Entrevistas

Fidel de Tovar y Daniel Bermúdez

Ganadores, por tercera edición consecutiva, del premio a Mejor Manga de autor/a español en el Manga Barcelona por el muy recomendable El tiempo de los tres (2021), reafirman el buen hacer de los mangakas nacionales Fidel de Tovar (a la derecha de la fotografía inicial) y Daniel Bermúdez (a la izquierda de la fotografía inicial).

Fidel de Tovar y Daniel Bermúdez

Juntos forman un equipo creativo con varias obras a sus espaldas de gran éxito de reconocimiento y público, a destacar Liquid Memories recientemente publicado en un integral de gran formato por parte de Norma Editorial, la casa que les ha visto madurar como artistas. Mientras Fidel de Tovar, guionista, debutaba con Arashiyama (en 2017), Daniel Bermúdez, dibujante, también conocido como senseidani, ya tenía experiencia publicando años atrás en Letrablanka Editorial en los volúmenes colectivos Let’s Cook! (2012) y Olympics (2013).

Aprovechamos esta entrevista, al que le teníamos ganas, para charlar sobre la industria del cómic Manga en España, sobre la experiencia de ganar el concurso de Manga de Norma Editorial (en 2017), sobre sus inicios, el trabajar en directo desde Twitch, y mucho más…

¡Felicidades por vuestro merecido premio a Mejor Manga de autor español por El tiempo de los tres! ¿Cómo de importante o motivador es este reconocimiento, que además viene por parte del público lector?
Daniel Bermúdez: Obviamente es muy motivador y muy reconfortante. Además, en especial, porque esta vez no solo nos ha escogido un jurado profesional para formar parte de los candidatos sino que luego ha sido el público quien ha escogido la obra ganadora. Entonces eso hace que realmente confirmemos que nuestras obras gustan y que la gente quiere ver más obras nuestras.

Fidel de Tovar: Sobre todo teniendo en cuenta el resto de obras nominadas que había, eran impresionantes y que algo como El tiempo de los tres, que es una obra bastante diferente, un slice of life, haya ganado. Pues estamos súper contentos.

Echando un poco la vista atrás, Daniel si nos puedes explicar cómo fueron tus inicios, si estudiaste algo al respecto, y cómo surgió presentarse al concurso manga de Norma Editorial.
DB: Hacía trabajos esporádicos de ilustrador, en fanzines y en la revista Manga Line, en su momento. Pero después de un parón de unos cuantos años decidí volver a estudiar ilustración porque necesitaba volver a ejercitar, volver a tener una rutina y una disciplina de ir a una clase. Volver a moverme un poco por esos medios. Entonces, lo que hice, fue entrar en [en la escuela] Joso y estudiar ilustración. Ahí conocí al resto de compañeros y entre ellos pues había más gente que se quería dedicar al mundo del manga. Y de ahí, de las clases de Joso, salieron las primeras publicaciones que hicimos en LetraBlanka que fueron Let’s Cook! y Olympics, que eran unas obras corales entre varios autores. A partir de ahí nos empezamos a mover, después conocí a Fidel y al cabo de unos años empezamos a trabajar juntos en Liquid Memories, bueno, [dirigiéndose a Fidel] puedes continuar tú incluso la historia porque ya…

FdT: Tardamos diez años en empezar a trabajar juntos. Nos conocíamos de hace tiempo y… como decía, empezamos a trabajar en Liquid Memories pero un compañero de la Joso de Dani ganó el premio de Norma, vimos que era posible publicar manga aquí. Paramos ese proyecto para empezar a trabajar en Arashiyama. Y, bueno, a partir de ahí ganamos el premio de Norma, pudimos publicar Liquid… y el resto ya es historia.

¿Por qué Arashiyama y no presentar Liquid Memories?
FdT: Nos presentamos al concurso de Norma Editorial con Arashiyama porque era una historia que funcionaba muy bien en un tomo único. Habíamos estado trabajando en Liquid… pero desde el principio, la idea era mucho más larga. Era para que fueran dos – tres tomos, acabaron siendo dos tomos gordotes. Y una cosa que teníamos muy clara es, que queríamos contar una historia bien contada. Reducir Liquid… para que funcionara en un solo tomo era inviable. Entonces, si queríamos dedicarnos a crear manga, teníamos que ser capaces de narrar una historia lo mejor posible en un solo tomo y que funcionara. Y, claro Arashiyama es un cuento clásico, por así decirlo, ambientado en Japón; y es nuestra visión del Japón más tradicional. Creo que esos elementos fueron los que hicieron que funcionara la obra y al ser algo muy pequeñito, de dos personajes en una montaña, funcionaba bien en un tomo.

DB: Cuadraba dentro de lo que es la longitud del tomo.

