Entrevistas

Milo Manara

El reconocido autor de cómics italiano de obras de corte erótica tan memorables como El clic o Gulliveriana, y más recientemente con una vertiente basado en personajes históricos como ha sido Los Borgia (con guion de Alejandro Jodorowsky) o Caravaggio, ha visitado la ciudad de Barcelona con motivo del #37ComicBarcelona.

Milo Manara

Milo Manara (Luson, Bolzano, 1945) es un artista prolífico que ha trabajado con Fellini, diseñado personajes para publicidad y películas de animación, que cuenta con una dilatada trayectoria como ilustrador y autor de cómics llegando, incluso, a publicar para Marvel. Aprovechamos su presencia en la ciudad condal para poder charlar con él, en un encuentro compartido con otros medios (Akihabara Station, Con C de cultura, Es la hora de las tortas y The Objective) de los cuales salen algunas de estas reflexiones y respuestas sobre sus inicios así como su visión de Internet y el sexo, su colaboración con Jodorowsky y su intención con su obra más reciente, Caravaggio. Obras publicadas en España por Norma Editorial.

Inicios
Hay que decir algo que creo que es bastante lógico aunque no siempre se explica tanto: cuando un dibujante comienza la profesión, no es que inmediatamente empiece a expresar su propia visión del mundo a través de los cómics, la realidad es que tiene que dibujar los guiones que le dan, es decir, se convierte en una profesión. Así que entre los primeros guiones que recibí había una serie de un pequeño personaje que imitaba un poco a Diabolik, que era un personaje que tenía mucho éxito en Italia, y era básicamente erótico. Así que empecé a dibujar el erotismo también porque era lo que me pedían, que no fue solo una vocación para hacer, el ocuparme exclusivamente al erotismo, también fue mi profesión lo que me llevó a eso.

La primera historia abiertamente erótica que hice, que es conocida como El clic, que en Italia en cambio se llama Il Gioco (El Juego), me la encargaron desde una revista que era un poco de una copia de Play Boy, llamada Play Man: era una revista editada por una señora, Adelina Tattilo, y esta publicaba en las últimas páginas una historia de Guido Crepax, una historia por entregas. Cuando se acabó y para darle tiempo a Crepax de dibujar otra, me pidió que hiciera mi propia historia erótica, justo para cubrir ese vacío que dejaba Crepax. Y así me imaginé esta historia que era un juego dentro de la redacción: tenía que ser una pequeña historia provisional de hecho. Y para mi sorpresa ha encontrado la simpatía de muchos lectores de todo el mundo y por lo tanto creado cierta expectación, así que sentí que si no hubiese continuado a contar historias eróticas y a dibujar chicas hermosas, habría decepcionado a mis lectores y por lo tanto seguí haciéndolo (risas).

Erotismo subversivo
Hay que decir, sin embargo, que esos eran tiempos en el que el erotismo también tuvo un papel social, un papel de renovación social, así que para mí… siempre he trabajado, digamos, el aspecto social del erotismo, el punto de vista público. Nunca he dibujado en mis guiones una pareja en la cama, nunca me ha interesado mostrar un apareamiento, en cambio siempre me ha interesado de alguna manera la transgresión pública de la modestia, o sea, la transgresión al decoro público, como se decía una vez, el aspecto público y social, en definitiva, siempre me ha parecido más divertido, siempre me ha interesado más, y creo que esto también tiene un valor, un rol en el cambio social: también tenía su valor el erotismo (obviamente no solo el mío, por el contrario, el mío representa una parte muy pequeña, pero en el cine, si pensamos en El último tango en París de Bertolucci, por ejemplo, que fue contemporáneo a los cómics que hacía yo, en una escala muy diferente, por supuesto… pero para explicar cómo a nivel cultural había tantos elementos que confluían en el cambio social y muy a menudo tenían su base precisamente en el erotismo. Pero incluso si pensamos en Mary Quant y en la minifalda, tiene un aspecto erótico sin duda, por lo tanto de liberación en el comportamiento, en las costumbres, en los usos etcétera, también el cómic y también el erotismo en el cómic ha sido parte de todo este gran movimiento, para resumir.

¿Erotismo en Internet?
Lo que me parece, pero tampoco se trata de una opinión infalible, es que Internet es una gran exposición. Una gran representación del sexo, pero sin elaboración cultural. Entonces, yo creo que el erotismo es la elaboración cultural del sexo, como la cocina es la elaboración cultural de la alimentación, no solo es alimentación.

