El antiguo agente de la CIA metido a detective debe afrontar un nuevo caso que implicará a empresas importantes y poderosos de la ciudad que no permitirán que nadie hurgue en sus asuntos. Esta es la segunda novela del detective que creó el escritor Manuel Vázquez Montalbán en los años 70, mujeriego y de buen comer que no duda en mezclarse en los barrios de mala muerte de la ciudad para encontrar pistas.
En 2017 se publicaba Carvalho. Tatuaje, primera adaptación a cómic del personaje a cargo de Hernán Migoya (guion) y Bartolomé Seguí (dibujo), el cual obtuvo una merecida exitosa acogida por parte del público y la crítica, por lo que había ganas de reencontrarse de nuevo con Carvalho. Regresan ahora con Carvalho. La soledad del manager, álbum que realizan los mismos autores, con la dificultad añadida de que estamos ante un caso más complejo, la historia arranca en 1969, cuando en un viaje a Estados Unidos Carvalho conoce a Jaumà, el mánager de la empresa multinacional Petnay. En la actualidad (1977), Jaumà aparece muerto sin calzoncillos pero vistiendo pantalones y con unas bragas en el bolsillo. Hace años que no se veían pero la víctima tenía el nombre de Carvalho en su agenda para contactarlo urgentemente. La viuda termina contratándolo para resolver esta sospechosa muerte que la policía da como investigación zanjada. La presión sobre el detective surgirán por todas partes.
Carvalho. La soledad del manager no abandona su contexto histórico, algo que caracteriza al personaje y sus novelas en el que siempre acontece con la situación actual en el momento de su publicación. En este caso es justo después de la muerte de Franco y con la plena transición española, Carvalho se enfrentará a situaciones que todavía no se han hecho a la democracia, también se lo encontrará con Charo, su pareja sentimental que es puta, y por su nuevo compañero Biscuter.
Todo ello es un plus para un caso que es, sin duda, más detectivesca que la anterior entrega donde se plantea muchas piezas en juego y exige un poco más de atención al lector. Por otro lado, se recurre a flash-backs, sueños y elucubraciones fantasiosas que no hacen más que enriquecer al personaje y el cómic, y les permite a los autores más rienda suelta.
Es en este álbum que irrumpe un personaje clave en el universo de Carvalho originado por Manuel Vázquez Montalbán, se trata de Biscuter, un ex-presidiario que Carvalho termina acogiendo como su compañero de hazañas. De hecho el volumen concluye con una historia extra titulada: De cómo Pepe Carvalho conoció (en libertad) a Biscuter. También aparece por primera vez Fuster, el vecino de Carvalho, que cobrará más protagonismo en futuras aventuras siendo su pepito grillo de la cordura, y lo hace en una situación que define por excelencia al detective gourmet cocinando un salmis de pato e invitándolo a cenar a las dos y media de la madrugada.
Son 18 las novelas que existen del atípico detective privado y ya contamos con dos adaptaciones a cómic, de camino está la tercera entrega, Los mares del Sur, la que consagró el personaje y al escritor con el Premio Planeta en 1979. Es momento de adentrarse, si todavía no lo has hecho, a esta fantástica saga de género negro.