FdT: Y no me costó convencerlo para cambiar de obra [Entre risas] ¡Aún no me lo creo!

¿Y cómo son tus inicios Fidel? ¿Cómo empiezas como guionista?
FdT: La verdad es que yo siempre he querido contar historias desde pequeñito, mi formación es de novela y narrativa española, estudié en el Ateneu de Escritura de Barcelona. También hice fotografía documental, porque es otra manera de contar historias pero a través de imágenes. Tardé mucho en darme cuenta, de hecho tardamos ambos mucho en darnos cuenta pero, sin mezclas narrativa y fotografía, lo que te da es cómic. Entonces, al final resultó mucho más sencillo hacer un guion para cómic de lo que esperaba, surgió de manera natural.

Momento de la entrevista a Dani Bermúdez y Fidel de Tovar

Bien, habéis ganado el concurso pero ahora tocaba realizar el manga ¿Qué fue lo más difícil de hacer, asimilar, … hasta el momento de verlo publicado?
DB: Creo que lo más duro que se hace es, de repente, darte cuenta de que has ganado un premio y estás dentro de un proyecto editorial, con un plazo de entrega que son de unos diez meses y que ya está en marcha. O sea, en el momento en el que lo ganas tienes que ponerte a trabajar. Cuando te presentas, pues tienes parte del proyecto ya realizado, Fidel ya sabía cómo iba a acabar la historia y ya teníamos, bueno las primeras páginas hechas, pero había que ponerse a piñón, a tope, hacerlo. Al final realizamos la obra en diez meses. Pero yo creo que lo más duro es eso, el ver que ya se acaba el tiempo, que hay un plazo que llega y que tienes que cumplirlo. Es un reto. Es un premio y a la vez es un reto.

FdT: El choque es darte cuenta que has dado el paso a algo profesional y tienes que demostrar que lo eres sin haber hecho nada antes, como aquel que dice. Algo que hemos tenido siempre muy claro, es que publicar no era el objetivo. Publicar tu primera obra es relativamente fácil, por así decirlo, es mucho trabajo y tienes que aprender mucho pero el reto está en seguir publicando. Entonces, nada más que se publicó la primera y ya hicimos la propuesta a la editorial de «Oye, ya estamos trabajando en esto, queremos seguir publicando, queremos hacerlo de esta manera» y …

DB: Además teníamos páginas para enseñarles, para presentarlo mejor.

FdT: El que hubiéramos estado trabajando en ella antes ayudó muchísimo.

El siguiente trabajo ya se trata de los dos volumenes de Liquid Memories, del que publicais un integral este año. ¿Qué podéis comentar del desarrollo de esta historia, del guion, … ? Presentaba ir un paso más allá.
DB: Lo que sí que teníamos claro es, que al ser dos tomos, no queríamos tener al público esperando demasiado tiempo. Quisimos que entre el tomo 1 y el tomo 2 no hubiera más de seis meses de plazo. Lo cual añadió más presión a todo el proceso de trabajo.

FdT: En cuanto a guion, la manera que tenemos de trabajar es por bloques de 15-20 páginas. Entonces, mientras se va dibujando, el guion se va escribiendo, manteniendo muy viva la obra. Siempre sabemos hacia dónde va la obra, cuando le planteo un proyecto a Dani es como: Estos son los personajes, este es su trasfondo, van a haber estos giros y la clave del final es esta. A partir de ahí, vamos tirando. Vamos descubriendo la historia nosotros también por el camino. Siempre es un reto, pero es guay.

Ya habíais publicado un manga al afrontar este segundo ¿qué fue lo que más valorasteis haber aprendido del primero para hacer mejor el segundo?
DB: Creo que con Arashiyama aprendimos un montón los dos. Yo, sobre todo, me acuerdo de experimentar muchísimas técnicas de entintado, de sombreados de las páginas y.. luego esto lo apliqué. Recuerdo, además, que cuando acabamos Arashiyama y retomamos Liquid Memories. La última página que había dibujado la repetí, para volver a coger el ritmo pero, también, porque la veía muy diferente. Claro, había hecho 192 páginas en medio de otra historia totalmente diferente.

FdT: Yo aprendí dos cosas: que no quería volver a hacer Arashiyama. Es decir, no quería volver a hacer la misma historia porque había funcionado muy bien, es un trocito de nuestro corazón y era difícil estar a la altura de esa misma obra. Entonces, el haber cambiado de registro ayudó muchísimo a romper todos los miedos y los bloqueos. Pero lo que más aprendí fue la comunicación, en Arashiyama establecimos las bases del proceso creativo y hasta el día de hoy, prácticamente no ha cambiado.

DB: Un poco más ágil quizá pero es lo mismo.