Entonces eso… me parece que Internet tiene más un papel de representación del acto sexual, para ser cada vez más interesante digamos, para obtener más y más visualizaciones: el acto sexual se convierte en un espectáculo atlético que va al extremo, para seguir siendo interesante, pero en mi opinión falta la elaboración cultural, es decir, la relación entre las personas. En realidad son dos personas, dos o más personas, teniendo sexo pero sin otro tipo de relación, en otras palabras, no hay relación cultural, mental entre las dos personas, porque precisamente falta este tipo de procesamiento, y creo sin embargo que es fundamental que exista.

Personajes históricos
Sí, he realizado Los Borgia, por ejemplo. Fue propuesta de Jodorowsky, él era el autor del texto, por mi parte encontré la historia interesante porque en realidad los Borgia, como también decía Jodorowsky, son la primera aparición de la mafia en la historia (risas), en la historia mundial en general. En realidad no estoy tan de acuerdo porque la mafia es el contraestado, la mafia se propone como un estado alternativo: los Borgia, por otro lado, eran el Estado, es decir, él era el Papa, y el Papa era el Estado, por lo tanto la diferencia es justamente esta, que por primera vez tenemos un mafioso gobernando, según el punto de vista de Jodorowsky. Estos eran los Borgia de Jodorowsky, y a veces las cosas que se contaban no correspondian exactamente a la realidad histórica, pero era su visión de estos personajes históricos.

Mientras que para Caravaggio lo que me interesaba fue justamente dar este sentido de continuidad entre pasado y presente, porque la impresión es que hoy en día todos creemos (especialmente los jóvenes creen) que ha habido un corte muy marcado entre el pasado y el presente, porque nuestro siglo, los siglos 20 y 21, ha creado tantas novedades, digamos, no solo en el plano del motor de combustión interna etc., sino también en el plan de la comunicación (televisión, Internet, viajes inter-espaciales), que nos dan la idea, para mi equivocada, de que entre nuestra vida y la vida del pasado hay un corte: en realidad ha habido una evolución, una evolución técnica, tecnológica, pero esencialmente los problemas existenciales de la humanidad siguen siendo los mismos. Entonces una vez más hay la necesidad de que exista una cultura detrás de la elaboración tecnológica, que exista una cultura. En cambio tendemos a creer que la tecnología puede resolver problemas también existenciales, y no es así: después de todo, nuestros jóvenes están enganchados a sus teléfonos porque en sus móviles encuentran una respuesta existencial, creen que la encuentran, pero en realidad no dan una respuesta, solo son una herramienta. Pero si le quitas esta herramienta a un joven, se sentirá perdido, porque identifica en la herramienta su propia posibilidad de comunicación existencial, de éxito existencial. Su existencia está vinculada a esa herramienta, y eso es un error fundamental.

Con Caravaggio me propongo hacer un trabajo de difusión a nivel cultural, para mostrar como nosotros somos los hijos, los nietos de aquellas personas, no son fantasmas. Cuando vamos a un museo, cuando alguien visita El Prado, por ejemplo, no tiene que pensar en ir a un cementerio, lleno de muertos, debe tener la sensación, debe saber que está entrando en el pasado, pero de personas como él, un pasado hecho por personas humanas. Estos artistas fueron personas humanas, y lo que me propongo es precisamente devolverle la dimensión humana a este pintor, a este Caravaggio, por lo tanto tuve muchas razones para elegir este pintor, y me pareció que… tenía ganas de hacerlo, en definitiva, me pareció que fuera también, que tendría algo de importancia a nivel cultural precisamente, hacer eso.

Legado Manara
(Risas) No creo que voy a dejar demasiados legados, nunca pensé, digamos, que tendría… De hecho, incluso el cómic, así como muchas otras actividades humanas, es una cadena que pasa de un autor a otro, igual que en la pintura: hay Caravaggio, después de Caravaggio llega Velázquez, después de Velázquez viene Goya,
después de Goya llega Picasso, y así sucesivamente … Es todo una cadena, en definitiva, así que creo que yo también formo parte, también digo, un pequeño eslabón en esta cadena, pero no me pongo ningún problema en el plan de la herencia. He dibujado muchas cosas: he dibujado chicas, he dibujado chicos, he dibujado ventanas, he dibujado zapatos, paredes, coches, bosques, barcos… pero veo que lo que más llama la atención son las chicas. Creo que no nunca seré recordado como diseñador de ventanas, pero yo he intentado poner el mismo esfuerzo en dibujar las ventanas también, las asas (risas).

¿Por qué estas chicas son tan memorables? Bueno, he tenido la suerte de compartir las mismas fantasías con muchas personas evidentemente. Yo retrato un poco lo que son unos modelos, incluso en sentido neoplatónico, que es la captura de un modelo ideal, e intento reproducir este modelo ideal, que tiene origen sin embargo en modelos reales que son las chicas que van por la calle, que son mucho más guapas que las que dibujo yo.

Agradecimientos a Cristiana Scanu por su ayuda con el italiano.