminator: Destino oscuro
Linda Hamilton (“Sarah Connor”) y Arnold Schwarzenegger (“T-800”) vuelven a interpretar a sus icónicos personajes en Terminator: Destino Oscuro, dirigida por Tim Miller (Deadpool) y producida por los visionarios cineastas James Cameron y David Ellison. Siguiendo a los acontecimientos de Terminator 2: El Juicio Final, Terminator: Destino Oscuro también cuenta en su reparto con Mackenzie Davis, Natalia Reyes, Gabriel Luna y Diego Boneta.
Director: Tim Miller
Reparto principal: Linda Hamilton, Arnold Schwarzenegger, Mackenzie Davis, Natalia Reyes

© Imágenes: 20th Century Fox