Con El tiempo de los tres habéis dado el paso a una obra más madura, un slice of life con la complejidad de generar páginas «menos efectistas» y una trama más cercana a la realidad ¿Ha sido un cambio intencionado de registro, de uno fantástico y uno de género negro y ahora este?
FdT: La verdad es que puede parecer, mirando lo que hemos publicado, que es como «Estos cada vez quieren hacer un género nuevo» y la realidad no es esa. La realidad es que hemos explicado siempre la historia que creíamos que necesitábamos explicar en ese momento. Siempre digo que tengo mucha suerte de trabajar con Dani porque es muy bueno expresando los sentimientos a través de los personajes, de sus gestos, de sus movimientos… sin necesidad de texto y eso es muy necesario en el tipo de historias que construimos. En El tiempo de los tres es una manera de explotar eso al máximo.

DB: Vamos, que fue mucho trabajo gráfico, en realidad. Quizá no hay unas viñetas muy dinámicas pero, por ejemplo, el escenario es un gran personaje en este caso. En todas nuestras historias es un gran personaje pero aquí fue recrear la Barcelona de los años 90, con muy pocas referencias además. No existe demasiada referencia visual, teniendo que acudir a fotografías familiares, a nuestros propios recuerdos, descubrir que a lo mejor has hecho una fachada que en esa época no estaba y tienes que cambiarlo… Eso fue eso fue bastante durillo y al final, también andamos mucho en nuestro propio pasado para para poder realizar esta historia. Entonces, a nivel emocional, se creó un vínculo bastante fuerte. Y, al final, es como muy especial. La obra es muy, muy especial.

FdT: Y, aunque es un slice of life, cuando la estaba escribiendo lo que quería es que el lector quisiera seguir leyendo. Porque siempre hay como un misterio desde el principio de la historia, entonces tiene mucho de nuestro ADN, es nuestra manera de hacer el slice of life, supongo.

La estructura de El tiempo de los tres juega a muchos niveles con varios giros de guion que podría funcionar incluso como largometraje. Fidel ¿Cómo planteas esta historia? Piensas en unos personajes y una situación, piensas primero en un final…
FdT: Siempre parto sabiendo el final de la historia y el giro que tendrá porque es el mensaje que va a acabar transmitiendo la obra. En este caso, la obra iba a ser solo de dos personajes pero en medio de la historia llegó un tercer personaje que cambió la estructura totalmente. Y no fue hasta ese punto, ese momento, en el que le planteé el proyecto a Dani, porque lo que tenía construido era una historia mucho más centrada en una relación amorosa y no me acababa de convencer. Y cuando llegó el tercer personaje, entró en el título, cambió la historia y cambió la manera de narrar porque empecé a jugar con el tiempo dentro de la historia. Entonces es algo que, no me he dado cuenta y se ha construido así. No sé si sería capaz de volver a hacerlo.

Dani, este ha sido un manga en el que has compartido el proceso de creación a través de Twitch, ¿Cómo es la experiencia de emitir en directo mientras trabajas? ¿Crees que el abandonar la soledad del dibujante agiliza o complica más avanzar con el dibujo?
DB: Pues trabajar en directo no sé si lo agiliza el proceso. Al final, cuando estás trabajando solo, también necesitas tus pequeños descansos y airearte un poco. Al menos por salud mental y física, moverte un poquito, la columna, las articulaciones… Entonces, al principio pensaba que me retrasaba pero luego, en realidad, si te lo tomas en serio y estás atento a la gente que está en el chat y tal. Eso, es como tu pequeño descanso, tu pequeña desconexión. Además, ser consciente de que te están mirando también te hace que te concentres más, te focalices y no te duermas en los laureles. Entonces, es un ritmo diferente pero al final, creo que, lo que es el plazo se puede más o menos llegar a cumplir. Pero sobre todo, lo importante es la ventana que te ofrece hacer tus dibujos en directo, tus historias, tus mangas. A enseñar a la gente lo que lo que estás haciendo, lo que cuesta de hacer y que eso existe y que pueden tenerlo cuando salga.

Ya son varios los trabajos que tenéis publicados, pero ¿Cómo es la lluvia de ideas? ¿Cómo elegís que historia desarrollar y dibujar?
FdT: Esto va a sonar muy mal pero lo acabo decidiendo yo, o sea, Dani me lo tiene que comprar. Siempre monto muy bien las ideas, con un esqueleto lo suficientemente sólido para que él se comprometa y diga si quiere trabajar en esto.

DB: Pero a veces me preguntas «de qué te apetecería dibujar ahora».

FdT: Precisamente por eso, porque quiero que estés cómodo en todos los meses que vas a estar dibujando. Pero… parte siempre de una propuesta mía que si no valida Dani, no tira adelante, obvio. De momento han seguido todas, eso sí.

