Robert Goodin es un autor desconocido por estas tierras, pero es un veterano dibujante que se gana la vida con la animación, desde series como Los Thornberrys o Rugrats hasta Padre Made in Usa. El cómic es su pasión y es a lo que dedica su tiempo libre, aunque ha participado con pequeñas historias en publicaciones como MOME, Los Kurdles es oficialmente su debut.
A caballo entre lo infantil y lo adulto, la historia comienza cuando Ellie, una niña caprichosa, tira por la ventana del coche a Sally, una osita de peluche que cobra vida con la intención de volver a casa. Pronto se verá en Kurdleton, un pequeño lugar dentro del bosque en la que conviven extraños personajes como un unicornio bípedo, un espantapájaros o un ser indescriptible que muta de color. A ellos les pedirá ayuda para regresar al camino que le lleve de nuevo a su hogar. Pero un problema en curso les entretendrá, a su casa le ha salido pelo.
Un cómic simpático, delirante y lleno de posibilidades, los personajes de Kurdleton son una fuente de sorpresas que seguro que no acabarán con esta obra. Los Kurdles parece la primera de las muchas aventuras que vivirán sus personajes, carismáticos a más no poder. El excelente trabajo de Robert Goodin no solo queda patente en la parte narrativa, la visual entra por los ojos, sus páginas repletas de colores realizada en acuarelas, es artesanía pura para los tiempos que corren.
En la contraportada se menciona que esta obra es heredera del Tío Gilito de Carl Banks o de Bone de Jeff Smith y lo que pueda parecer en un primer momento se disipa tras su lectura, siendo estas confirmaciones nada baladí porque el estilo clásico de Robert Goodin, en plan cartoon, enfocado para todas las edades y con aventuras fantasiosas serán el goce de mucho de los lectores, que por un momento vivirán en Kurdleton olvidándose de todo lo demás.
Los Kurdles lo edita Ediciones La Cúpula. 68 págs. Color. Cartoné. 16,6×22,8 cm. ISBN: 9788416400218