Tras abordar comedias como La boda de mi mejor amiga o Cazafantasmas, el director Paul Feig mezcla intriga y suspense en su nueva película con Anna Kendrick y Blake Lively al frente. Una historia llena de giros y sorpresas.
Basada en la novela de Darcey Bell, Un pequeño favor (A Simple Favor, 2018) nos cuenta la historia de Stephanie Smothers (Anna Kendrick), una joven madre viuda, y Emily Nelson (Blake Lively), una glamourosa madre cuyo estilo de vida fascina a Stephanie. Cuando Emily desaparece, Stephanie empieza a investigar para descubrir qué le pasó a su amiga. Un argumento clásico del género que en el film de Paul Feig resulta refrescante gracias a la comedia que se le inyecta, sin que afecte a la complejidad de la trama.
El director no oculta sus intenciones, exponiendo referencias de clásicos del género como Las diabólicas (Les diaboliques, Henri-Georges Clouzot, 1955) y Luz que agoniza (Gaslight, George Cukor, 1944), sin olvidar, claro, el cine de Hitchcock. Pero las mejores intenciones y agudas referencias no sirven de nada si la intriga no funciona. Por suerte, la compleja intriga de Un pequeño favor funciona, manteniendo al espectador en suspense al tiempo que también le hace reír.
Las interpretaciones de Anna Kendrick y Blake Lively contribuyen a sostener el argumento de forma sólida. Kendrick interpreta un personaje reservado, tímido, torpe, no muy alejado de otros personajes que ha interpretado en el pasado, que se transforma en una Nancy Drew moderna cuando su amiga desaparece. Lively interpreta un personaje que conocemos a través de flashbacks, una mujer sexy y algo alocada que la actriz encarna con gusto. A medida que se desarrolla la trama vamos descubriendo que son personajes que parecen muy distintos pero con más cosas en común de lo que parece. Sin entrar en detalles, el arco que experimenta cada una marca unos paralelismos que le añaden interés al film.
Un pequeño favor mezcla a la perfección suspense y comedia (negra). Ninguno va en detrimento del otro, un equilibrio que no es sencillo de lograr. El resultado es un film tremendamente entretenido que mantendrá al espectador enganchado de principio a fin.