¿Ha llegado el punto de que trabajáis en varios proyectos a la vez? o preferirías trabajar solo de proyecto en proyecto.
DB: Te diría que sí a todo, por mi parte preferiría trabajar de proyecto en proyecto para estar más centrado y para estar más tranquilo. Para no mezclar. Lo que pasa que, al final como mangaka aquí tienes que dedicarte a muchísimas cosas a la vez. Desgraciadamente no se puede vivir solo de un manga o de dos mangas y tenemos que realizar otros proyectos conjunto al manga, sean otros mangas o sea algún otro proyecto de ilustración, o algún otro proyecto editorial. Entonces, si pudiéramos y si hubiera una industria (que está en ese camino ahora pero que todavía no ha llegado, creo que es cuestión de tiempo) que permitiera a los mangakas españoles vivir del manga, yo optaría por hacer un manga a la vez para estar tranquilo.

Fdt: También es cierto que, cada obra que hemos hecho somos solo dos personas. Intentamos descargarnos el uno al otro, y hacer en lo que somos buenos cada uno, pero no deja de ser dos personas. En el momento en el que puedas tener más ayudantes, es más fácil producir una obra larga, a más escala y dedicarte solo a una de ellas. Pero sí, ahora estamos con más de un proyecto a la vez.

Muchos dibujantes europeos deciden publicar sus mangas en sentido oriental, pero vosotros mantenéis el sentido de lectura occidental, ¿creéis que esta decisión afecta a la historia, al posible futuro lector, …?
FdT: Fue totalmente premeditado, igual que muchas otras decisiones. Cuando empezamos a crear decidimos si utilizariamos seudónimo o no, si la lectura sería occidental u oriental, cómo queríamos narrar… Y el hecho de que fuera lectura occidental fue porque, somos españoles, se va a publicar en este mercado. ¡Maravilloso si se exporta! pero, no considerábamos que el sentido de lectura de un manga fuera lo que lo definiera. Porque solo se lee en sentido inverso porque el japonés cuando se escribe de arriba abajo se lee en ese sentido. Entonces decidimos que lo íbamos a publicar aquí, que iba para este mercado y, sobre todo porque, es más fácil para entrar a nuevos lectores en el manga. Y nos ha pasado … (DB añade constantemente además) … muchísima gente que viene: «no había leído nunca manga, vosotros es lo primero que leía, …» y ha sido fácil. Eso sí, hemos tenido que poner una advertencia al final de los tomos de no empecéis a leer por aquí porque, quien está acostumbrado a leer mangas siempre empieza por el otro lado.

¿cuáles creéis que han sido las claves para que hoy estéis aquí? Qué puntos de inflexión habéis tenido para empezar a dedicaros a crear historias de manera profesional… es decir, qué os podríais decir al vuestro yo de hace 10 años para llegar a este punto.
DB: Creo que, siempre he tenido una sensación de que llevaba unos cuantos años de retraso, como mangaka pero actualmente ya no tengo esa sensación. Siempre mirando la vista atrás, pienso qué hubiera pasado si hubiera empezado antes, si me hubiera presentado a lo mejor al concurso de Norma antes… Pero luego pienso enseguida que, ahora mismo el manga de aquí, de España o de occidente, está viviendo una época de afloración. Cada vez hay más autores que están aquí publicando en España o que están en Francia, en América, que empiezan incluso a llegar a Japón… o sea, creo que la época es ahora en realidad. Y si hubiera empezado antes, a lo mejor me hubiera frustrado antes y no hubiera tenido esa voluntad, y ese anhelo de dedicarme a ello como el que tengo ahora. Entonces yo creo que eso fue clave. Y para trabajar juntos, no sé cuál ha sido el punto de inflexión …

FdT: Yo lo tengo claro, lo he comentado antes, siempre he querido contar historias pero hubo un momento en el que me di cuenta. ¿Para quién cuentas las historias?. Pues en el momento en el que descubres a tu lector, a esa persona para quien vas a explicar tus historias y, como escritor desapareces para que el arte brille, creo que eso fue el momento en el que dije «Vale. Así es como quiero escribir, así es como funciona». Y eso es, lo que intentamos es dar lo mejor de nosotros para que la otra parte pueda hacer su mejor trabajo. Y creo que al final eso se acaba viendo en las obras. O al menos eso quiero pensar.

DB: Pero en ambas direcciones. Hay que reconocer muy, mucho, el trabajo del guionista. Que a veces se le da siempre como más protagonismo al dibujante, porque es el que hace las viñetas y tal… Pero sin una buena historia, no hay viñetas, no hay historia con lo cual, el mérito lo tiene él, porque la historia nace en él.

© Fotografía inicial extraida de la cuenta personal de Daniel Bermúdez