¿Imaginas poder elegir a qué edad de tu cuerpo vivir para siempre? Solo tendrías que limitarte por el espacio en que te mueves. Así es Cieloalto, una ciudad construida sobre un gigantesco puente sobre las nubes. Seguirás creciendo en años pero tu cuerpo se mantendrá como el de la edad que tu margen de ciudad rija, así volver hacia atrás hará que mantengas tu cabeza de 25 en el cuerpo de 5 o todo lo contrario, yendo en el otro sentido y tener el cuerpo de un octogenario.
Cieloalto de Diego Agrimbau (guion) y Pietro (dibujo), cómic editado en España por Grafito Editorial, nos traslada a esta increíble ciudad y es a través de los ojos de Javier Dosaires que conoceremos los pros y contras de ser un permanente. También existen los viajeros, esas personas (como nosotros) en que el tiempo solo va hacia delante y no les afecta el lugar en el que están. Ambos tipos de personas mantienen aparentemente una relación apacible, o eso creía Javier que va descubriendo las diferencias según crece.
No es la primera vez que hablamos de un trabajo del guionista Diego Agrimbau, si en Desierto de metal realizaba una historia de ciencia ficción ucrónica y futurista con crítica social histórica, en el El humano exploraba nuestra psicología como ser, en Cieloalto la cosa va más allá de la problemática humana y social, o tal vez debería decir como un símil de problema racial, el cómic trata de una de las pocas cosas que no podemos controlar como humanos, el tiempo. El mismo pasa queramos o no, el cómo lo aprovechamos está en nuestras manos, y nuestros protagonistas de Cieloalto tienen la excusa de que lo tienen ilimitado y por eso dan por sentado que siempre habrá segundas y terceras oportunidades para solucionar sus problemas.
Es una propuesta muy imaginativa, Cieloalto plantea además problemas de nuestra sociedad en un contexto ficticio y cómo se llevarían a cabo. Gracias al buen trabajo de Pietro donde el diseño de personajes está bien estudiado y no perdemos pista al verles crecer o decrecer de cuerpo, también es clave los ropajes para diferenciar las distintas clases de personas (los permanente y viajeros), vamos, que enseguida nos hacemos participes de este nuevo mundo con sus pasos temporales, su ambientación retro, sus inconvenientes…
Explicado así parece fácil pero no, aquí ambos autores han debido romperse mucho la cabeza pero el resultado es fantástico, muy cercano, al leerlo sorprende y entretiene como pocos hacen. Y remarco que he encontrado la historia de ciencia ficción original, original.