El primer número de Girlzine se promocionó ya en la época postfacebook, y como era de esperar, gozó de un “evento” en su perfil donde a uno le invitaban a la presentación, el 4 de noviembre de 2010, con la posibilidad de poder comprar uno de los 300 ejemplares disponibles. Ahora, con casi un año de vida, Girlzine ya se ha convertido en uno de esos objetos milagrosos cuyo valor aumenta con el paso del tiempo. Mucho decir para un fanzine.
Ramiro E, fotógrafo barcelonés, es un declarado fan de las mujeres. I like girls, dice, y así tituló el primer Girlzine. El fanzine en sí es toda una apología de la belleza por sí misma, de las chicas girl next door, de la moda y de la estética, y mide la profundidad de las miradas “lolita” de las modelos, chicas completamente amateurs. Pero, advertencia: cuando vean Girlzine, sentiran que están entrando en el terreno de lo pornográfico. Parece la antesala de lo explícito. Sin ir más lejos, uno de los vídeos promocionales de la revista consistía en contemplar a una chica comiéndose poco a poco un trozo de sandía. Así pues, Ramiro E intenta rendir homenaje a la juventud tal cual es, a la belleza intrínseca, pero dentro de un decorado sugestivo, en poses premeditadamente eróticas. Luego con el paso del tiempo, como decíamos, Girlzine se convierte en un extraño material embriagador, en una pieza de moda coleccionable encerrada en papel. En algo que guardamos y atesoramos (al contrario que ocurre con ejemplares antiguos de Woman, o Elle, por decir dos).
Girlzine cuenta con la colaboración de otros artistas, como Blanca Miró, y prepara ya el segundo número. Mientras esperan, pueden admirar la edición especial y limitadísima del primer número, titulada «L’Avventura».
