Siempre me han fascinado los enigmas familiares. Los silencios, las palabras escondidas, los secretos mudos que trepan como enredaderas por árboles genealógicos. Esos sucesos oscuros que intrigan y enganchan y marcan la épica familiar. Y es que sospecho que ninguna familia se libra de guardar alguno bajo la alfombra. En Los viejos papeles, David G. Panadero desvelará un secreto que cambiará la vida de su protagonista, Arturo Iglesias.
Sinopsis:
Arturo Iglesias es un joven periodista de vida laboral errática. Tiene que morir su madre para que empiece a hacer su vida. De la mano del viejo escritor Mateo Duque, profundizará en un enigma literario que le dará más respuestas de las que estaba buscando.
Pero ahí no queda la cosa, los nostálgicos de la literatura popular están de enhorabuena, pues esta novela se erige como un entusiasta homenaje a las novelas de kiosko y a los escritores que les dieron vida. Un revival desde todas las perspectivas posibles comenzando por su formato y estética de auténtica novela Pulp. Sostener Los viejos papeles entre las manos es como realizar un viaje al pasado: formato pequeño para llevar en el bolsillo más portada impactante; hermosa mujer de cabello salvaje con pitillo entre los labios sosteniendo un revólver frente al skyline de una ciudad como New York.
Un ejercicio de nostalgia, si se quiere, el de una época en blanco y negro donde estas novelas se convertían en ventanas abiertas por las que corría el aire fresco, la aventura y la fantasía. Novelas que siguen causando fascinación por esa ingeniería perfecta que alimentó la imaginación de los que poco, o nada, tenían para dar o recibir. Más allá del fetiche, del objeto de colección, yo las recuerdo formando parte del collage de mis lecturas. Entre tebeos infantiles, joyas de la literatura y cómics underground. Mezclas imposibles, pero habituales en las familias numerosas (como en mi caso). Las novelas de kiosko seguían ahí, aguantando el paso del tiempo, pero ya poco podían competir con la oferta de una industria editorial efervescente.
Por ser muy queridas por los lectores, apreciadas por su estética y veneradas por su vínculo emocional, estas novelas siempre han tenido su espacio en los mercados de coleccionistas. ¡Afortunadamente! ya que su éxito comercial, su popularidad, sería impensable en una época como la actual en la que la acción adrenalítica se ha trasladado a los videojuegos y ha desaparecido el público de lectura barata, puesto que hoy en día se puede leer gratuitamente casi todo lo que queramos, sobretodo a través de la red.
En cuanto a las tramas de la novela, David G. Panadero conjuga historia con misterio aproximándose al Madrid de tiempos de Franco, los sindicatos y los intentos de convocar una huelga general. Una mirada que refleja el lado oscuro de los ideales más brillantes y que deja un poso de tristeza existencialista que recuerda a Nada de Carmen Laforet.
En definitiva, en Los viejos papeles encontraremos una combinación de narrativa ágil y nostálgico sabor a añejo que hará las delicias de los amantes de las novelas Pulp. Además de una trama que engancha y no te suelta hasta la última página, hasta el último adiós.
Los viejos papeles, ha sido publicado en España por NGC Ficción. Rústica. 170 páginas. ISBN: 978-84-937801-3-5