La unión de Abel Ferrara y Pier Paolo Pasolini resulta bastante natural. Pasolini fue un director polémico e independiente cuyas obras siempre estuvieron rodeadas de controversia, especialmente su última obra maestra Saló o los 120 días de Sodoma (Salò o le 120 giornate di Sodoma, 1975). Ferrara empezó sus días como director dentro del cine underground neoyorquino y, salvo contadas ocasiones, se ha mantenido fuera del sistema cinematográfico más industrial. Por tanto, es comprensible la admiración e identificación de Ferrara con Pasolini, evidente en su última película Pasolini (2014) (que fue presentada con la presencia del director y actor principal en el Festival de Cine de San Sebastián)
El film retrata los últimos días del director italiano antes de su muerte, interpretado por Willem Dafoe, cuando poco después de terminar Saló vuelve a casa y se prepara para llevar a cabo nuevos proyectos. No se trata de un film biográfico en el sentido estricto, Ferrara alterna entre mostrar el cotidiano día a día de Pasolini con recreaciones de entrevistas hechas al director italiano y fragmentos de novelas, relatos y la película que no pudo hacer. De este modo se intenta llegar al fondo del personaje, evitando retratos superficiales del tipo “nació tal día, su familia era esta, hizo esto y murió”. Esto hace que sea un film más interesante que una simple biografía, pero puede hacer que aquellos que desconozcan la obra de Pasolini se sientan un poco perdidos (aunque imagino que todos aquellos interesados en esta película estarán más o menos familiarizados con este director).
Hablando desde un punto de vista estrictamente cinematográfico, el uso que se hace de los idiomas en el film resulta algo confuso y artificial. Siendo Dafoe un actor americano no resulta extraño que se use el inglés como idioma vehicular, tomando el lugar de lo que en la realidad sería italiano. Pero como hay momentos en que también se habla italiano, incluido Dafoe, resulta un poco extraño y arbitrario el salto del inglés al italiano y viceversa (en versión original). Pero dejando de lado el aspecto idiomático, Pasolini resulta ser una película atractiva por su mezcla de pasajes poéticos, costumbristas y cómicos con momentos bastante crudos (en este aspecto resulta especialmente brutal la muerte de Pasolini). Una mezcla que evidencia la influencia de Pasolini en Ferrara.
Para conocer la biografía y la obra de Pier Paolo Pasolini uno puede recurrir a infinidad de documentales y libros, además de sus películas, la mayoría editadas en DVD y Blu-ray. Pero si lo que se quiere es intentar acercarse al alma de este autor, esta película es una buena forma de empezar.
Estreno en las salas españolas el 20 de marzo.
