«No es hora de morir. ¡Es hora de matar!» así despiertan a capitán Peligro, está flotando en el espacio con un puñal clavado en su ojo izquierdo. Relegado del cuerpo Space Riders, pronto conformará un equipo nuevo junto a Mono, un mandril de un par de metros de alto, y Yara, una androide. Juntos navegarán a bordo de Santa Muerte, una gigantesca nave con forma de calavera humana, para vengarse. Batallarán con los peligros del espacio, los motokingos y demás amenazas deambulando por terrenos inhóspitos como la tumba de los dioses espaciales hasta concluir con un épico combate. Pero decir esto es quedarse en la superficie del primer volumen de este cómic. Una aventura que es pura adrenalina al servicio de una historia pulp consciente de ello por lo que va directo al grano de lo interesante.
El segundo volumen, titulado La galaxia de la brutalidad, encontramos que el equipo formado por capitán Peligro, Mono y Yara se han disuelto pero una antigua fuerza maligna hará que deban unirse de nuevo. La aparición de un nuevo personaje sorprenderá a todos los Space Riders mientras un calamar gigante surca el espacio y el Dios destructor está cada vez más cerca de cumplir con su cometido. Con un trasfondo más oscuro, esta nueva entrega resulta más lisérgica al conocerlos de antes e ir todos a una por la aventura.
Space riders llega a España de la mano de Ediciones Gigamesh, publicado en Estados Unidos originalmente en 2015 y 2016, el cómic de Alexis Ziritt (dibujo) y Fabian Rangel Jr. (guion) es una obra atrevida que se puede disfrutar a muchos niveles, por sus referencias de las que hablaré más adelante, como por su historia en sí, al alcance de todos porque de lo que se trata aquí es de disfrutar de unas aventuras de cánones generales y colores vibrantes.
Cuando intento definir Space riders me vienen a la cabeza referencias más cercanas como el hiperbólico cómic de Victor Puchalski, Enter the Kann, mezclados con la esencia pulp y escenas de acción sin frenos de las obras de Benjamin Marra. Pero lógicamente Ziritt y Rangel Jr. habrán tirado de clásicos, la inspiración espacial (esos negros, esos planetas, esos rayos y fondos moteados coloridos) viene fuertemente influenciado por Jack Kirby al que dedican el primer álbum, en términos narrativos encontramos la arquetípica historia de aventuras, y superación personal/grupal, una epopeya heroica dentro de una space opera con tintes de western.
El dibujo de Ziritt es descarnado, trazos gruesos que tanto son definidos como indefinidos para potenciar la acción, prima la crudeza y el diseño de entornos inimaginables, hasta ahora, así como esos diseños originales de personajes, tanto protagonistas como secundarios, que son una maravilla.
Para ser justos hay que valorar también la edición, porque Space Riders es más que solo (buen) contenido, es igualmente forma, con esa edición en que las páginas simulan gráficamente estar rotas o amarilleadas y desgastadas por el tiempo, o la cubierta sucia, hacen de la misma toda una experiencia lectora. La edición en tapa dura de Ediciones Gigamesh contiene además unas páginas extras de bocetos, pin-ups de autores invitados, …
Si quieres surfear el espacio es mejor hacerlo acompañado por estos tremendos cómics de aventuras espaciales ¡desearás más Space riders!