Me hallo frente a Cincuenta sombras de Grey, un libro romántico que habla de sexo con lenguaje explícito y que está triunfando por su aparente trasgresión. Se trata del primer libro de la trilogía escrita por la autora británica E. L. James, del cual ya se han distribuido 1.000.000 de ejemplares en castellano a las seis semanas de su lanzamiento. El eslogan de la editorial hace hincapié en que es la novela de la que todo el mundo habla, algo no demasiado sorprendente teniendo en cuenta la formidable campaña publicitaria que se está llevando a cabo.
Cuestiones de marketing aparte, lo cierto es que no sé si todo el mundo habla o no habla de Cincuenta Sombras, pero no cabe duda de que ha de ser una novela muy leída. Ese es, y siempre ha sido, el destino del Romance erótico, subgénero de Novela rosa que pone su acento en la relación sensual entre los protagonistas. Este tipo de novelas, normalmente son entretenidas pero superficiales y tratan sobre amores heterosexuales plagados de tópicos sexistas. Por eso, a pesar de ser novelas líderes en ventas, son difíciles de defender intelectualmente, convirtiéndose en lecturas, tradicionalmente, poco confesadas.
Me inclino a pensar que éste será el caso de Cincuenta sombras de grey obra que sin duda batirá cualquier ranking de ventas por ser una novela lectura ágil, entretenida y llena de sexo, aunque mantenga los estereotipos de cualquier novela rosa (léase joven ingenua seducida por hombre apuesto y poderoso). Ahora bien, es cierto que Cincuenta sombras tiene algo especial, muy especial, algo que cabe destacar. Me estoy refiriendo al atrevimiento de E.L. James al tratar abiertamente el tema de las relaciones sadomasoquistas en un contexto romántico.
Ahí está lo diferente, lo nuevo, la guinda que los devoradores de este tipo de novelas degustarán con fruición. Al lado de “Cincuenta sombras” hits como El vikingo viril, La esclava del pirata, Vaqueros salvajes o Seducida por el vecino, parecerán descafeinados cuentos infantiles. En la trilogía de E.L. James, encontrarán al rubísimo y seductor multimillonario Christian Grey y a la morena estudiante de literatura Anastasia Steele, quienes compartirán un tórrido romance lleno de escenas de sexo marcadas por el deseo, la sumisión y el sadomasoquismo. En Estados Unidos los medios ya han bautizado al fenómeno como porno para mamás.
Y ahora vayamos con ellas, con esas mamás. Subamos con el escalón que asciende E.L. James, el del sexo explícito. Sí, acompañemos a esas lectoras fascinadas por la transparencia sexual de Cincuenta sombras y preguntémonos ¿Por qué este libro y no un clásico de novela erótica? Cualquier título de Henry Miller o Anaïs Nin serviría ¿Por qué no consumir directamente porno? ¿Qué tienen estas novelas para que tantas almas se enganchen a ellas y las consuman como píldoras de felicidad? ¿Cómo es posible que lectoras adultas, en pleno siglo XXI, se identifiquen con estos personajes bizarros? ¿Realmente nos gusta imaginarnos atrapadas en los brazos de un seductor irresistible? ¿Gozamos soñándolo? Tal vez la respuesta esté ahí, en la misma pregunta, en el hecho de soñar, de evadirse, de acercarse al fuego sin peligro de quemarse. Esa eterna receta para huir de la realidad que es perderse en la lectura. En este caso, en la de arriesgadas aventuras sexuales. Experiencias que en la vida real nos provocarían urticaria, pero que sobre el papel se convierten en inofensivas fantasías sexuales.
Las historias de E.L. James conectan con las lectoras modernas que todavía disfrutan perdiéndose en lejanas fantasías eróticas, posiblemente inconfesables. La imaginación de esta escritora cuarentona, las engancha al explorar las relaciones sadomasoquistas de forma apasionante, convirtiendo el sexo en un safari al corazón de la jungla. En ese sentido, Cincuenta sombras es una magnífica novela de evasión que cumple con su cometido de estimular la fantasía de los lectores. Asimismo, siempre es una buena noticia ver cómo la habilidad narrativa y la inteligencia de una escritora experimentada triunfan, más allá de los golpes de efecto propios de la juventud.
Por eso, y a pesar de algunas de las afirmaciones realizadas, le deseo larga vida a los romances eróticos y, en general, a todas las lecturas de evasión.
Cincuenta sombras, ha sido publicado en España por Grijalbo. Rústica. 540 páginas. ISBN: 978-84-253-4883-9